Quizás no había dormido bien la noche anterior, por lo que Sharon estaba un poco malhumorada. Ella asomó su cabeza y le dijo de mal humor: “Me levanté temprano para prepararte el desayuno. ¿Qué cosas malas pude haber hecho?”.

Sebastian se tocó la cabeza inocentemente y curvó los labios. "No te convertirías en un panda si solo te levantaste temprano para hacerme el desayuno, ¿verdad?".

“Sí, sí, anoche no dormí bien. ¿Contento?", admitió directamente.

“¿Cómo no pudiste dormir bien si yo dormí contigo? ¿Será que... extrañas a papá?”. Él no vio a su padre cuando se despertó, por lo que estaba seguro de que su padre no había llegado la noche anterior.

Sharon parpadeo. Luego, ella respondió de inmediato: “¿Quién extraña a ese tipo? ¡Será mejor que no aparezca!”. Después de decir eso, ella resopló.

El pequeño se dio cuenta de que algo le estaba pasando. Así que extendió sus pequeños brazos y la abrazó: “Mami, no tengas miedo. Te ayudaré a vigilar a papá cuando yo esté en casa del abuelo.