La semana comenzaba con mucho calor, aunque ya estaba finalizando el verano. Ethan y Rachel seguían juntos. Cada semana y a veces hasta casi diariamente, Ethan le compraba algo nuevo, pero ella se sentía cada vez más alejada de él. Hasta llegó a pensar que representaba para Ethan, sólo la satisfacción de sus deseos, de tener una mujer en su cama que lo esperara diariamente y nada más.
En casa de los Marshall, Emily estaba reunida con su hermana Ashley, muy enojada, caminaba de un lado a otro, mientras su hermana trataba de calmarla.
—Cálmate querida, explícame, no entiendo ¿qué te puso de tan mal humor? —preguntó Ashley a su hermana.
—¡Ese tonto, ese… maldito, no quiere darme la mitad de lo que tiene, también es mío, yo sufrí su ausencia, sus infidelidades! —Gritaba Emily muy enojada.
—No creo que