—Te gusta lo que hago —me susurra a mi oído.

—Rico nene, dale más, mas quiero más —respondo excitada

—Quieres más, a eso quieres jugar —responde salvaje.

—Quieres que te lo meto duro —responde suspirándome en el oído.

—Dale Rósame todo, claro que exijo que me la metas, desde hace raro, me frustra que no me la metas, no ves que mi cuerpo te espera —respondo mordiéndome el labio superior e inferior.

Walid juega con mis caderas, echándome aceite, y masaje, mientras lo hacia siento que mi cuerpo se estremece, una alerta llega a mi cerebro sacándome de la sensibilidad.

¡Nooooooo! —Exclamo como una loca.

—¿Qué pasa? —Pregunta Walid.

—Ammmmmm —respondo asustada.

—Angela, que pasa, te lastimé mientras te mordía, pero si lo hice suave, siempre lo hago así —responde Walid

—¿Si me vas a