Punto de vista de Abraham Marian es una mujer excepcional, es una devota madre y mujer, la única que ha soportado mis altibajos, mi madre siempre tuvo la razón yo tenía que mejorar, la pude haber perdido, pero ella nunca se rindió y ahora está conmigo. —Abraham, me llevaré al niño a la habitación. ¿Qué estás pensando?, te estoy hablando desde hace un buen rato y tú no me respondes —preguntó Amalia la madre de Abraham. —Disculpa mamá, estaba observando a Marian, me encanta verla poner orden en esta casa, mañana será mi cumpleaños y ella está dando instrucciones para que todo quede perfecto, ¿no es hermosa mi mujer? —Ella es muy hermosa hijo, y sobre todo muy paciente, porque esperó mucho tiempo para que Dios pudiese ablandar tu corazón. —Mamá cuando hablas de esa forma siento que soy el hombre más malo de este planeta. —Abraham se echó a reír. —No eres el peor, eres un gran hombre y además muy hermoso, pero por mucho tiempo te aprovechaste de tu inteligencia y de tus talentos par
El secuestro de mujeres y niños para la explotación sexual, se había convertido en el negocio más lucrativo de los delincuentes, yo desconocía este tema, era tan ingenua y confiada, que nunca me imaginé que en este mundo existían peligros que pudiesen estar tan cerca de mí, por ese motivo, tomé el riesgo de irme a vivir sola a otro país desconocido sin saber lo que me esperaba en el camino…Mi madre siempre me dijo que era peligroso salir sola de madrugada sobre todo a lugares desconocidos, porque algunas personas ebrias o drogadas que se encontraban en la calle podrían faltarme el respeto, yo crecí con esa idea en mi mente, y por esa razón, pocas veces salí de noche, mis amigas se burlaban de mi forma de pensar, me llamaban anticuada y miedosa, incluso, en mi trabajo, algunos compañeros hacían comentarios despectivos sobre mi temor, y lamentablemente, yo tenía que aguantar las burlas, pero, un día, todo cambió, y ese cambio se dio a partir de la llegada de una nueva compañera de trab
—Me dijiste que conocías pocos lugares ¿Cómo sabes que nos estamos desviando?—Esa pregunta, es extraña, ¿explícame por favor por qué te estás desviando de la ruta?—Seguramente te vamos a secuestrar —respondieron Cleyver y Jackson de forma sarcástica.—Detén el auto, voy a bajarme en enseguida.—Cállense estúpidos, dejen de molestar —les dijo el chofer a sus primos gemelos.—Bueno, si no te gusta, nos bajamos aquí, pero nos bajamos con ella.—¿Qué está sucediendo?, me estoy poniendo nerviosa, ¿ustedes están bromeando?—No estamos bromeando, estamos diciendo la verdad, te vamos a secuestrar —gritaron los gemelos.—No le hagas caso, hoy es luna llena y mis primos se vuelven locos con el cambio de luna.—Ahuuu, somos unos lobos y te vamos a comer —dijeron los primos del chofer.—¿Qué les pasa? —les pregunté.—Nada, tenemos hambre —respondieron los gemelos.—Cállense, parecen unos idiotas. —Les gritó el chofer.—No fastidies, nos estamos divirtiendo con esta miedosa.—Yo también me voy a
—No te puedes ir. —Me alzó la voz con seriedad y firmeza.—Perdóname, no sé qué sucedió, quizás alguien me dio alguna droga y tome tu dinero, pero te juro que no soy una ladrona.—Yo sé, que no robaste nada, eres un encargo, ese dinero fue lo que pagaron por ti, ¡estás secuestrada!—¡Qué!, no, no es cierto.—Si es cierto, estás secuestrada, pero no te voy a entregar, me quiero quedar contigo, si te portas bien, nada malo te sucederá, yo soy el patrón de este negocio.Quise volverme loca y discutir, pero hice mi mayor intento para controlar mi deseo de insultarlo, ese hombre era muy peligroso, así que decidí hacerle creer que estaba conforme con la opción que me había dado, él inmediatamente se acercó a mí, me miró con morbosidad e intento besarme, pero de repente cayó al piso y comenzó a convulsionar, parecía que estaba sufriendo un infarto, le di un golpe para cerciorarme de que no estaba fingiendo, sé que mi osadía me hubiese costado la vida, pero tenía que ser valiente e intentar e
—La voy a disfrazar de anciana.—Me parece buena idea, acaba de pasar German con su abuela y nadie lo detuvo, además tu eres excelente maquilladora.—Tengo un vestido de mi abuela, que en paz descanse —exclamó Catia.—No será de mal presagio que uses el vestido de una difunta para disfrazarla.—Al contrario, mi abuela fue una mujer muy noble y eso le traerá buena suerte.Catia me transformó; literalmente, me convirtió en otra persona, el vestuario y el maquillaje me asombraron, fue impresionante mi reacción al mirarme al espejo, mi cabello, mis arrugas, todo se veía muy real.—Catia, estoy impresionada, eres una gran artista, la mejor maquilladora que he conocido, ni yo misma me puedo reconocer.—Mi mujer es toda una profesional, y sabe más de arte que todos en esta casa —dijo Wilman, sonriendo.—Antes de irme de esta casa debo contarles algo.—¿Qué debes contarnos? —preguntó Catia.—¿Ven mi cartera?—Si está muy gordita, se nota que va a reventar —respondió Wilman.—En esta cartera,
Durante el viaje, tuvimos mucha precaución, yo estaba cansada, pero no podía quedarme dormida, llegamos muy pronto al pueblo, y en la entrada de la puerta nos esperaba la tía de mi amiga, era un hermoso lugar donde se respiraba aire puro, una casa de campo con todas las comodidades, y con un ambiente de paz inigualable.—Wilman querido, hijo, tanto tiempo sin verte, es una pena que hayas llegado sin Catia. —Gracias tía, hemos venido a pedir tu ayuda.—No te preocupes, hijo, pasen por favor.—Ya estoy enterada de la situación de Marian, no te preocupes hija, aquí estarás a salvo.—Gracias, señora, gracias por recibirme en su casa.—Marian, estoy impresionada con el disfraz, si mi sobrina no me hubiese dicho que vendrías disfrazada pensaría que eras una anciana.—Jairo, ven para que recibas a Wilman y a su amiga.—¡Se envejeció esta mujer o es así de fea! —dijo Jairo mirando con curiosidad a Marian.—Este es mi esposo Jairo, le pedí que limpiara la habitación donde dormirás, no le haga
—¿Ella es la chica? —preguntó el general Warnier.—Sí, ella es la chica —respondió el esposo de Vilma.—Se ve muy asustada —dijo el general—. Normalmente, las víctimas se asustan, pero también los criminales.—¿Investigaste algo? ¿Sabes algo sobre ella? —preguntó Vilma.— Ya tengo más información sobre este caso.—No, yo no hice nada, lo juro.—No he venido a hacerte daño, solo quiero conversar contigo, tengo una hija de tu edad, ella está desaparecida, aún tengo la esperanza de encontrarla con vida.—Ella se robó un dinero, y puede ser una persona peligrosa —exclamó Jairo.—No, ella no se robó ningún dinero, hace poco rescatamos a una mujer que la iban a secuestrar y su cartera estaba llena de dinero, eso forma parte del plan, culpar a la víctima de robo, en caso de que algo salga mal.—Yo sabía, que ella era inocente —respondió la tía Vilma, mientras se agachaba para darme un abrazo.—Gracias por ayudarme, señor —lloré estando de rodillas en el piso—, no quiero que nadie más vuelva
—¿La madre de Leya tampoco la cuidaba?, existen madres solteras que a pesar del abandono del padre educan bien a sus hijos.—La madre de Leya, es una buena mujer, pero trabajaba muchísimas horas para poder alimentar a su hija y no podía estar pendiente de ella, tenía que dejarla en guarderías o con extraños.—Perdóneme Vilma, pero nadie les pudo brindar apoyo, ¿acaso ellas no tienen familia?—La madre de Leya tiene familia, pero nadie la quiso apoyar.—¿Y usted?—En muchas oportunidades mis hermanas y yo quisimos cuidar a Leya, pero mi hermano nos prohibió que la trajéramos a casa.—¿Por qué hizo eso?—Él no quería que su esposa se enterara de que nosotros la ayudábamos, recuerdo, que una vez, estuve cuidando a la niña y cuando mi hermano llegó de visita con su esposa, tuve que esconder a la pequeña en una habitación del fondo.—El general es demasiado sumiso con su esposa, eso es inaceptable, además, la niña no nació de un engaño, su ensañamiento contra ella es irracional.—Eso es ve