Amir me había perdonado y yo no podía sentirme tan feliz, al fin habíamos vuelto a ser lo que nunca dejamos de ser, nuestro amor es tan fuerte que puede con todo y sé que siempre será así.
—¿Hay algo más bonito que verte despertar?—Su voz sonó en un susurro mientras me movía y abría los ojos al nuevo día.
—Creo que no, ni para mí hay algo tan bello que dormir a tu lado, que sentirte en mi cuerpo y sobre todo que mi corazón sepa que te ha recuperado.
Amir me sonrió y después besó mis labios. —Te amo, habibati.
Dicen que de los errores crece uno, se madura y sobre todo se experimentan momentos qu