Nikolay
Me subo a la cama y pego mi cuerpo al de ella, mi erección duele, en estos meses no me he desahogado de ninguna manera; si no es con ella y en su interior no me apetece.
Acaricio sus piernas y subo lentamente por sus brazos hacia su hombro, continúo en su rostro y bajo por entre medio de su pecho hasta detenerme en su abultado vientre. Hago círculos allí, me vuelve loco tocar su pancita, es mi nuevo lugar preferido.
Beso su cuello y deslizo mi mano hacia su pelvis, sus latidos son erráticos y su respiración pesada. Ingreso mi mano por debajo de su prenda íntima y la escucho jadear, llego hasta sus pliegues y comienzo a acariciarla, se gira para darme más acceso.
-Estás muy mojada cariño. - mi voz sale ronca por la lujuria.
-¿Crees que ha sido fácil estar este tiempo sin ti? Las embarazadas tenemos la li