Cerca de la noche, Saúl había notado que su abuela aún no llego ni siquiera cuando se dirigía a la cafetería de la clínica.
Pero, por el momento, no quería decir nada, sino cuando estaba a punto de buscarla esperando no llamar la atención.
—Paola me tengo que ir un momento, por favor no vayas a decir nada—dijo este hombre mientras que ella le hizo la señal para que se fuera rápido.
Saúl no perdió el tiempo para empezar a buscar en todos lados, intentando no pensar en lo peor que podría ocurrir en estos casos.
¿Acaso pudo haber sido secuestrada o se fue hacia otro sitio?
Igual siguió preguntado a unos empleados junto a la recepción de la clínica, a pesar de que les mostró una foto de ella, no funciono porque nadie la pudo reconocer.
De todas maneras, salió un poco mientras iba a los negocios que estaban al frente, pero tampoco encontró nada.
Entonces tomo la decisión de contarle a su padre acerca de lo que estaba sucediendo con su abuela.
Por otro lado, uno de los médicos de emer