El médico detuvo su registro médico, levantó la cabeza con sorpresa y miró a Laura, luego al hombre alto y guapo frente a él, y finalmente a Manuel, quien estaba disfrutando de la situación.
Silenciosamente dejó caer el bolígrafo y comenzó a analizar el caso del paciente frente a él:
—Probablemente debido al accidente automovilístico, golpeaste tu cabeza y sufriste una leve conmoción cerebral, lo que te hizo perder parte de tu memoria. Deberías ir a hacerte una radiografía para determinar la situación exacta.
Mientras el médico daba instrucciones a Laura, Diego, inexpresivamente, dejó vagar su mente.
¿Qué iban a hacer ahora?
Después de que el médico se fue, un silencio incómodo llenó la habitación.
Finalmente, fue Manuel quien rompió el hielo entre los dos, tosiendo un par de veces y mirando a Laura y Diego con incredulidad:
—¿Qué están haciendo ahí, mirándose el uno al otro como si fueran muñecos de madera? ¿Jugando a las estatuas?
Sus palabras sacaron a Laura y a Diego de su ensimi