Me llené más de nervios cuando escuché eso.

Luego prosiguió y dijo:

— Tengo una condición.

Lena y yo nos miramos. Después ella preguntó:

— ¿Qué condición?

El la miró y le dijo:

— Quiero que te pongas tu ropa y te vayas.

Lena dijo:

— Danos nuestra ropa y déjanos en paz.

El le dijo:

— Te vas primero quiero hablar con tu amiga.

Lena no podía asimilar lo que estaba diciendo yo me asusté aún más, pero me pude dar cuenta de algo por eso le dije a Lena:

— Lena vete déjanos hablar estaré bien entendí muy claro el mensaje de este tipo.

Lena reaccionó enojada y me dijo gritando:

— ¡ Estás loca ! No te voy a dejar con este sujeto aquí sola.

La tomé por el brazo y la llevé lo más lejos que pude le secretié en el oído que se fuera, ese tipo no iba a dejar pasar una cosa y yo sabía que era. Le dijo al chico:

— Dame mi ropa.

El chico se la dió, Lena se cambió y se fué. Cuando se iba le dije al chico que sea breve. El me dijo:

— Quiero que hagas conmigo lo que hacías con ella o sino no tendré piedad.

Me asusté tuve miedo de lo que le podría contar a mi familia. Duré un rato muda, no quería hacerlo, luego le dije:

— Está bien.

El chico no se veía nada mal era guapo y dulce, se quería acostar conmigo yo accedí.

El chico tiró mi ropa a un lado luego empezó a quitarse la ropa, tenía un cuerpo sexy miré para otro lado cuando terminó se me acercó sentí que mi corazón latía más fuerte me sentía extraña mis ojos se quedaron mirando los de él me tomó del brazo y me empezó a besar, el chico besaba rico me gustaron sus besos, me acariciaba la cintura, los muslos, los senos, luego nos inclinamos al suelo y tuvimos sexo una y otra vez, yo sentía mucho placer cada orgasmo era como una gloria, me sentía en las nueves, veía las estrellas, todo era muy rico. Cuando ya no podía más me dijo vete me puse mi ropa y me fuí a mi apartamento. Llegué a mi casa, tomé una ducha cuando terminé ordené una pizza, cené con ella luego me acosté a dormir.

Al día siguiente escuché el timbre no quería levantarme, me moví lentamente era Lena entró a mi apartamento y me dijo:

— No puedo creer que te permitiste eso Laurys ¿ Qué hiciste con ese chico ?

No le respondí me quedé muda.

Luego con ira me preguntó:

— ¿ No me vas a contestar ? ¿ Te gustó el haberte revolcado con ese tipo ? No me vayas a decir que no, no soy estúpida.

En seguida le respondí:

— Sí. ¿Tuvimos  sexo y qué?

Me miró furiosa y me preguntó:

— ¿ Te gustó ese tipo?

Le dije: 

— No. Y no te importa. Ven vamos hablar, te tenía mucho diciéndote que nos iban a descubrir un día en el almacén, claro tu de terca ni me escuchaste ¿ Y ahora ? Mira lo que sucedió. Te ima...

Me interrumpió alzó sus dos brazos y  dijo:

— Ya cállate es suficiente.

Me callé. Se escuchó un silencio largo. Luego me habló de Marcos diciéndome que lo iba a encarcelar pero no hacía nada sólo es bla bla bla.

Luego para olvidar lo sucedido en estos días le dije:

— Vamos a mi habitación.

Ella me miró y me dijo:

— Hoy no tengo ganas tengo estrés quiero irme lejos por unos días.