Le dije:

— No me hagas esa pregunta pregúntaselo a él.

Marcos tomó una manzana y la mordió yo le dije:

— Vámonos.

Vi en su cara que no quería irse y dijo:

—  Pero por qué me invitas y quieres irte ya, mujeres, mujeres, ustedes son extrañas si.

Pero no me importó lo que dijo me marché y Marcos que siguió, me llevó a mi apartamento.

El siguió hacia su casa, yo puse un poco de música para relajarme y tomé una botella de whisky. Tomé copas una otra vez como siempre hasta que no supe de mí, al otro día desperté con una resaca matándome, que dolor de cabeza tenía, cuando reviso mi celular veo una llamada perdida de un número desconocido no le di importancia y apagué la pantalla, luego me dirigí a la cocina tomé una pastilla para la resaca y me volví a acostar, horas después me despierta una llamada perdida pero no conocía ese número me pregunté quién sería. Luego registré el número, vi si tenía whatsapp y si lo tenía chequié la foto de perfil, nombre