18. Regresando al destino
Sophia nunca había sentido nada igual, aquellos labios que le exigían abrirse a él eran suaves y cálidos a la par de exigentes, todo su cuerpo se estremeció y un calor la recorrió entera hasta llegar hasta sus lugares más íntimos.
— Los siento por tomarme estás licencias contigo, desde que desperté solo había deseado hacer una sola cosa, abrazarte y besarte, no hay tiempo ni era quizá la mejor manera pero…
Ella colocó un dedo en sus labios para callarlo y luego de un suspiro, lo besó de nuevo pero está vez de manera fugaz, — Yo también lo anhelaba, no tienes de qué disculparte.
— Sería este el momento perfecto si no estuviéramos en esta situación.
— Por ello no deja de ser especial pero lamentablemente debemos apresurarnos, no creo que Lucas esté muy lejos.
— Tienes razón, acá no estamos seguros, él conoce muy bien este escondite pues solíamos reunirnos aquí.
— Entonces no hay tiempo que perder.
En ese momento se escucharon a los lejos algunas voces y pasos apresurados, por lo que la