Tan pronto como terminó de hablar, el ambiente en la oficina se puso inmediatamente tenso.

Al ver la cara indiferente e impaciente de Su Tian'ai que no quiso mostrar nada simpatía, Tang Ruochu sintió la rabia hirviendo en el fondo de su corazón. Tenía el presentimiento de dejarla salir por la boca de una vez.

"¿No sabes lo que quiero decir?". Su Tian'ai le lanzó la pregunta.

Tang Ruochu no le contestó. Ella sólo no dejaba de mirarla con severidad.

Su Tian'ai se reclinó contra su silla y se cruzó de brazos. Echó un vistazo al borrador de noticias que estaba sobre la mesa. Un toque de crueldad pasó rápidamente por sus ojos.

"¿Aún no?". Su Tian'ai levantó ligeramente las cejas y luego soltó una risa despreciada. "Está bien, entonces, te diré lo que quiero decir”.

Tang Ruochu entrecerró un poco sus ojos. Vio que los labios de Su Tian'ai se movían de arriba hacia abajo, mientras decía lentamente cada palabra: "Estoy tirando la basura".

Una ira incontrolable estalló al instante en los