—Alessio, falta poco para que el sol salga, debemos irnos ya. Grita Dante destrozando el cuerpo de algunos vampiros.
Alessio hacia lo mismo, dejando solo a unos pocos con vida… pensó que la luz del día se encargaría de ellos. Su esposa llego a su lado cubierta de sangre que no era de ella, no parecía cansada pero estando embarazada no era recomendable que estuviera forzando su cuerpo. Era hora de regresar a casa.
—¿Estas bien? Le pregunta quitándole algunas manchas de la cara con el pulgar.
—Si. Esta sonríe con un deje de tristeza.
—Debemos volver a la mansión. Le dice tiernamente. —El sol esta por ponerse, y tú necesitas descansar.
Este pillo a los vampiros que quedaron con vida, ya no se acercaban a ellos. Quizás por la multitud de cadáveres que había a su alrededor. Lentamente fueron retrocediendo como animales salvajes adentr