Cap. 4. Festival.

Narra Olivia.

Abro la puerta y lo primero que siento es un olor a comida, cierro y camino a la cocina, miro que Nalu está cocinando, me quedo en la isla, me siento en la silla alta y me quedo ahí viendo cómo se mueve en la cocina, siento que alguien se sienta a mi lado y veo a Kai mirar a su madre, me mira y sonríe.

— ¿Qué tal tu primer día? — escucho que pregunta Nalu, la miro y sonrío, tendré que mentir porque debe tener una idea súper falsa de Nani.

— Oh, me fue muy bien, señora Nalu — respondo con mi mejor actuación, siento la mirada de Kai pero no lo miro para nada. Nalu se voltea y me mira.

— Que bueno, cariño, Nani es una buena chica, me alegra que se haya conocido — se voltea y lo que me dice solo hace que me sienta culpable por mentir y se crea esa ilusión. Mi teléfono suena y me levanto para irme, subo rápido la escalera contestando la llamada de mi madre.

— ¡Holi! — escucho un grito y miro que no es mi madre quien llama sino Elisabeth, mi mejor amiga — ¿Cómo te va en Hawái? — pregunta y suspiro, entro a mi cuarto y cierro la puerta.

— Bien, ahí, tengo que convivir con mi amor de la infancia, creí que ya no sentía nada por él y ahora… — reviso la ventana y veo salir a Kai — Después de 12 años sin acordarme de él, me doy cuenta que aún estoy enamorada, tengo esos inocentes sentimientos que tenia de niña, Eli y es complicado — suspiro.

— ¡No puede ser! — chilla — Yo si me acuerdo de ese amor de verano, eh, yo sabía que cuando me dijeron que estabas en Hawái por este verano, sabía que te estabas es su casa, y dime, ¿Esta guapo? — río un poco mirando a Kai subirse a su moto.

— Claro, es guapísimo, me siento cómoda y protegida con él, es el mismo solo que físicamente está súper cambiado pero tiene esos ojos — suspiro hasta que veo que mira hacia mi ventana y me agacho de golpe.

— ¿Qué fue eso? — pregunta preocupada, maldigo un poco.

— Nada, solo siento que volví a ser una adolescente enamorada — respondo recordando un poco mis años de bachillerato — Como sea, estoy bien pero no me siento yo estando aquí, todo me parece tan desconocido después de 12 años sin venir — suspiro otra vez.

— No sé qué decirte, no he pasado por eso porque soy muy extrovertida — me río por lo que dice — Cierto, me mudo a Nueva York en septiembre — me siento bien en el piso.

— ¿Y eso? — pregunto.

— Conseguí un trabajo en una editorial, debería venir, darte un nuevo aire, si quieres te puedo conseguir un trabajo, eres muy buena escritora, aunque ahora pareces muy bloqueada — río un poco.

— Lo pensare, aún no termina el verano, tal vez hacer eso sería genial — no se me daba tan mal el inglés.

Pasé casi toda la noche hablando por teléfono con Eli que no me di cuenta de lo tarde que se había puesto. Me acuesto y sin darme cuenta me quede dormida al instante, en sí, si estaba bien cansada.

Viernes, 20, julio, 2018.

Miro a las personas pasar delante de la tienda, estoy tras el mostrador mientras Nani está atendiendo a un turista, los días pasan de largo y mis sentimientos y como me siento cada vez son más descontrolados, quiero mantener todo bajo control pero cada vez que veo a Kai.

— Hola chicas — el moreno entra justo cuando pensaba en él, el cliente se va y él se acerca al mostrador — Comenzó el festival, ¿Están listas? — frunzo el ceño sin entender de qué festival está hablando.

— ¿Festival? — pregunto y veo que Kai se da cuenta de mi confusión.

— Cada verano se hace un festival por nosotros en el malecón, es el más grande y dura del 20 al último del mes — explica Nani de manera amable, cosa que solo pasa sin Nalu o Kai está presente, porque a solas es súper odiosa.

— Oh ya veo — digo comprendiendo, Nani mira a Kai coqueta y él igual a ella, esto me molesta demasiado y tomo mi teléfono notando que tengo un mensaje de Jared, si, al final le escribí y le regrese su camisa pero sigue escribiéndome como si fuéramos los más grandes amigos de toda la vida.

Me levanto y tomo mi bolso dejando a ambos en su nube, me relajo y salgo de la tienda, por pura casualidad me cruzo con Jared.

— Viste mi mensaje pero me dejaste en visto — dice dolido, me río un poco, no es tan malo como creí, supongo que actúa así por la enemistad que tiene con Kai pero conmigo es medio diferente, claro sin obviar que quiere llevarme a su cama, por nada tuve varios novios, sé cómo son los chicos.

— Claro que lo vi, pero iba de salida — digo señalando la tienda — Por cierto, supongo que sabes del festival — asiente.

— Claro, se hace cada verano para estas fechas — asiento haciendo memoria, supongo que era muy chica y mis padres no me llevaban — ¿Por? ¿Quieres venir conmigo? — escucho que pregunta, lo miro y sonrío.

— Puede ser, búscame en casa de Kai, supongo que sabes donde es — asiente y me voy alejando, cuando estoy por cruzar la calle veo la moto de Kai llegar y pararse frente a mí.

— Siempre desapareces en el momento menos esperado — dice con cierta molestia, sonrío nada más.

— No quería interrumpir tu coqueteo — vuelvo a mirar para cruzar pero Kai hace sonar su moto y lo miro.

— Te diré una cosa, aléjate de Jared, no es un buen chico — abro mi boca haciéndome la sorprendida, hace días que empecé a notar la verdadera personalidad de Kai, ya no era ese niño que yo conocía, para nada, ya es un hombre de 25, con instintos carnales y todo un bad boy de primera, claro que cambió de mucha manera. 

— Gracias por tu aviso pero no soy tan tonta cómo crees — cruzo por fin la calle y sigo caminando para llegar a la casa, al llegar noto la moto de Kai en la entrada y niego, subo las escaleras y entro a la casa viendo a Nalu arreglarse.

— Querida, llegaste, mira lo que te tengo — dice apenas me mira, me entrega una ropa casi parecida al personaje de Moana, como si fuera poco es mi segundo nombre. — Hay un festival, tienes que ir, póntelo, te quedara hermoso — asiento y lo tomo sin quejarme u oponerme.

Cuando entro al cuarto, me cambio por completo, dejo mi cabello al natural y bajo, me puso unas sandalias rojas para que me combine, noto a Kai sentado en el sofá de paja y simplemente lo ignoro para mirarme en el espejo, siento que alguien se pone tras de mí y puedo mirarlo atreves del espejo, al parecer solo estamos él y yo.

— Vaya, te queda increíble, hasta podría decir que eres una de nosotros — ruedo los ojos volteándome a mirarlo.

— Claro, como si mi padre no fuera hawaiano — digo, se ríe y me pone una corona de flores, frunzo el ceño y me miro en el espejo.

— Lista — trago saliva pero me controlo y me alejo de su cuerpo, la puerta es tocada y lo veo fruncir el ceño — ¿Invitaste a alguien? — pregunta y asiento, abro la puerta viendo a Jared vestido con una guayabera y unos short blancos.

— Wow, te ves increíble, te pareces a un personaje de Disney — dice con coquetería. — Oh, Kai — siento al moreno tras de mí otra vez.

— Jared… ¿Qué haces aquí? — pregunta y suspiro.

— Tenemos una cita, asa que chao — salgo de la casa y tomo la mano del pelinegro, no iba a esperar respuesta alguna de Kai porque no tiene derecho a nada, menos ahora sabiendo que solo me mira como una amiga. Lo sé porque lo escuche hablar con su madre, simplemente soy una amiga de la infancia.

— Vaya, eso fue rápido — ríe y ruedo los ojos.

— Disfrutemos esta noche — digo y asiente, caminamos y veo muchas tiendas abiertas, sobre todo puesto de comida y accesorios en todo lados, todos vestían de misma manera que yo y Jared, primera vez experimentando algo así.

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