[Zachary: Bien, señora Schick. Gracias por el desayuno].

Zachary había visto la comida que le había dejado en la mesa del comedor.

Yara tenía razón. Los hombres tenían un corazón blando para nosotras.

Estaba intrigada y le pregunté a Yara: "¿Por qué te volviste adicta a las novelas románticas? ¿Hay buenas novelas? Recomiéndame algunas".

"Estaba un poco aburrida hace unas noches, así que Anémona me recomendó dos novelas. Luego quedé adicta a ellas. Las historias son bastante interesantes. Te las enviaré más tarde. Puedes leerlas cuando estés libre".

Yara hizo una pequeña pausa y explicó: "Desde que quedé embarazada, no tengo mucha energía para hacer mis investigaciones. Así que le pedí a Zachary una licencia larga. Por eso me trajo a trabajar aquí. Solo trabajaré tres horas al día, y es bastante relajante. Probablemente me quedaré hasta el Año Nuevo Lunar".

Todavía faltaban dos o tres meses para el Año Nuevo Lunar.

La consolé y le dije: "No tienes que esforzarte tanto. Siempre pu