Parte 1...
Dominique seguía en la cama, pensando en lo que haría durante el día cuando su teléfono sonó a su lado. Extendió la mano y leyó el nombre de Nicolás en la pantalla.
— Hola. ¡Buenos días!
Sintió un agradable estremecimiento con ese saludo. Su voz tenía ese don de hacer que sintiera algo diferente.
— Buenos días. ¿Te desperté?
— No, en realidad no - ella se sentó en la cama — Otra vez dormí poco y acabé despertándome muy temprano. Estaba dando vueltas en la cama, tomando un tiempo.
— ¿Cómo fue anoche? ¿Los curiosos todavía están ahí?
— Bueno, me fui a dormir tarde y todavía estaban frente a la casa - ella se frotó los ojos — Es muy probable que todavía estén ahí cuando salga.
— Vuelvo mañana. Llama a mi asistente si necesitas algo. O llámame directamente a mí.
— Sí, llamaré, pero no a ti. No quiero molestar.
— No molestas. Y siempre te diré lo que pienso. Llámame si necesitas algo, o si lo deseas, pensó él.
— Hoy iré a la clínica y luego llevaré algunas cosas a tu