Jack se encontraba sentado en su silla tras su escritorio sumergido en sus pensamientos, lo único que tenía en mente era lo que le había contado Keira hacía unos días atrás, el Alfa le había quedado claro que la quería proteger, que fuera su Omega, marcarla y hacerla suya, darle todo el amor del mundo y sobre todo tenía que tener paciencia para que volviera a creer en el amor, por lo que estaba dispuesto a enfrentar a su padre y romper con el compromiso tan absurdo que tenía con Lisa.No podía seguir con aquella mentira, sabía que la chica tenía sentimientos por él, pero el Alfa jamás había sentido ni una pizca de atracción hacia ella y no quería dañarla más dándole alguna esperanza, sabía que con su supuesta boda dependía el crecimiento de la empresa, pero había encontrado a su predestinada y no quería perderla.Solo el hecho de pensar en eso hacía que su lobo se entristeciera y se sintiera decaído y su parte humana también sentía lo mismo.Keira era su Omega, el amor de su vida e i
Allí está yo con un sujeto diferente, un hombre que apenas conocía, pero eso era lo menos importante, solo quería sexo y me encantaba dar placer, me gustaba verle la cara de lujuria y la desesperación por sentirse dentro de mi, todos decían que era perfecta, era de lo más excitante saber que tenía el control en esos momentos. Me presenté como Omega con 14 años y gracias a mi belleza y sensualidad pase por mucho, si, ser hermosa tiene consecuencias.No es que lo diga yo, donde quiera que llego soy el centro de atención de todos los Alfas y Betas y la envidia de las Omegas que allí se encuentren, ya que todos desvían su interés hacia mi, después de pasar por tanto decidí aprovecharme de mi belleza para lograr lo que quería y jugar con todos, de lo que sí estaba segura era que de mi no se aprovecharía más, me tocaba jugar a mi y lo haría sin piedad. –¡Al fin llegas a la casa! – escuché una voz que provenía de la sala. -- Buenos días papá – le dije sonriendo
El alfa se encontraba frente aquella escultural Omega, con su pelo teñido de rosa que le quedaba muy bien, sus ojos eran expresivos y tiernos, una nariz fina y labios gruesos que se veían esponjosos, tanto que provocan besarlos, vestía una camisa blanca algo ancha y desabrochada los dos primeros botones que dejaba ver un poco de su hombro y sus clavículas, algo provocativa y sensual, su piel blanca se veía tan suave. Desprendía un olor a fresa y miel, tan dulce, se sentía delicioso, lo había cautivado desde el primer momento. Pudo percatarse que también se había sentido atraída por el y dejó escapar más de su aroma intencionalmente, su lobo se sentía eufórico, era tan sensual y su olor tan exquisito, que solo pensaba en poseerla, besarla, le pasaban tantas cosas por la cabeza, su imaginación se desató en un momento y a penas pudo controlar a su lobo, pero tenía que comportarse, no podía dejar ver que se había quedado hechizado por aquella Omega.Se presento, mant
Keira llegó al bar al que usualmente asistía, allí todos la conocían, era muy popular entre Alfas, Betas y Omegas y la envidia de muchos también, se dirigió a la mesa donde siempre se sentaba, esta se encontraba al final del salón, donde tenía una amplia vista de todo el lugar y de todos los que allí se encontraban. En el trayecto a su mesa, no se hicieron esperar las invitaciones y los tragos, todos querían tener la oportunidad de poseer a aquella hermosa Omega, mujeres y hombres la deseaban y ella como siempre disfrutaba ser el centro de atención. Keira se encontraba sentada, sus piernas cruzadas y en su mano izquierda se encontraba encima de ellas y en la otra sostenía su trago, dibujaba en sus labios una sonrisa seductora, observando todo el lugar. Delante de su mesa se detuvo un hermoso Alfa, alto, piel blanca, pelo negro, traía puesta una camisa blanca desabrochada hasta la mitad que dejaba ver sus músculos muy bien trabajados y definidos, era realmente s
La luz que entraba por la ventana le molestaba en el rostro, trato de abrir los ojos pero no podía, de pronto de un solo salto Keira se sienta en la cama. – ¿Que pasó? – dijo sobresaltada poniendo una mano en la cabeza, parecía que se le iba a reventar – Ahhh, qué es esto? Delante de ella apareció un vaso de agua y una mano con unas pastillas, cuando alzó la vista se sorprendió mucho, frente a ella estaba quien menos podría imaginarse. – Tomate la pastilla te ayudará con el terrible dolor de cabeza que debes tener – dijo el alfa. – Pe...pero que paso? No recuerdo nada, solo que me invitaron un trago y… – hizo una pequeña pausa, ladeo su cabeza a un lado algo confundida – ¿Porque estoy aquí? – le preguntaba a Jack. – Deberías tener más cuidado con los tragos que aceptas, esos lugares a donde vas son bastante peligrosos. – El Alfa que me mandó el trago... fue el... ¿Qué me hizo? – comenzó a revisarse y a tocarse. – Nada porque llegue a tiempo –
Me levanté de la mesa, pero en ese mismo momento decidí echar otro vistazo a donde se encontraba Keira y me pude dar cuenta que algo andaba mal. Vi como la chica sostenía su cabeza con una de sus manos, el Alfa se sentó a su lado y la abrazaba, hacía unos minutos la pelirosa estaba bien y ahora parecía bastante desorientada, aquello me causó una rabia horrible, al parecer la habían drogado, solo de pensarlo me enfurece.Sentí como mi lobo gruñía y me pedía a gritos que la ayudara, que no dejará que le hicieran daño, no pude contenerme y me acerque a su mesa, ya el tipo estaba levantando a la Omega con la intención de llevársela.– ¿A dónde crees que la llevas? – le dije amenazante.– Es mi chica y me la llevo, como puedes ver está bastante borracha – hizo una pausa – Además quien eres tú para estarme preguntando?– Soy su Alfa, asi que sueltala – el tipo dejo caer a Keira en el asiento, su intención era intimidarme pero había notado que mis ojos había cambiado de color y mi voz se vo
Apenas había logrado contenerme, no quería que se diera cuenta de como estaba en aquel momento, mi lobo aullaba desesperado, solo quería poseerla, ella era realmente una Omega hermosa y sensual. Me percate que le había molestado mi rechazo, pero no quería aprovecharme de ella y demostrarle que era como todos los demás Alfas, prefería correr el riesgo de que no quisiera saber de mi, ya me encargaría de conquistarla. – ¿Dónde te metiste anoche Jack? – Me aburrí y me fui a mi departamento, de todos modos estabas muy ocupado – Williams reía. – Perdón por haberte dejado a un lado, pero aquella belleza necesitaba de toda mi atención y no podía decirle que no – una sonrisa ladina se asomaba en sus labios. – Me invitas a salir contigo y luego me dejas tirado por una mujer, que amigo mas malo tengo, como piensas compensar el daño que me has causado – dije dramatizando un poco. – Bueno pensaba en invitarte de nuevo a salir, vamos a cenar el sábado en la tarde. – NO.... invítame de nuevo
Llegaron al departamento, uno realmente grande y hermoso, todo estaba ordenado y limpio, como si allí viviera una chica y no un hombre solo.– ¿Quieres un trago? – preguntó Jack.– Si, ¿tienes vino? – respondió la Omega.– Si, enseguida te lo sirvo – acercándose a un pequeño bar que tenía en una esquina de la sala.– Me gusta tu depa – observando todo a su paso.– Que bien que te guste, puedes venir cada vez que quieras, este es un barrio tranquilo, por eso compre aquí – acercándose a la chica y entregándole una copa.– Entonces vives solo? – pregunto curiosa.– Si.Keira lo miró tomando la copa, para después acercarse dándole un beso en los labios, este le correspondió.Con el pasar de los segundos el beso se fue intensificando cada vez más, la pelirosa empujó a Jack al sofá y se subió a horcajadas encima de él, movía sus caderas suavemente dejando escapar un pequeño gemido y así provocar al mayor que ya se encontraba perdido en sus labios.El Alfa se levantó con la chica encima de