La luz que entraba por la ventana le molestaba en el rostro, trato de abrir los ojos pero no podía, de pronto de un solo salto Keira se sienta en la cama.

– ¿Que pasó? – dijo sobresaltada poniendo una mano en la cabeza, parecía que se le iba a reventar – Ahhh, qué es esto?

Delante de ella apareció un vaso de agua y una mano con unas pastillas, cuando alzó la vista se sorprendió mucho, frente a ella estaba quien menos podría imaginarse.

– Tomate la pastilla te ayudará con el terrible dolor de cabeza que debes tener – dijo el alfa.

– Pe...pero que paso? No recuerdo nada, solo que me invitaron un trago y… – hizo una pequeña pausa, ladeo su cabeza a un lado algo confundida – ¿Porque estoy aquí? – le preguntaba a Jack.

– Deberías tener más cuidado con los tragos que aceptas, esos lugares a donde vas son bastante peligrosos.

– El Alfa que me mandó el trago... fue el... ¿Qué me hizo? – comenzó a revisarse y a tocarse.

– Nada porque llegue a tiempo – contestó el alfa.

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JACK STRONG

– Muchas gracias – extendiendo la mano y haciendo una reverencia.

– Es un placer hacer negocios con usted y su empresa – habló su invitado.

– Lo mismo digo – respondió Jack.

Despidió a sus nuevos socios, con los que había acabado de cerrar un muy buen trato y entró nuevamente a la oficina, se dejó caer en el asiento, se sentía cansado, puso su mano en el cuello masajeando un poco, un fuerte dolor de cabeza comenzaba a apoderarse de él.

Tocan la puerta de la oficina y esta se abre, se giro para ver quien era la persona que no podía esperar a que le diera su permiso, pero quien más podría ser si no Williams.

Es su mejor amigo desde pequeños, es un Alfa muy apuesto, siempre tiene una sonrisa en su rostro y le encanta estar de fiestas, divertirse y estar rodeado de personas, aunque a pesar de eso es muy responsable cuando tiene que ver con los negocios y su familia, mientras él es todo lo contrario, no le gustan para nada las personas y su rostro siempre está serio, en lo único que se parecen es a la hora de los negocios.

– ¿Qué pasó Will? – así le dicen todos los amigos cercanos a él.

– ¿Cómo salió todo? – preguntaba el alfa.

– Bien, firmaron el contrato todo les pareció perfecto, no pusieron peros a nada.

– Era un muy buen trato – dijo su amigo.

– Pues si – contesto a penas Jack.

– Ahora vamos a celebrar – dijo entusiasmado su amigo.

– ¿Qué?... no me retiro a mi departamento, estoy muy cansado.

– Amigo pero que aburrido eres, no todo es trabajo, vamos a divertirnos un rato, conozco un lugar adonde van Omegas hermosas que buscan pasarla bien con Alfas apuestos como nosotros – comenzó a reírse, él solo lo miró de medio lado y una de sus cejas arqueada.

– Ya te dije que no........ Gracias amigo por pensar en mí – le dijo con sarcasmo – Pero necesito descansar un poco, esta semana ha sido muy estresante – respondió.

– Por eso, nada mejor que un poco de diversión para el estrés – insistía su amigo.

Su teléfono comenzó a vibrar, era su padre, aquello le molestaba y mucho, ahora que quería, su relación con el no era la mejor, aunque tampoco de las peores.

– Buenas noches padre.

– Buenas hijo, ¿cómo te fue?

– Bien, firmaron el contrato.

– Felicidades hijo, ven a casa a cenar para celebrar, aquí está tu prometida.

Sentía que la sangre le ardía, no soportaba la idea de tener que encontrar a su supuesta prometida, alguien que simplemente su padre le impuso porque todo para él es dinero hasta su único hijo.

Maya es una Omega muy hermosa y agradable pero él no tenía ningún interés en casarse, ni de tener omega.

– Padre lo siento mucho pero no puedo ir, tengo un compromiso de negocio, dile a Maya que me perdone, yo la llamo para cenar otro día – colgó el teléfono sin darle la oportunidad a su padre de decir nada mas y de paso lo apago para que no insistiera.

Miró a su amigo que se encontraba sentado frente a él mirándolo con su sonrisa maliciosa.

– Ok te acompaño a divertirte, es mejor que tener que ir a casa de mi padre – will solo reía.

– Entonces vamos, no te vas a arrepentir, ya veras la cantidad de bellezas que allí hay – hablaba emocionado su amigo mientras Jack rodaba los ojos.

Cada uno se subió en su auto y Jack lo seguía ya no tenía ni idea de a donde lo llevaría, se detuvieron frente a la puerta de un club y se bajaron, Williams se paró a su lado y le pasó la mano por encima.

– Hoy nos vamos a divertir a lo grande jajajajaja...._ el alfa solo lo miraba, sin decir palabra alguna.

Jack no era de frecuentar lugares así, la música estaba alta y habían demasiadas personas, eso no le agradaba mucho pero bueno, ya estaba allí, en el centro del lugar se encontraba una pista de baile donde habían varias persona bailando, el alfa se dirigió a una mesa en lo que su amigo fue a la barra a pedir los tragos.

– ¿Viste cuántas bellezas hay aquí?_ dijo entregándole un vaso, él solo asintió, para salir de el_ Aquella Omega de pelo rosado es la más hermosa del lugar.

Señalando a la mesa que se encontraba al final del salón, para su sorpresa era Keira, aquella hermosa Omega que había conocido y lo había dejado cautivado.

A su lado se encontraba un chico que supuso era un Alfa, se veían muy a gusto, solo reían y se hablaban muy cerca, parecía que eran pareja, él solo los observaba, mientras se daba un sorbo de su trago.

– Oye Jack, me oyes – acercándose a su rostro, fue cuando reaccionó, se había quedado embelesado mirando a Keira, que reía jodidamente hermosa y sensual.

– Si, perdoname, es que me siento cansado, ya te había dicho, pero cuéntame más de aquella Omega – dijo sin pensar.

– ¿Qué? ¿Te gustó? – lo miro fijo a los ojos esperando su respuesta.

– No... la conocí hace poco, es la hija de mi nuevo socio, el dueño de la compañía Wilson.

– Oh, ya, ok, te cuento – no muy convencido de lo que le había dicho – Bueno a ver además de ser una Omega bellisima, pues todos aquí matarían por pasar una noche con ella, no se le conoce una relación seria, si tienes suerte de irte con ella una noche, pues aprovéchala porque no se va con una misma persona dos veces, al parecer solo le gusta jugar y hay más de uno enamorado de ella – contaba Will.

– Y ese Alfa que la acompaña ahora, es el afortunado de hoy? – preguntó curioso.

– No – rio – Todos dicen que es su novio pero yo no creo que sea así, él también es alguien bastante popular aquí, más bien pienso que son amigos.

– ¿Y tú has dormido con ella?_ Will se rie.

– No, a pesar de que es realmente bella y sensual, nunca me ha llamado la atención.

–¿Por qué?

– No sé, además a mi de vez en cuanto me gusta repetir y como con ella no se puede – dijo en forma de broma.

Estuvo toda la noche observando a Keira, ya Williams tenía a su lado una chica con la que reía muy a gusto, de pronto notó que el Alfa que estaba al lado de Keira se levanta y se dirige a una mesa donde se encontraba una Omega siendo molestada por otro alfa, que se veía que ya estaba pasado de trago, volvió su mirada a Keira, tenía en su mano un trago que estaba alzando y con él saludaba a un chico que tenía enfrente, supuso que ese sería el afortunado de la noche.

– Will, me voy – le dijo a su amigo.

– Porque? Todavía es temprano – mirando el reloj.

– Necesito descansar – dijo sin más.

Se levantó de la mesa, pero en ese mismo momento decidió echar un último vistazo a donde se encontraba la bella Omega y se dio cuenta que algo andaba mal.