Mike estaba en la villa del bosque.

Mike detuvo el coche y se dirigió a la puerta de inmediato. Los guardias lo detuvieron.

“¡Vengo a buscar a Avery!”, dijo Mike. “Su jefe ha muerto. Quizá deberían empezar a pensar si van a seguir cobrando”.

Los guardias estaban desconcertados.

En la escalera, la criada estaba ayudando a Avery a bajar las escaleras. Ella se estaba yendo del lugar.

Elliot había muerto. Avery quería verlo por última vez.

Cuando Mike vio a Avery, apartó de inmediato a los guardias y entró a grandes zancadas.

“¡Avery! ¡Estoy aquí para llevarte a casa!”. Mike sacó a Avery del agarre de la criada.

Después de ayudar a Avery a subirse en el coche, Mike le miró la pierna. Ella tenía puesto un pijama holgado, así que no pudo ver su herida.

“Estabas cojeando hace un momento. Me cuesta creer que tus heridas estén casi curadas”. Mike frunció las cejas y arrancó el coche. “Te llevaré al hospital una vez que volvamos a la ciudad”.

Avery se aferró al cinturón de seguridad