La impresión que Layla tenía de Elliot había cambiado por completo. Antes era el mejor padre del mundo a sus ojos, pero en ese momento se había convertido en el más atroz de los demonios.

"Robert estará bien con la señora Cooper cuidando de él", consoló Hayden a su hermana. "¡Mami luchará por su custodia cuando llegue el momento, pero no creo que Elliot sea tan amable como para dejarla salirse con la suya!".

La puerta se abrió momentos después.

Layla y Hayden se quedaron atónitos al ver a Robert de pie en la puerta, y Layla incluso rompió a llorar cuando tuvo la idea de separarse de su hermanito.

"¡Apestoso pequeño Robert! ¡No quiero separarme de ti! ¡No tienes ni idea de las ganas que tengo de llevarte conmigo!". Layla abrazó a Robert y casi le faltaba el aire de tanto llorar.

Robert hizo un mohín y quiso llorar también cuando sintió el cálido abrazo de Layla y escuchó sus sollozos.

La señora Cooper se sobresaltó al ver lo que ocurría, así que miró de inmediato a Hayden. "¿Qué p