Sebastian solía firmar con bolígrafo dorado las cartas privadas entre ellos. El bolígrafo dorado tenía un acabado suave y fino que era único, tanto así que Alex podría notar si los documentos secretos habían sido falsificados por alguien que intentó imitar la firma de Sebastian.

Ryan regresó para recuperar su teléfono después de salir corriendo, y descubrió que Sebastian había metido la mano en el bolsillo para sacar un bolígrafo dorado.

"Tío Sebastian... por favor, no me asustes así de nuevo, ¡estuve a punto de tener un infarto!", exclamó Ryan y sonrió con torpeza.

Sebastian no lo miró y permaneció concentrado en firmar el documento. "Eres tú quien se asusta fácilmente. ¿Cuándo he jugado así contigo?".

Ryan asintió sonriendo y preguntó: "Tío Sebastian, ¿puedes…darme mi teléfono ahora?".

"¡Espera!".

"Mm... Tío Sebastian, yo... estaba bromeando. Me gustaba la Tía Sabrina, pero eso fue antes de saber que era mi tía. Ahora que lo sé, no me atrevería a pensar en ella de esa manera ni