104. Y se adelantaron
Samantha caminó hacia Amber y notó un pequeño pozo de líquido en el suelo. —Bien, hija, debes intentar mantenerte tranquila.
— ¿Por qué?, ¿qué pasa?—, preguntó asustada mientras Brigitte también llegaba hasta ella.
— No pasa nada, amiga, solo que es el momento en que tengas a tu bebé. Vamos a cambiarte y llevarte al hospital.
— ¡¿Qué?!, ¡No puede ser!, todavía les falta un mes para llegar.
— Los bebés tienen su propio tiempo para nacer, algunos se adelantan, otros se atrasan, pero el hecho es que ya rompiste fuente.
— Pero…, pero aún hay cosas que no he arreglado en su habitación y…
— Y nada, todo podrá arreglarse después, no pienses en eso, sino que en poco tiempo podrás ver a tus bebés, así, prisa, pero sin pausa vamos a prepararte para irnos.
Su amiga hizo que se apoyara en su brazo y las tres mujeres salieron de la cocina rumbo a la habitación y de inmediato, Samantha comenzó a girar instrucciones: —Liam, ve por el auto, van a nacer los bebés.
Este cayó en una especie de estado c