Capitulo 33
Mauricio es arrastrado hasta en jardín por Italo, el lobo quería correr tras el carruaje en el que Susan se iria de su vida.
— ¡Dejala en paz! Ya le has hecho mucho daño, necesita pensar — Italo quiere cuidar de ella, sabe que lo necesita.
— Ella es mi esposa, tu no tienes porqué meterte en cosas que no son de tu rango y mucho menos de tu incumbencia — El lobo se había cansado de soportar a su amigo opinando todo el tiempo de su relación.
— Lo hago porque ella es muy importante para mí, Susan es excepcional.
El lobo gruñe, Mauricio agarra con sus fuertes manos en abrigo de su amigo, abre los ojos con rabia y furia.
—¿Que es lo que quieres decirme? Desde hace rato te noto extraño, parece que te importa mi esposa más de lo que quieres admitir.
— Estoy enamorado de Susan, el día que la rescate la olfatee y su aroma se me quedó en la piel — Italo ya no quiere ocultar más lo que pasa en su corazón, guardar este secreto no está más permitido.
Mauricio se siente celoso, pues recu