Después de que Jiang Cheng se fue, el Señor Wang se puso en contacto inmediatamente con la secretaria del Grupo Jin para concertar una cita con Jin Fengchen.

Por casualidad, una reunión de Jin Fengchen esa tarde fue cancelada, y la secretaria concertó un encuentro a esa hora.

Por la tarde, el Señor Wang llevó con confianza la caja de té para ver a Jin Fengchen.

“Hola, Presidente Jin”. Tras entrar en el despacho del presidente, dijo con respeto.

El Señor Wang no podía decir con seguridad por qué le tenía tanto miedo si era más de diez años mayor que Jin Fengchen.

Jin Fengchen asintió: “Por favor, siéntese”.

“Presidente Jin, sé que le gusta el té. Resulta que compré este té recientemente, puede probarlo”.

El Señor Wang sacó el té y se lo entregó a Jin Fengchen como si fuera un tesoro.

Jin Fengchen frunció ligeramente el ceño, algo sorprendido, pero solo dijo levemente: “Es usted demasiado amable, Señor Wang”.

El Señor Wang sonrió con inquietud y le entregó el plan del proyecto.