Hola de nuevo, espero que lo esten dando todo en su día a día. Como siempre recuerden dar su me gusta, su comentario, calificar la historia y por último seguirme. Voy a escribir capítulos más cortos ya que Buenovela recomienda no pasar de las 2,000 palabras. ¡Gracias por darle la oportunidad a esta historia, los amo! Nos leemos mañana, chao.
El lobo gris da un paso hacia adelante y sin pensarlo dos veces tiro la cadena que toma su pata. Observo como sale humo de la pata de Max haciendo que este chille y se zafe del débil agarre de la cadena. Este gruñe y nuevamente se abalanza sobre mí por el enojo, lo esquivo fácilmente. Enredo la cadena en sus patas haciendo que pierda su equilibrio y caiga. —Aunque no son hombres lobos tiene una pequeña debilidad ante la plata, como que fueron supuestamente creados por Luna. — comento sonriendo ante ver como Max está herido por la plata. —Tal vez no les afecte tanto como a un hombre lobo pero si les causa un efecto. Se nota que ambos tiene que ver con la "Luna" — uso mis dedos para hacer las comillas. El futuro alfa gruñe y se levanta dejando ver que de verdad no le afecta tanto como a los hombres lobos. Este salta y abre su gran hico haciendo que de unos pasos hacia atrás. Alzo mi mano haciendo que la cadena se enrolle en su hocico y lo cierre. —Ahora me toca a mí hum
Mi madre gruñe dando un mandato a sus estudiantes la cual responde asintiendo y se van corriendo alejándose de la escuela. ¿Qué esta pasando? Frunzo mi ceño al volver a escuchar ese horrible sonido que emiten esas cosas, son muchos y no emiten una energía buena. Killa ayuda a Max que trata de matenerse de pie, pero este le gruñe negando su ayuda haciendo que la loba blanca pegue sus orejas a su cabeza triste. "Sigue siendo un animal", pienso girando mis ojos. Miro a mi madre que está observando de donde provienen los aullidos, asombrada. Sus orejas se ponen alertas al escuchar aullidos de licántropo y sus ojos cambian de unos asombrados a otros seguros y determinados. Me gruñe un poco mirandome de una forma que conozco desde que soy niña. —No, no me iré. — contesto negando varias veces logrando que me gruñe con autoridad. Miro el suelo en forma de respeto, aguantando el rencor hacia este mundo. Cierto, no me puedo entrometer mas en este mundo y no quiero. —Haz lo que quiera
Siento como me mueven tratando de que despierte... escucho como hablan a lo lejos, pero no logro entender gracias a que escucho un chillido en mi oído. Abro mis ojos notando como el color naranja se apodera de mi visión excepto una sombra. Agudizo mejor mi visión para saber dónde estoy, pero me siento completamente desubicada y confundida. —¡Iris! — escucho como me llaman a lo lejos después de unos minutos, me tocan el rostro haciendo que me arda. —Vamos, escúchame. —Oh... — me quejo del ardor que me provoca el tacto del ser. —No me digas que es mi sangre. — comento al fijarme que sus labios estan bañados en sangre. —¿Qué? — oigo como cuestiona la voz, me fijo que sus ojos son violetas grisáceos. —No me digas que estas soñando o alusinando. — dice la voz de tal forma que no puede creer lo que oye. —Espero que si... — comento exhausta, muevo mis manos tocando los brazos fuertes del ser que no es para nada normal. —Oh padre ¿estoy en el infierno? — cuestiono sentándome de repente hac
—¿Qué es? — le pregunto con un ojo cerrado y el otro abierto. —Después de matar a tu amigo híbrido note esto en el suelo, cerca de ti. Es un collar con varias gemas coloridas. — me acerco a Jafet algo curiosa. —Tómalo, arde más que cuando tú me tocas y eso es horrible. —¿Para qué crees que lo tenía? — cuestiono tomando el collar rápido. —No lo sé, por ver su forma y esas piedras no son encontradas en estas naciones.... Deduzco que viene de las afueras donde el gobierno y tu alfa dicen que solo hay un caos gracias a la guerra nuclear. — contesta mientras sopla la mano que agarraba el collar. —Una gema de varios colores... — pasó mi pulgar por el fino pero fuerte collar, su belleza nos hipnotiza. —Es única. — susurro notando el reflejo de mis ojos coloridos. Me recuerda a algo... algo que está lejos de mí. Por alguna razón mis ojos se llenan lágrimas. Los recuerdos de mi sueño invaden mi mente, es como si mi memoria colapsará y deja que vea varias cosas que
—Mantente escondida por nada del mundo salgas, Iris. — dice la señora mayor de ojos azules para luego salir de la choza y encontrarse con su loba que la espera. —Mía... — llamo a la loba blanca que se une a mi bisabuela en una sola alma. —Mamá, tengo miedo. — expreso temblando al ver como se convierte en una loba blanca grande. —Mantente adentro, Iris. — manda con autoridad lo que ahora es una loba blanca como la nieve y poderosa, la luna más poderosa de la historia. —Ya es hora... que este vejestorio vuelva a luchar. Se escucha como un aullido poderoso llama a mi bisabuela. Desde que la luz de la Luna me tocó mi bisabuela, Atanasia, me ha mantenido encerrada como si yo fuera un secreto. Trago cerrando la puerta... —No tengo que salir, no tengo que salir— me decía varias veces esperando que mi alfa volviera pero... mi memoria salta a una imagen en mis recuerdos. En vez de encontrar a una loba blanca encontré una roja, manchada en su propia sangre con ojos
—Tontos... — bajo mi cabeza ocultando mis ojos acuosos tocando el collar. —Bueno ¿Qué esperamos? — pregunta Jafet lleno de energía. —¿Morir? Se escucha como las grandes pisadas de los híbridos se acercan. Cierro mis ojos preparándome mentalmente para lo que viene. Es enfrentarnos o morir, como dice Jafet. —Morirás si no tienes a alguien que te apoye. — sus ojos azules miran a Mía, su loba interior. —Aunque seas el ser más fuerte del universo necesitarás ayuda. —Solo esta vez chupa sangre. — contesta Max al sentir lo cerca que estan los híbridos haciendo que el chico sonrisas ría. —Bien... — suelto el collar. —Vámonos ya, no quiero vivir para luego que mis padres me maten tras ver que la casa destruida. Caminamos hacia la puerta trasera, asomamos nuestras cabezas para ver si hay monos en la costa. Se escuhan como entran a los hogares buscando sangre, llevandose consigo cada vida que encuentran incluyendo animales. Trago al ver que de verdad son seres
—¿Ustedes hicieron esto? — pregunta una voz detrás de nosotros. —¡Ah! — Jafet cae sobre mí logrando que lo mire serio, mientras lo sostengo. —Lo lamento, nunca la vi... — explica mientras lo empujo para alejar su ardor de mis brazos. Observo como mi prima, Killa, mira los cuerpos quemados de los híbridos. Su vista se detiene en Max la cual este ignora con facilidad. Noto como mi prima está rayada e ignoro el hecho de que esta semidesnuda. —Bueno, si, en realidad los tres logramos hacer esto. — le contesta Jafet despreocupado. —Eliminaron como 19 híbridos, ustedes... solos. — los ojos de Killa expresan que no lo puede creer. —Sí, parece que somos un excelente equipo. — vuelve hablar el mitad vampiro guiñándonos un ojo logrando que Max y yo giremos los nuestros. —Es difícil de creer, vampiro de la oscuridad. — Killa escupe el nombre de su raza haciendo que yo frunza mis cejas. —¿Por qué? — cuestiono seria, mi prima me mira sorprendida al ver que a
Abro mis ojos encontrándome con un abanico en el techo dando vueltas. ¿Dónde estoy? Apesta a licántropo y a sangre. —¡Papá, ya despertó! — mis oídos chillan al escuchar el grito de Peter. —Oh gracias a Dios y luego a la Luna — comenta mi padre asomándose a mi campo de vista con sus ojos verdes celestes. —¿Estas bien hija? —Yo... — parpadeo varias veces. —¿Y mami? — le contesto con otra preguntas mientras me levanto rápido logrando que la cabeza me de vueltas. —Ella está bien. — contesta Jafet entrando al cuarto. —El joven dice la verdad, él la curo. — explica mi padre. —¿Iris, peleaste mucho? — Cuestiona mi hermano menor con sus ojos azules. —Dicen que eliminaste a tres híbridos a la vez — explica saltando en la cama que estoy acostada. —¡Tengo una hermana cool y fuerte! — esta salta y cae al suelo para correr por todo el cuarto. Siento como mis cachetes se sonrojan al ver cómo me admira mi hermano. Pero... me tomaran como una m*****a de la Luna, p