— Alenna, espera — me detengo en el pasillo, padre me mira desde la puerta de su oficina y luce repentinamente cansado, me hace una señal para que regrese, levanto una ceja, tanto por sorpresa como por curiosidad.
— Parece que no fui la unica en cambiar — murmuró al pasar a su lado mientras regreso al interior
— Ekatherina ¿quería que me matarás? — oh, no me digas que aún hay historia entre esos dos, asiento
— estaba dispuesta a pagarme por ello — admito, padre me analiza de pies a cabeza luciendo pensativo
— ¿Qué hay de tu hermana? — me en ojo de hombros
— Es lin