Destiny observaba la espalda de Kael, un tanto sorprendida. Notó cómo aquel parecía enojado, pero de alguna manera su furia no era con ella.—¡Padre! —interrumpió Ember, intentando defender a Triana—. Esa mujer atacó a Triana de la nada, la pobre estaba ahí sin siquiera decirle una sola palabra para

Mara no podía creerlo, entonces esas mujeres querían hacerle daño a Destiny de forma tan cruel.Orion se alegraba de haber enviado a Ember en otro auto a la mansión Blaine, pues de tenerla allí no sabía cómo reaccionaría.—Orion, vas a poner aún más nerviosa a Destiny —dijo Kael, intentando tranquil

El aire en la habitación del hospital se volvió denso, cargado con el peso de la verdad y el dolor de una vida de engaños.Las palabras de Orion golpearon a Destiny con una fuerza abrumadora. La niña que había sido forzada a olvidar, la mujer que se había resignado a ser una Rosewood, no pudo más.U

La luz del amanecer se filtró por la ventana de la habitación del hospital, tibia y prometedora.Destiny abrió los ojos lentamente, sintiendo el peso del cansancio, pero también una extraña calma. Su mirada recorrió el lugar.En un sillón, Sierra estaba profundamente dormida, su cabeza ladeada y el

Alaric caminaba por los pasillos del hospital, su mente en un torbellino de furia.La tensión con su padre, Stephan, era insoportable. Había olvidado que su padre era el dueño de casi todos los hospitales de la ciudad.Su imperio era tan vasto que nada se le escapaba, y sabía todo lo que ocurría en