POV: MAXIMUS [Parte II]* * * * * * * Me fastidié enormemente por toda aquella confusión que no me abandonó después de ese instante en el que por tercera jodida ocasión la bruja se había ido sin poner un solo dedo sobre mi polla tiesa.Ya ese tema estaba llegando a niveles insostenibles de depravación. Lo de ella ya daba para ser considerado un crimen de lesa humanidad.Me quedé tendido sobre la cama mientras esperaba a que el bulto en mi pantalón desapareciera, pero recordé los pelos de la gata y me levanté en el acto.Savannah ocupó el baño de la habitación sin darme chance a nada. Forzar la puerta para tomarla en el baño y culminar lo que nos quedaba pendiente no era una idea que me resultara ajena, pero Mary ya estaba esperando por nosotros y no quería ese fastidio para el resto de la noche.Lo cierto es que tenía el sabor de Savannah en mi boca y sin la oportunidad de lavarme por su culpa eso estaba a punto de hacerme enloquecer. Tenía que morder mi labio cada tanto para calmar

POV: MAXIMUS [Parte I]― ¿Puedes apresurarla? ―Mary estaba exasperada por el retraso en la agenda para ese último día. La bruja se estaba tardando más de la cuenta para salir al vestíbulo.Tal vez ella no había dormido nada después de pasarse toda la noche tramando esa jugarreta de mostrarme su hermoso trasero a mitad de la noche. Era toda una arpía.― ¿Para qué me insulte y me grite como lo hace de costumbre? No lo creo… este día ya está lo suficientemente arruinado como para añadirle sus gritos como una cereza al pastel.―Max, solo es mamá ―replicó Mary encogiéndose de hombros.―¿Papá no estará? ―le interrogué.―No Max, tenía un pendiente que atender ―Mintió Mary.Yo negué con un movimiento de mi cabeza mientras sonreía con renuencia.―No hace falta mentir hermanita.―Lo siento Max, papá no estará… pero mamá se muere por verte ―me explicó.―Y sabes lo que eso me hace sentir ―desvié la conversación.―Lo sé, pero tal vez sea una buena oportunidad para que ustedes hablen y aclaren el…

EXTRA. POV : OLIVER. Si una Editorial privada es elegida la número uno del estado y una de las cinco mejores del país por enésimo año consecutivo, el premio debería ser la erradicación total de tener mañanas como las de hoy. Está ha sido la tercera vez en la semana que me he reunido cara a cara con mi hermano «Jarred Benton» Un hombre que no puede ser más descarado, egocéntrico, calculador y manipulador. Había llegado una hora antes, pero sabía que eso no sería suficiente para Jarred, quién insistía en disponer de la planta superior para él y solo nos permitía acceso a mí, a sus "humildes" socios y a su juguete de feria favorita, el incómodo Maximus Bennett, cuando teníamos reuniones matutinas cómo el día de hoy. Las enormes puertas de la sede principal de la Editorial Moon-Novel, se abren ante mí para dar la bienvenida al modesto sonido que producen mis zapatos al caminar, con paso firme. No puedo evitar esbozar una sonrisa, una ligera cada vez que atravieso estás puertas, pue

EXTRA: POV Mary― ¿Qué piensas usar esta noche Mary? ―me preguntó ella. Yo la miré un poco contrariada.Ya teníamos cierta confianza por aquella complicidad que iniciamos tramando el plan de la cita a ciegas, pero con Leanna nunca se había dado una conversación así.―No he pensado en eso ―le respondí mientras terminaba de recoger las últimas cosas que faltaban para dejar la oficina en orden. Todos se habían ido, solo faltábamos nosotras dos; el equipo de limpieza de desastres encargado de limpiar los daños de cada encontronazo entre Savannah y Max.Ella sonrió con comedimiento. Estaba frente a mí pero del otro lado de la mesa. Todo estaba listo y solo faltaban un par de horas y ciertamente yo no había planeado que iba a vestir en la fiesta.― ¿Estás consciente de que al ser la hermana y asistente del autor de romance más famoso y querido de este hemisferio, tú estás cerca de los reflectores? Deberías estar más atenta a tu imagen ―me dijo sin dejar de sonreír dando señas de que ya es

POV : MAXIMUS. [Parte II]―¡¡¡¿Max que demonios es todo esto?!!! ―la voz estridente de Savannah me obligó a tener que alejar el teléfono de mi oído. Definitivamente, esa mujer podía convertirse en toda una vulgar.Se le escuchaba sofocada y un poco nerviosa. Sus palabras eran torpes y se atropellaban unas sobre las otras. Tal vez era el sueño, pero me había llamado a los diez minutos de recibir mi correo, lo que significa que ella tampoco había dormido nada, así que aquella torpeza debía tener otra explicación.Me regodeé en mi victoria, prolongando mi respuesta con suficiente displicencia. Levanté mi brazo delante de mi rostro para ver la hora de nuevo: 6:05 am. Ya era un nuevo día. Yo había remarcado con sombreado amarillo todas las enmiendas al borrador original, así que eso debió facilitar su tarea de lectura rápida.― ¿Me pasé toda la noche corrigiendo, arreglando, embelleciendo y perfeccionando tu obra para que ahora vengas y me trates así? ―mi tono de voz procuraba acentuar ca