Madison James. Paso la mañana caminando en búsqueda de empleo, no puedo decir que soy doctora, no puedo dar mis datos reales con lo loco que esta el tal Rio no tardará en encontrarme si hago esa estupidez Me duelen los pies de tanto caminar y estoy agotada, puedo escuchar las olas del mar me siento en la arena un rato desesperada ¿Qué puedo hacer?.— Me pregunto, me siento contra la espada y la pared jamás pensé que huiría, yo no soy de las personas que huyen de sus problemas, pero ese hombre no es un problema común y corriente, ¡Esta loco!. A las dos de la tarde aun no he comido nada, veo un lugar lindo a cerca de la playa, es un restaurante con vista al mar, un plato allí debe ser costoso, pero muero del hambre y con hambre no puedo pensar con claridad, entro y un camarero me lleva hasta la mesa. —Me entrega la carta en silencio, lo primero que creo es el precio, si cargo suficiente, pero este gasto me va a afectar, como me está afectado el hambre, ya habrá tiempo para arrepentirm

Rio Li Madison parece feliz de volver a verme, no tiene idea que solo vine a jugar con ella, cada quien obtendrá lo que se merece, me sorprende que haya buscado apoyo en su amiga Tamara, no sé mucho de su vida, ni de la de sus esposo después de lo que me hicieron, Ellos al contrario del grupo, no son poderosos económicamente, acabar con ellos es demasiado fácil para mí, por eso no los he atacado, pero ya llegara su momento. Madison, es rápida cocinando, esta mojada por el sudor y me la imagino así en mi cama, saco esos pensamientos lo más rápido que puedo de mi cabeza, no vine por sexo, vine a vengarme por todo lo que me hizo. —Luis puedes prestarme tu teléfono, no tengo por uno ahora.— Dice ella poniendo cara triste mientras continua cocinando. .Claro mi reina, para usted lo que quiera.— Responde el, yo ruedo los ojos pensando ¡Otro tonto que cayó con una cara bonita!. —Gracias.— Responde ella encantadora, limpiando sus manos para recibir el aparato, busca en su bolsillo un pap

Madison James Cuando salimos de la habitación, pago en la recepción alquilándola durante todo lo que resta en la semana, para que Will tenga donde dormir, antes de cobrar lo que nos pagaran en la semana en el restaurante —Debemos comprar algo de ropa.— Le digo deteniéndome frente a una tienda que dice liquidación total, el me ve y ve el lugar como diciendo, de ninguna manera, el viste muy bien, mientras esa ropa es de descuentos pero tendrá que conformarse, es mejor tener una muda limpia que llevar una ropa de marca pestilente, aunque él no huele mal. —No cargo dinero conmigo.— Me dice él serio, no quiere entrar. —No importa, después me lo pagas ya vamos a cobrar.— Le respondo para que no se niega, hay una liquidación, porque es ropa de la temporada pasada, lo cual no me importa en lo absoluto. —Este pantalón se te vera bien.— Digo tomando unos de la talla de él y entregándoselo, apenas entro, son unos jeans negros de corte clásico —No estoy seguro de esto.— Me responde incomod

Rio LíDespués que ella se va corriendo despavorida como si la persiguiera un fantasma, voy hasta mi auto un BMW del año, me coloco la máscara que jure no ponerme, pero estoy tan lleno de rabia que voy a mandar al diablo todo hoy mismo.Estoy manejando a una velocidad considerable cuando un accidente en la carretera, me impide el paso, no soy de los que se echan para atrás, así que espero impaciente que despejen mi camino, hoy ella vera sabrá el porqué de mi venganza, no puedo creer que ella se atreviera a golpearme o a rechazarme después de lo que sus amigos me hicieron por su culpa, cuando despejan la carretera acelero para llegar hasta donde esta mi presa.,Apenas estaciono en la calle, veo como cae por la ventana alguien, eso me toma totalmente desprevenido, mi corazón late, no quiero que sea ella, que me acerco, para ver desde la distancia que se trata de Christian, me escondo en la oscuridad cuando ella se asoma llorando, no puedo creer que ella lo ha matado, ¡es una asesina!

Rio Li La alzo entre mis brazo y entro al pequeño espacio, no es tan miserable como el apartamento alquilado donde crecí, pero lo es para lo que ella está acostumbrada. Todo está organizado y limpio, la acuesto con delicadeza en la cama, comienzo a besar su pie derecho, mientras ella observa con sus grandes ojos azules mordiendo su labio inferior, beso sus tobillos, sus piernas, es tan suave que no aguanto la tentación de morderla con suavidad, subo el vestido hasta sus caderas, para que no me estorbe, debo admitir que está más hermosa que nunca. No entiendo cómo pudo permanecer virgen tanto tiempo, ella ha tenido otros novios además de Carlos, beso su piel blanca suave y firme, su cuerpo me vuelve loco. Madison James –Necesito refrescarme.– Me suelta mientras se dirijo a lo que supongo es el baño, lo veo comenzar a quitarse la corbata… Entro al baño y lavo mi cara, me quito el vestido, me doy una ducha rápida, aplico crema corporal y perfume sobre mi piel, me coloco una tanga d