Capítulo 4.3: El acuerdo.[Fernando Mesa]Nada más exteriorizar mis deseos y veo a una Camila, dura y fuerte desvanecerse en el acto, donde la agarro en el aire, gracias a que tengo buenos reflejos, se desmaya y busco donde acostarla y subirle los pies.—¡Por favor!, ayúdenme con Camila que solo no puedo. — Les grito al resto de caballeros que están presenciando lo que sucede con mi mujer y digo mi mujer porque estoy seguro de que sigue siendo mía.—Toma Fernando, colócale, esté cojín en la cabeza, ya busco un poco de alcohol en el botiquín de primeros auxilios. — sale corriendo Paulette hacia el cuarto de servicios que tenemos en este piso para ayudar a Camila a volver en sí.—¡Camila, por favor despierta! — le digo muy preocupado, y sintiéndome un tanto culpable, porque estoy seguro de que no soy un mal tipo, sencillamente la relación con ella se me fue de las manos cuando me cercioré que ella estaba muerta en vida.— Aquí tienes Fernando, dale a oler alcohol para que vuelva en sí—

Capítulo 5.2: El aplicativo.【Camila Luna】Ya con el portafolio y catálogos de mis diseños de las joyas armado, salgo de mi oficina hacia la reunión que tengo con el señor Nicolás Madrid, gerente de desarrollo de nuevos proyectos de orfebrería Venezuela, me citó para las dos de la tarde y faltan cuarenta y cinco minutos para eso.—Karina, voy saliendo a una cita, te aviso que no vuelvo a la empresa el día de hoy, por favor, infórmale a Paulette que mañana, continuamos con el trabajo que estamos realizando —Dejo atrás a la asistente que tan solo con responder un sí, señora, me despido con la mano cuando estoy en el ascensor bajando al estacionamiento a buscar mi auto.Suspiro porque el día de hoy ha sido un día de mierda, espero que aclaré esté panorama y me vaya mejor con esta presentación que voy a realizar en la empresa de la competencia.Me subo a mi auto, colocando mis cosas atrás, lo enciendo y me aseguro el cinturón de seguridad.Manejo con tranquilidad manteniendo una veloci

Capítulo 5.4: Justicia.【Martín Verastegui】Mientras me dirijo hacia mi oficina, planeo como ayudar a Camila sin que se entere que soy yo.—Irma, llama al Licenciado Madriz, que suba de inmediato, a mi oficina, por favor — le doy la orden a mi asistente personal, mientras camino hacia el lobby, del piso donde se encuentra presidencia y tan solo pasar, por un lado, entro a mi oficina en compañía de Mauro.—En un instante me comunico — es la respuesta que escucho antes de dejar la recepción.—Mauro, quiero que cuando llegue el licenciado Madriz, me dejes solo con él — le ordeno para que Madriz no se sienta intimidado con la presencia de Mauro.—Pero no te vayas a alejar mucho, porque está entrevista no va hacer amena — le dejó claro a mi guarda espalda que debe estar pendiente de lo que vaya a suceder con ese tipejo.—Perfecto doctor, no hay problema — rodeo el escritorio y me siento, para que antes de llegar, el personaje que espero, no me consiga, husmeando en la plataforma de la empr

Capítulo 6.2: Expectativas.【Camila Luna】Siento que estoy congelada, tomo los aretes sin hacer ninguna pregunta, él al ver que no hablo, no reacciono, sigue caminando hacia el ascensor de la empresa.Pienso que él esperaba que yo lo reconociera o no sé qué quería, porque es evidente la cara de decepción que puso cuando no le devolví el saludo.Me aseguro que él, se fuera al ascensor, y como vieja del barrio, me devuelvo a la recepción a preguntar por el hombre misterioso.—Disculpe mamita que la interrumpa, me puede decir, quien es el señor que me acaba de saludar — la muchacha extrañada me responde.—El señor que le dio los aretes — la muchacha sonriente parece que le dio gracia que no sé quién es ese hombre.—Él es el doctor Martín Verástegui, es uno de los dueños de esta empresa, ya me parecía extraño que usted no le dijo nada — la recepcionista deja ver que también estuvo pendiente de la escena que el ahora Martín había hecho.—Lo conocerán en su casa porque en la mía nadie lo co

Capítulo 7.1: La familia.【Fernando Mesa】En este momento me siento un hombre pleno, siento que Pilar me llena como hombre, yo necesitaba una mujer como una mujer de verdad, que no ande distraída por la vida, sino que esté clara que yo soy todo su mundo.—¡Ay!, hola mi papurrí, ya estás despierto — se voltea Pilar en la cama, dejándome ver sus pechos desnudos, ya que se le ha rodado la sábana.—Si, nena, desde hace rato, que estoy despierto, me he tomado el tiempo de admirar tu hermoso rostro — en eso le estampo mis labios sobre sus labios, me fascina hacerlo porque son de una carnosidad exquisita.—Siento un vacío, mi reina, ya cuando uno está acostumbrado a una rutina, es difícil de dejarla — se me escapa un pensamiento, pero es que si me siento mal.— ¿Por qué lo dices? — ella deja ver que no tiene imaginación o de plano, no sigue en primera fila lo que me ha estado sucediendo.—Por la empresa Pilar, coño, que te pasa, es que sigues dormida, me da ansiedad, de no poder ir a mi empr