― Si estamos en la delegación ― respondió Enrique haciendo que Leo soltara un golpe en la mesa, estaba furioso.― ¿Con quién diablos estás? ― preguntaba Leo furioso haciendo que Eloísa se asustara.― Con tu amigo Alberto ― contesto Enrique fastidiado.― Enrique, ¿Ahora que hiciste? ― pregunto Leo de vuelta, ya que para él era increíble que él siempre se peleara o se buscara algún problema.― Nada ― respondió Enrique en voz baja.― ¿Nada? ¡¡Por dios Enrique estas en la delegación!! ― dijo Leo regañando a su hermano Enrique.― Ayúdanos y después nos regañas ― respondió Enrique al otro lado de la línea.― Voy para allá ― dijo Leo colgando la llamada, por lo que toma su saco y las llaves del carro. ― Vámonos Eloísa, tengo que ir por dos idiotas en la delegación ― contesto Leo furioso sin ni siquiera esperar a Eloísa, por lo que ella toma la bolsa y va con él yendo hacia la delegación, por lo que rápidamente se va con los oficiales a pagar la fianza.― Disculpe oficial ¿Los señores Enrique

― Sé que puedes cambiar, yo estaré a tu lado siempre que lo necesites ― le dijo Eloísa besando a Leo, por lo que él, la abraza tiernamente.― Nunca te vayas de mi lado mi amor ― le dijo Leo juntando su frente con la de Eloísa.― No lo haré mi amor ― le contesto Eloísa sonriendo.― Perdón, si no hablo de mi familia, perdón, si muchas veces no permito que entres en mi vida ― le contesto Leo de vuelta, por lo que Eloísa le toma de las manos.― Tú sabrás cuando dejarme entrar en tu vida ― le respondió Eloísa sonriendo.Por lo que Leo la vuelve a abrazar para él era un ángel que Dios le había mandado era la única en la que no podía ser duro con ella muchas veces se arrepentía por ser brusco por ser agresivo aunque ella jamás se lo había reprochado Eloísa sabía que Leo en el fondo era buena persona, pero las circunstancias lo volvieron frío y de un carácter muy fuerte cuando en realidad él era lo contrario había veces que podía ser tierno amoroso dulce, pero muchas veces sacaba su lado agre

― ¡¡Basta ya!! ― gritaba Leonardo furioso esperando que le hicieran caso, pero no fue así, ellas seguían peleando. ― ¡Paren en este momento! ― dijo Leo tratando de parar aquella pelea, pero todo fue en vano, por lo que Alberto trata de separar a Miranda de Eloísa, haciendo que Leonardo sujetara a su novia de la cintura.― Eso agárrala muy bien para que pueda pegarle ― comento Eloísa furiosa haciendo que Leo la tratara de calmar.― Leo, ella es una salvaje ― comento Miranda haciéndose la víctima.― ¡¡Ahora verás lo salvaje que soy!! ― gritaba Eloísa, haciendo que Leo la sujetara lo suficientemente fuerte para que no intentara escapar.― ¡Ya Eloísa tienes que calmarte! ― gritaba Leo furioso, pero ella no se calmaba.― ¡Suéltame! Déjame enseñarle que a mí me respeta ― gritaba enfurecida Eloísa haciendo que él gritara harto.― Eloísa ¡¡Ya vámonos y déjala en paz!! ― gritaba Leo haciendo que Miranda llorara en los brazos de Alberto.― ¡¡Si ella es una salvaje!! ― gritaba Miranda haciéndose

― Quiero pedirte perdón, no necesitas cambiar de mánager, yo haré mi trabajo, no me meteré más allá... Lamento haberme peleado con tu novia ― respondió Miranda fingiendo que lloraba, pues ella sabía que su plan funcionaria; sin embargo, Leo estaba a punto de colgar a llamada, no quería seguir escuchándola, por lo que ella habla rápidamente. ― No, Leo deja terminar por favor, no quiero que me cuelgues escúchame ― dijo Miranda al otro lado de la línea tratando de detenerlo.― No estoy de humor para tus tonterías Miranda ― respondió Leo furioso, por lo que Miranda rogaba de nueva cuenta para que no la colgara.― No me cuelgues, por favor, no me cuelgues ― dijo Miranda de nueva cuenta.― Ya Miranda deja de actuar conmigo tú y yo sabemos que me quieres destruir al igual que yo a ti ― le recrimino Leo de vuelta.― Eso no es verdad, yo te amo Leonardo, jamás haría algo para destruirte, lo dije para que no me alejaras de ti ― le dijo Miranda llorando.― No lo sé, no estoy seguro, mañana habla

Pasan los días y Marcos estaba despedido del hospital haciendo que él se volviera loco de coraje, sabía que era Leonardo por lo que avienta una botella de licor que tenía. «Ojalá que mueras Leonardo Rosas y me dejes el camino libre para Eloísa y para mí, no dejaré que seas feliz con ella, no te dejaré de eso, me encargó yo» pensaba mientras tiraba todo lo que tenía en el pequeño bar que tenía en su departamento buscando desesperadamente unas sustancias que le harían sentir bien.Estaba harto de Leo Rosas, harto, porque había logrado su cometido, ya que no soportaba que estuviera con Eloísa Henderson por lo que Marcos estaba tomándose otro trago más y tomándose esas sustancias que le hacían sentir mejor, pero no podía olvidar el desplante que le había hecho Eloísa al abofetearlo.Sin embargo, tenía un asunto pendiente que arreglar con ese cantante del cual estaba harto, puesto que fue a buscar al novio de Eloísa en el estudio de grabación, estaba borracho a duras penas, se podía manten