LEANAMantengo mi bolsa en mis piernas observando al hombre que toma nota inscribiéndome para iniciar mis clases. Necesito hacer esto para sentirme yo misma y poder cumplir uno de mis sueños.Esto es un curso para afianzar los conocimientos que ya tenia, Los fotógrafos requerimos un instinto natural, capacidad de observación, entrenamiento, disciplina, práctica y visión para los detalles, además de una mente inteligente, curiosa y perceptiva. Para ejercer en esta profesión, creo que poseo todos esos ingredientes por ello quiero profundizar en los conocimientos.—Solo tiene que ingresar a la página y escoger las materias que desea ver... —De acuerdo muchas gracias.Tomo el folleto leyendo las materias que tomare y son Historia del Arte. Diseño Fotográfico. Análisis de la Cultura. Arte y Entorno. Historia de la Fotografía. Tipos de cámaras analógicas y digitales. El retrato en la fotografía. Fotomontaje.Están entre semana y en un horario que puedo tomar con facilidad, no va a interfer

LEANA Su mirada no se aparta de la mía, me mantengo serena mientras me hace las preguntas de rutina y en lo único que yo puedo pensar es que pronto me librare de ser acusada. He visto reportes donde mujeres como también hombres dicen que la cárcel es otro mundo, uno salvaje que no todos sobreviven y que muchas veces es mejor morir que ingresar allá. Se me pone la piel de gallina pensando en que una suerte así me toque y prefiero sacudir esos malos pensamientos para no atraerlos. En mi mente siempre estará ese hecho, supongo que en algún momento tendré que pagarlo o simplemente Dios me perdonará por todo el sufrimiento vivido meses atrás. —Entonces no levantaremos ninguna acusación, que tengas un buen día y recupérate pronto Leana. —Gracias Maximiliano, que tengas un buen día. Le sonrió sinceramente. —Ahora sí, tendre un buen dia. Si vieran la mirada que me dedica. Es muy linda pero no me interesa para nada ya que los únicos ojos que me interesa son esos metálicos que posee

LEANA —No señor, usted debe estar equivocado, yo no puedo estar embarazada. —Lo siento mucho, pero si lo está, estos exámenes son muy confiables, y el resto de su cuerpo lo manifiesta, así que si, usted va a ser madre—parpadeo varias veces—felicidades. —Yo… —No se ve muy feliz. —No me lo esperaba sinceramente. —Vaya haciéndose la idea entonces, le daré salida en unos minutos porque usted esta muy bien, le enviare estos resultados al señor Nikolay. —Esto debe quedar entre usted y yo doctor, no quiero que lo sepa aun. —Soy su medico y no puedo ocultarle nada. —Pero resulta que la paciente soy yo y usted me debe el voto de silencio, no quiero que sepan que estoy embarazada y usted debe respetar eso. —Entiendo. Abordó el auto con mamá y Aleksa. Apenas puedo respirar con las palabras del doctor y le pedí que me hiciera otros análisis, pero dice que no cabe duda. No sé qué voy hacer, en mis planes no había estado tener un bebé, pero que puedo esperar si he estado follando como

LEANA Se me viene encima y retrocedo nerviosa previniendo sus crueles intensiones. Me toma del brazo para que no me aleje y los recuerdos de mi esposo me llenan la cabeza cortándome la respiración. Las noches frías, el olor alcohol, su brutalidad, todo en el lo recuerdo con Milkan tratando de hacerme lo mismo y odio esto, este destino que hace mucho tiempo no le veo una buena cara. —No, no, aléjate. —Ven aquí petra —hiperventilo viendo a Milkan como cuando Camilo llegaba todas las noches—Ven para que pruebes la diferencia entre mi hermano y yo Comienza a besarme el cuello y agarrar mis nalgas mientras yo forcejeo con todas mis fuerzas tratando de alejarlo de mí. Lucho, no me dejo, no como antes pero su parte física es mucho mas fuerte que la mía dominándome por instantes. Hay un mueble dentro de la oficina donde me tira para aplastarme con su cuerpo y apenas grito para pedir ayuda cubre mi boca con su mano impidiendo que mis palabras sangran claras y contundentes. Las lágrim

LEANA. Salgo del banco después de hacer la transacción y no, creo que he cometido el peor error de mi vida el cual lamento profundamente ya que aunque no tengo la mente despejada, ahora siento que me he equivocado de nuevo. No debí hacerlo, yo.. Lo siento mucho, pero la desesperación me llevó a un bucle donde no pude razonar y pensar bien las cosas. Con las manos temblorosas llamó a Andreus que es el único que me puede ayudar y no tarda en llegar por mi. Me subo a su auto y necesito hablar con alguien antes de dar el paso que debo hacer antes de hacer lo que hice. —¿A dónde vamos? —A mi casa. —No quiero molestar, tu esposa y tu hija. —Ellas no están, no te preocupes, mi esposa está con sus hermanas. Asiento y todo el trayecto es en total silencio. Estar a solas con mis pensamientos me tortura más. Llegamos a su casa y me lleva a la parte trasera donde me sienta en una de las tumbonas Se marcha, es un buen lugar ya que al fondo se ve un pequeño bosque y me encantaría perd