Capítulo 40. Sentencia, realidad e ida.  Ailyn Llego el día, hoy nos darán la sentencia definitiva, solo debemos presentarnos, ya ratificamos nuestra decisión ante el jurado hace un mes, ahora lo que queda es presentarnos y nos darán la documentación. Llegue al juzgado, estaba afuera esperando junto con el abogado, a los pocos minutos llego Leonardo. L- Buenos días – el abogado y respondimos al saludo. El silencio llego después eso, fue interrumpido por el ofician llamándonos para ingresar. Todo fue muy rápido, solo firmamos el libro donde consta que nos entregaron la documentación requerida y luego salimos, mi corazón que durante todo este tiempo había quedado paralizado, comenzó a latir, un dolor comenzó a extenderse por mi pecho, ya estaba, oficialmente estábamos divorciados. Solo quedaba informar. A- Mañana se realizara el comunicado, donde se anuncia nuestro divorcio. L- Si en eso quedamos, pero si quieres podemos esperar un

Capítulo 42. La conversación entre Roberto y NataliaLeonardoMe sentía amargado cada vez que veía el papel que me entregaron en él juzgado, ya estaba oficialmente divorciado, espero que con esto ya Natalia se le pase la rabia y decida volver conmigo, para que todo esto valga la pena. Nuevamente pedí una reunión privada para hablar, pero me fue negada, solo acepta las reuniones sobre el trabajo, e inventar una excusa no serviría de nada, porque Dylan lo desmentiría al instante.Al día siguiente, mientras desayunaba Ailyn me dijo que se mudaría, me negué al instante, algo dentro de mí se inquietó, no quiero que ella se aleje, la quiero cerca, desde ese día estuve al pendiente, de todo lo que hacía, hasta que me di cuenta que todo seguiría como hasta ahora y me tranquilice, por lo que volví a buscar la manera de mostrarle a Natalia que ya p

Capítulo 44. Dejar atrásAilynHT- te ayudo – el pelirrojo me ofrece la mano para ayudarme a subir al barco, que nos llevara desde el aeropuerto hasta el hotel, tomo su mano y subo, tomo asiento, en el barco solo iba el capitán, un joven que se encarga de las maletas y atendernos, Harry y yo. El joven mesero se acerca con dos copas de champaña, a lo que Harry le hace seña para indicarle que no queríamos el champan, lo miro y recuerdo que en playa azul le había dicho que en el pasado tenía problemas con el alcohol, no obstante él sabía que era por Leonardo. Desde hace cinco años no he tomado por apoyo a Leonardo pero ya no tengo porque.A- Joven, por favor, sírvanos – me dirijo hacia Harry ahora - ¿o tú no quieres? – el alza una ceja y sonríe con ironía.HT- Esta bien, trae. – Le dice al joven, nos entrega a cada uno una c

Capítulo 46. El compañero de viajeLeonardoDespués que las lágrimas terminaron, fui a la empresa tenías varios pendientes, aunque quisiera ahogarme en mi dolor no puedo, además, Ailyn se pondrá triste si termino como hace cinco años.Sentado en el escritorio tome los documentos que debía atender, los fui revisando y firmando, no almorcé, solo me dedique a mi trabajo, de vez en cuando mi mente se desviaba a las palabras de Natalia, pero cada vez que llegaba al momento de mi matrimonio con Ailyn, había algo dentro de mí que se bloqueaba, no podía aceptar que casarme con Ailyn fue un error. Una voz en mi cabeza solo decía “fue lo único bueno de todo”.Pase mi día sumergido en mi trabajo cuando todo hubo acabado ya daban las ocho de la noche, salí de mi oficina rumbo a casa, al llegar no pude evitar ir al departamento de Ailyn co

Capítulo 48. De regreso a Ciudad X. Ailyn Llegamos al aeropuerto, al bajar vi a mis padre y a Dylan, fui hasta ellos y mi madre me abrazo tan fuerte y no me soltaba, mi padre se unió a nuestro abrazo, por un lado pude ver a Dylan y Harry saludándose de manos, luego quedaron hablando mientras mis padres me asfixiaban con su amor, porque eso es lo que trasmitían. Cuando me soltaron pude ver las lágrimas que corrían por el rostro de mi madre y la única lágrima que no reprimió mi padre S- Hay mi bebe, yo te extrañe mucho E- Mi niña, me hiciste tanta falta A- Y ustedes a mí, los extrañe mucho S- Entonces debiste regresar antes. – no pude evitar que se reflejara la tristeza en mi rostro E- Ya mujer, -dijo a mi madre, luego se dirigió a mí- no te preocupes hija, está bien, podías tomar todo el tiempo que quisieras A- Gracias D- Ya puedo saludar A- Hermano – fui a sus brazos, como siempre cálidos, me dio