Los dos caballeros estaban discutiendo el tema de la cirugía plástica en la sala cuando, de repente, alguien llamó a la puerta. Simon no quería molestar a Sharon y consiguió que Eugene lo empujara hacia afuera. Fuera de la sala, vieron que era Claude. Él había capturado a Jesse, quien estaba temblando mientras estaba en manos de su captor. Para ser honesto, él no tenía tanto miedo de enfrentarse a Simon. Era solo que sabía que Claude era un francotirador, así que tenía miedo de morir en las manos de este hombre si no tenía cuidado. “Presidente Zachary, he capturado a la persona que buscaba”, dijo Claude sin expresión. Jesse no se atrevió a luchar y levantó los ojos para mirar a Simon antes de preguntar con cautela: “Señor Henry, ¿me necesita para algo?”. Simon miró a Claude y este último captó la indirecta. Él aflojó su agarre y soltó a Jesse. Jesse dejó escapar un suspiro en silencio y luego escuchó el comentario de Simon que lo puso tenso de nuevo. “¿Dónde esconde Tammy a Frank

En la cama del hospital, Sharon estaba haciendo todo lo posible por abrir los ojos, pero sentía que sus párpados estaban demasiado pesados. Ella podía oler el antiséptico, y en su mente subconsciente, pensó que aún estaba atrapada en el laboratorio subterráneo de Tammy. En un abrir y cerrar de ojos, su mente se inundó con imágenes de Gerald queriendo dispararle a Simon. Eso la dejó tan sorprendida que gritó en voz alta y abrió los ojos. “¡No! Simon…”. Ella jadeó, y el techo blanco como la nieve se reflejó en sus ojos. Bip, bip. El sonido del equipo médico resonaba en sus oídos. Antes de que ella siquiera pudiera entender lo que pasaba, vio la silueta de un niño corriendo hacia un lado de su cama. “¡Mami, finalmente estás despierta!”. Sharon salió de su trance y volteó la cabeza para mirar, solo para notar que era Sebastian. Su mente no estaba completamente clara todavía y no podía comprender el motivo de la aparición de su hijo en la sala. Sebastian notó que su madre estaba

Sharon notó que su hijo había malentendido a Simon, así que habló para defenderlo: “Sebastian, tu papi no cambió intencionalmente su apariencia para que no pudiéramos reconocerlo. Su apariencia estaba desfigurada antes de esto y no tuvo más remedio que someterse a una cirugía plástica”. Sebastian se enojó de repente. Después de todo, durante los últimos dos años, se había estado culpando a sí mismo por haberle dicho previamente a su padre que quería cortar los lazos con él. Después de escuchar lo que dijo su madre, él pensó en las cosas por las que su padre había pasado. Él incluso necesitaba depender de una silla de ruedas para moverse. Esto solo mostraba lo terribles que habían sido sus heridas durante la explosión en ese entonces.“Papi, ¿quedaste desfigurado por la explosión en ese entonces?”, preguntó Sebastian. “Sí”. Simon levantó levemente la cabeza. Si no fuera por esto, ¿de qué otra manera habría terminado desfigurado? Sharon tenía razón. Estrictamente hablando, él solo

Sharon notó que la expresión de Simon se volvió fría de repente y no pudo evitar tener un mal presentimiento. Ella preguntó en voz baja: “¿Qué ocurre? ¿Aún no has logrado localizarlo? ¿Tammy todavía no está dispuesta a entregarlo?”. La mirada fría de los ojos del hombre desapareció. Él entonces bajó los ojos mientras decía: “No. Lo he encontrado”. Sharon dejó escapar un suspiro de alivio. “Eso es genial. Él está bien, ¿verdad? ¿También fue encerrado por Tammy?”. “He enviado a alguien para que lo lleve de regreso a casa”. Durante los días en que Sharon aún estaba inconsciente, Simon ya había organizado el funeral de Franky.“¿De regreso a casa? ¿Cómo se encuentra?”. ‘O de lo contrario, ¿por qué volvería a casa tan pronto?’. En ese momento, Simon miró a los ojos curiosos de Sharon. Él se quedó en silencio durante bastante tiempo antes de hablar en voz baja: “Sus cenizas fueron llevadas a salvo de regreso a casa”. Sharon no pudo reaccionar a las palabras cuando las escuchó. Des

Simon se dirigió a visitar a Tammy. En la sala de cuidados intensivos, Tammy estaba acostada en la cama del hospital mientras usaba un ventilador. Su condición no se veía muy bien. Ella se acababa de despertar y seguía haciendo un escándalo por querer encontrarse con Simon, o de lo contrario, no aceptaría el tratamiento del médico. Jesse se estaba volviendo loco y se apresuró a llamar a Simon. En el momento en que Tammy vio a Simon, su rostro, que inicialmente parecía sin vida, de repente brilló. “Henry...”. Ella agitó su mano hacia él con la intención de agarrarlo. Sin Simon a su lado, ella se sentía insegura. Sin embargo, Simon la miraba con una expresión apagada. Incluso su tono también era soso. “¿Hay algo que necesitas que te haya hecho llamarme con tanta prisa?”. En ese momento, Tammy debería estar descansando y recibiendo su tratamiento. Aún así, Tammy extendió sus manos para intentar tocar a Simon. Sin embargo, no fue capaz de hacerlo. Esto la puso tan ansiosa que comenzó a