[LEONEL]2 días después – diciembre 24Finalmente llegamos a Barcelona, mi corazón late a mil por hora y no es precisamente por todo el escándalo que se ha formado en torno a la foto que he subido con ella a Instagram. Estoy nervioso porque sé que sus padres, su hermano, su cuñada y su sobrina ya han llegado a casa de mis padres. Por lo que he entendido, mi madre ha decidido convertir la casa en un hotel y hospedarnos a todos allí por las fiestas. Al bajar del AVE, le ayudo a bajar a ella y por supuesto que las miradas de los que nos han reconocido están sobre nosotros. —Esto es muy incomodo cariño.— Me dice tímidamente una vez que baja del tren. —Lo sé, pero piensa que solo será hasta que pasemos de moda.— Bromeo. —Agradezco que no me hayas etiquetado en la foto, de ser as&iacut

Mi prometido estaciona el auto en la entrada de la que es nuestra casa, y al verla me quedo con la boca abierta. Es mucho más imponente que como se veía en la foto. Es que no lo puedo creer... —Tú de verdad que estás loco. — Digo con un hilo de voz mientras que me ayuda a bajar del auto y al parecer mis palabras le ha hecho reír. —¿Por qué cariño?— Pregunta mirándome con una enorme sonrisa en su rostro.—Es que esto ha de haber costado una fortuna... yo no he puesto ni un euro para comprarla, me siento en desventaja...— Comento sin salir de mi asombro.La casa es completamente blanca, con una arquitectura moderna y está llena de cristales que seguramente hacen que la vista del mar sea increíble —Yo no quería que tú dieras ni un euro para esto. Es un regalo para ti... bueno para los dos. — Se explica y niego.&mda

"Me ha tocado regresar a plasmar mis palabras en estas nuevas páginas, pero es que la distancia entre tú y yo me pone melancólico. Estos dos últimos meses juntos han sido increíbles. Tu regalo de Navidad, el disfrutar de aquel establo entrenando o tocando nuestros cuerpos... Jamás olvidare la primera escapada nocturna a aquel lugar, aquella fantasia ha sido tan increíble... Aun siento las huellas de tus dedos en mí. Me parece ayer cuando en medio de besos te tomé entre mis brazos e hice que te sentaras sobre banca para amarte como lo hice. Si le contáramos de aquella aventura bastante erótica a alguien, diría que es la típica escena de una película, pero para nosotros fue algo más. Ese sitio fue el que nos unió años atrás. La primera vez que te vi estabas en un sitio parecido y la otra noche estabas en ese mismo lugar, pero concentrada en mi... en mi piel... en mis besos... en la manera que te hice el amor bajo el errante sonido proveniente de tus gemidos y

[LEONEL]Esta abrazada a mi y yo solo puedo jugar con su cabello mientras escucho el perfecto ritmo de su corazón pegado a mi pecho, es así de esta manera tan nuestra que me gusta estar con ella —No has respondido a mi propuesta.— Digo rompiendo el silencio y ahí están sus ojos celestes mirándome llenos de ilusión y preguntas.—¿Qué propuesta?— Me pregunta con una tímida sonrisa.—La de venirte a los viajes conmigo.— Le explica con una enorme sonrisa que ella imita.—¿Estas hablando en serio?——Muy en serio. Lo nuestro ya no es un secreto. Tú ya terminas con la universidad. Ya eres casi veterinaria, es absolutamente perfecto.— —Soy tu prometida.— Añade con orgullo.—Eres mi prometida.— Repito sonriente.—Tu oferta es muy tentadora...— Dice con u

[SINAÍ] 6 días después: 18 de mayo Ha estado tan tenso estos últimos días, que lo único que puedo hacer es pararme detrás del sofá que hay en la pequeña oficina que hay en el establo, y hacerle masajes para intentar que se relaje. Trabajo en cada uno de sus perfectos músculos y el escucharlo respirar con calma a medida que se va relajando me hace sonreír. —Mmmm cariño... ¿Dónde has aprendido a dar estos masajes? — Pregunta y yo rio ante sus palabras. —Contigo amor. Todas esas noches que me has masajeado me han hecho aprender. — Le digo bajito por si acaso alguien pueda escucharnos. Voltea su cabeza para verme a los ojos y sonríe triunfal —Ese dato es nuevo...— Comenta con entusiasmo. —La alumna ha superado al maestro.— Bromea y dejo de masajearlo para buscar el casco y sus rodilleras. Regreso a él y entiende perfectamente que debe ponerse de pie —¿Serás mi asistente?— Pregunta sonriente mientras le col