Estar en los brazos de Victoria es algo increíble, cuando la vi allí nunca pensé que la volvería a tener en mis brazos, que no podría sentirla en mis dedos. Experimentar la felicidad es tan… tan indescriptible. Es algo inenarrable, maravilloso, sorprendente.Su sonrisa está expandiéndose por todo su rostro mientras ella sigue besándome repetidas veces, pero ella me aleja mientras se gira para poder sentarse en el lateral de la mesa, sus ojos miran expectante a Cristian que tiene abrazado a Elisa y me mira buscando una respuesta que no consigo responder.Mi encogimiento de hombros hace que ella deje la pregunta para otro momento en su vida y se baje de la mesa, sus piernas flaquean pero estoy allí para atraparla, para cuidarla y protegerla. Espero que la segunda vez sea mucho más  favorable que la primera.Se estabiliza en mis brazos y luego se gira para mirar hacia el

 Alejados de la casa McGregor...Antonella Dankworth Estoy en el suelo de mi habitación mirando al techo color negro. Mis lágrimas se derraman por el costado de mi rostro y mi cabeza cae de lado, miro debajo de mi cama y como el destello del cobertor me da paso a ver hasta el otro extremo.Mi cuerpo se siente perdido, desolado, demacrado. Mis parpados están pesados y siento como si la tierra se filtrara por mis ojos y aserrín en mis labios al tragar.-Mi padre- murmuro tan sutil que es difícil de poder descifrar lo que digo. No me interesa en ningún momento lo que los demás piensen ahora. Algo ha ocurrido si estoy segura yo soy la que no se ha enterado.Le levanto y limpio mis lágrimas como puedo con el dorso de mi mano y la limpio con mi pulcra camisa color negro. Mi cabello se agita cuando a pasos apresurados vuel

 ¿Sabes lo que es quedarte en silencio mirando a la nada? Mis lágrimas no han bajado desde que vi a mi padre, no entiendo mucho ese sentimiento de dolor que no puedo expresar. Me quede viendo hacia mi él y pude saber que todos estaban mirándome con esa típica mirada de asombro y tristeza esperando que me lanzara en el suelo en donde mi padre permanecía muerto.Me había inclinado y dejado un beso en su mejilla antes de ver como Andrew lo acomodaba en uno de los sillones.Aun todos tienen su mirada fija en mí, en la espera de que mis lágrimas comiencen a bajar. Busque a mi padre y aun así término en la puerta de esta casa, muerto. No tengo nada que decir exactamente, es más ¿Qué debería decir? No hay palabras.No todos los dolores son llorados ni todas las alegrías se ríen. Siento la mano de Elisa en mi muslo apretándome y la g

 Cada vez se alejan más y más, sus pasos se hacen más distantes mientras yo me quedo enterrando mis garras en el frio del lugar. No puedo soportar el hecho de que ella esta caminando hacia esa cabaña sin saber exactamente quien está allí, o tal vez sí.Mi gruñido es algo que sale natural de mí. Me he trasformado y mis puños se aprietan con fuerza.-Te lo dije, ellas saben lo que hacen- niego y asiento al mismo tiempo sintiendo una confrontación bastante fuerte.** Victoria Elisa está a mi lado, sé que los que están dentro de esa cabaña no se esperan en ningún momento la llegada de nosotras y eso es una ventaja que estoy manteniendo, que tampoco tenga ventanas hacia esta vista es otra de las tantas.Nuestros pasos son suaves en medio de todo

  Andrew Parezco un león enjaulado mientras estoy caminando de un lado a otro por todo el lugar, quiero que mis piernas se detengan pero al mismo tiempo no lo deseo. Estoy molesto, enojado y malhumorado.-¡Santo Dios! Siéntate- dice Susan lanzándome un trapo de cocina en la cabeza. Lo tomo con algo de molestia y me giro a mirarla –No me mires así, yo no soy la mujer que quiere matarse para volver a vivir- dice ella y yo le lanzo el trapo de vuelta.-¡Hey! Con mi mujer no- dice Christopher con algo de risa. Trato de dedicarle una sonrisa porque al mismo tiempo siento un peso fuera de mi cuerpo. Hasta que sin duda me sonrió con el viendo como Christine ahora está al lado de él dándole un golpe en la cabeza.-Buenas- una voz suave pero grave se escucha por todo el lugar, me giro porque ya los demás estaban mirando