Xiao Ziyi casi se desmaya. Ella no esperaba que la razón de que ella sufriera una herida tan grave fuera que Yi Jinli quería descargar el enojo de Ling Yiran hacia ella. ¡¿Por qué era Ling Yiran?!En el pasado, ¡Hao Meiyu había sido admirada por su belleza! En cuanto a Ling Yiran… Bueno, aún si Xiao Ziyi admitía que Ling Yiran era una mujer atractiva, después de tres años encarcelada, era ahora una barredora de calles. Sin poder mantener su imagen en todos esos años, ¿qué tan hermosa podía ser?¡¿Cómo podía Yi Jinli, quien se había acostumbrado a mujeres hermosas, estar interesado en Ling Yiran?!“Así que no vayas a causarle más problemas a Ling Yiran,” le advirtió Xiao Ziqi a su hermana. “Además, será mejor que entierren lo que les dije hoy en sus corazones. No se lo digan a nadie. ¡Ni siquiera a sus padres! Yi Jinli dijo que no quiere que otros sepan al respecto. Que yo les haya dicho esto hoy es ya una gran equivocación”.Xiao Ziyi dejó de hablar. Si hubiera sido alguien más, ella

“Pero… estás usando…”.Solo en ese momento se dio cuenta que el atuendo que estaba usando era el mismo que había usado el día anterior para cenar con su abuelo. “Si yo fuera el Jin que ella conoce, no sería capaz de costear y usar cosas como esta”.“Sin embargo, después de todo lo que pasamos anoche, ya no quiero esconder más mi identidad. Después de todo, tarde o temprano tendré que decirle quién soy en realidad. Si lo hago ahora, solo será un poco antes de lo planeado originalmente.“Y una vez ella conozca mi verdadera identidad, será más fácil para mí tomarla bajo mi protección”.“Aunque esté vestido diferente, sigo siendo Jin, ¿verdad?”, preguntó él con una ligera sonrisa mientras la miraba. En ese momento, aún si Ling Yiran había sido una idiota, debía ser capaz de sentir que algo estaba mal. Ella se dio cuenta que habían algunas cosas que no eran como las había imaginado originalmente. “¿No eres un indigente?”.“No lo soy”, confesó él.“Entonces… ¿por qué pretendías ser un ind

Una vez que acabó de hablar, él terminó la llamada. El Amo Yi miró el teléfono en su mano por algún tiempo antes de pasarlo a la enfermera asistente. “¿No debería preocuparme? Sería genial si fuera cierto y, sin embargo, a veces, su falta de conciencia en sí mismo es lo más aterrador. Justo como mi hijo hace tantos años, quien me prometió: ‘Papá, nunca voy a renunciar a las responsabilidades de la familia Yi por una mujer’.“Y sin embargo, ultimadamente, mi hijo abandonó a la familia Yi por una mujer. ¡Él ni siquiera quiso su vida!”.“Investiga al respecto y averigua quién es esa mujer. Quiero saber cada detalle acerca de esa mujer”, ordenó calmadamente el Amo Yi. “Sí,” dijo un hombre de traje negro y anteojos de montura de oro, que estaba sentado en la esquina del cuarto de hospital, cuyos dedos tecleaban rápidamente la computadora portátil. Ling Yiran estaba acostada en la cama del hospital, su mente aún en un revoltijo. Después de todo, bastantes cosas habían sucedido en el lap

Justo entonces, el tono insistente del Abuelo Lu sonó al otro lado del teléfono. “¡¿Por qué no le estás pidiendo a Yiran que corra a la estación de policía a retirar el caso para que nuestro hijo mayor y todos los demás puedan ser liberados?!”.“¿Liberados? ¿Por qué deberían ser liberados? Ellos han cometido un acto tan vil, ¡deberían ser encerrados por el tiempo que lo merezcan!”.“¡Son tus propios hijos! ¿Tienes que hacer esto por alguien que no comparte nuestro nombre familiar?”.“¿De qué hablas? ¡Es la hija de mi hija! ¡Su madre no está aquí, así que esta vieja mujer la tiene que apoyar!”.“¿Estás haciendo esto para que nadie te cuide cuando estés vieja? ¿O vas a depender de tu nieta que estuvo en prisión para que te provea y vaya a tu funeral?”.Los dos viejos continuaron su discusión como si hubieran olvidado que la llamada seguía conectada. Un momento pasó antes de que su abuela se percatara que el teléfono seguía encendido y dijo, “Yiran ¿sigues ahí?”.“Aquí estoy”, contestó Li

Ling Yiran estudió silenciosamente las acciones de la enfermera de principio a fin. Su expresión no cambió, aún cuando vio la desagradable herida en la palma de su mano. Solo cuando la enfermera estaba volviendo a vendar la mano derecha de Ling Yiran con gaza fue que sin querer frunció el ceño por el dolor, pero no gritó. “Déjame hacerlo. Sal”, le ordenó Yi Jinli a la enfermera. La enfermera salió de la habitación de manera respetuosa. Yi Jinli tomó la gaza y vendó la mano derecha de Ling Yiran en una forma muy experimentada. Sus movimientos eran tan suaves y cuidadosos que ella casi no sentía dolor en su mano.Cuando terminó de poner el vendaje, apoyó la gaza. “Trata de usar la mano derecha lo menos posible por los próximos días. No aprietes la mano en un puño como hiciste justo ahora. ¿Cuánta más sangre quieres perder?”.Ella estudió el vendaje que él había hecho y notó que el nudo estaba hermosamente atado. “Pareces tener mucha experiencia en vendar heridas”.Sombras pasaron por