Capitulo 4

  Conforme fui reaccionando aun en el piso completamente mojado por la intermitente lluvia, intento digerir lo que ha ocurrido, ¿Un desconocido me ha salvado?

  Antes de que pudiera levantarme se abrió de golpe la puerta, y ahí estaba de nuevo, mi sobreprotectora hermana Rachel junto a mi representante Marion, ambas mujeres al verme sobre el asfalto del tejado corrieron con un paraguas hasta donde me encontraba, como pude me reincorpore.

- Pero ¿Qué te ha ocurrido William? – me grita Marion.

- ¿Por qué te fuiste de la casa sin avisarme? – me regaña Rachel tomándome de los hombros apenas si me levanto completamente.

- ¿Por qué subiste hasta aquí? – preguntan al mismo tiempo.

- ¡Pueden dejarme en paz! – como consiguen molestarme tan rápido.

- ¿Pero Will? – intenta volver hablar Rachel.

- ¡No puedo salir a tomar un poco de aire? ¡¿Acaso no estoy lo suficiente mente grande para cuidarme solo?! – siguen queriéndome controlar.

- ¡Aunque seas mayor te sigues comportando como un niño! – me grita a mis espaldas Rachel mientras me dirijo a la puerta.

  Ignoré completamente todo lo que me estuvieron diciendo las dos, me puse en un modo ausente que ni yo mismo se explicarme, las palabras de aquel mensaje me resonaban una y otra vez en mi cabeza. Baje de nuevo a mi departamento, tanto Rachel como Marion no dejaron de decirme que hacer, pendientes, mi hermana me quiso convencer de volver a la mansión, ¡Va! No preste la más mínima atención y continúe sentándome frente a mi computador.

- Y por eso el comité ha solicitado que se te asigne un asistente personal – me dice Marion mientras deja una carpeta sobre el escritorio.

- ¿Qué? – pregunto molesto mientras volteo a verle.

- Que como el joven inmaduro no quiere presentarse más a la oficina, los socios han decidido que le asignaran un asistente que sea su intermediario entre los socios y usted jovencito – me dice en tono burlón Marion.

- ¡¿Qué?!, ¡No quiero intrusos en mi departamento! – grito furioso levantándome de golpe arrojando la carpeta que colocó frente a mí.

- Lo lamento Will, conforme llegue al corporativo los socios me citaron a la reunión de emergencia que tuvieron gracias a tu maravilloso juego, me ordenaron hacerlo –

- ¡Es mi empresa! ¡Unos ancianos corbatudos no van a decirme que hacer! – odio todo esto.

- Es tu empresa, pero sabes que dependes de ellos para poder tomar cualquier decisión – 

- ¡No quiero a nadie aquí! – 

- Pues te puedes venir de regreso a la mansión y yo sería tú asistente William – dice de la nada Rachel, eso sería peor.

- ¡No volveré aquel lugar! ¡Y no pienso admitir a nadie aquí! – Lo que me faltaba, ahora me pondrían a un espía a vigilarme todo el tiempo.

  Seguí discutiendo con ambas hasta que se cansaron, se fue primero Marion, para después de querer convencerme de mil maneras sin resultado alguno Rachel se fue muy tranquila, a veces me pregunto ¿Cómo puede seguir tan fresca después de tanto?

  Respiré profundo para volver a mi realidad, me dirigí a mi habitación para cambiar mi pijama por otra ropa más deportiva, mientras terminé de acomodar mi ropa sucia recordé el mensaje, me fui a sentar en mi silla frente al computador y abrí mi sesión del juego, y ahí estaban los tres mensajes, el usuario que me envió eso se hace llamar “Kaeru”, su foto es ¿Una rana?, ¿Quién es este tipo?, no recuerdo a verlo visto antes. Comencé a buscar lo que me apareciera con su nombre, al ser programador puedo filtrar muy fácil los resultados que quiero saber, al parecer utiliza ese nombre para sus avatar en juegos, no encuentro nada de redes sociales con ese seudonimbre, ve que es muy participativo en los chat y las competencias de algunos videojuegos, incluyendo el mío Medieval Fire, tiene buen perfil, su puntuación es alta, ¡Já! Me siento un acosador al buscar a este tipo.

  Mientras observo su perfil puedo ver cómo se conecta.

El Errante: ¡Ey!

Fue lo único que se me pudo ocurrir 

Kaeru: ¿Quien eres?

El Errante: Soy el Errante, y ¿Tú quién eres?

Kaeru: ¡¿Qué?!, ¿Eres el máster?

El Errante: ¿El máster?

Kaeru: ¡Si! El máster, ¡Con quién todos quieren competir! 

El Errante: ¿Por qué dices que todos quieren competir conmigo? 

No tengo la menor idea de que está hablando este tipo, decidí detenerme un poco e ir a la cocina a prepararme un café express, al regresar al procesador me encuentro con Kaeru conectado y un nuevo mensaje.

Kaeru: ¡Eres el Errante! ¡El único jugador que tiene todo el armamento completo! ¡El que tiene el rating máximo en las competencias! 

El Errante: ¡Ah eso! ¡Si! Soy el mismo.

Kaeru: ¡No puedo creerlo! ¡Hace años que todos queremos competir contra ti!

El Errante: ¿A si?

Kaeru: ¡Si!, Oye una pregunta, ¿Leíste mis mensajes? 

El Errante: Para suerte tuyo si, los leí.

Kaeru: ¿De verdad?

El Errante: ¡Si!, Pero ¿A qué te refierias con que no lo hiciera? 

   Necesito saber cómo es que supo este tipo que estaba a punto de arrojarme al abismo de la ciudad.

Kaeru: A lo de las insignias que regalaron, se a corrido la voz en los foros de que tú eres el creador de Medieval Fire, tienes el control de poner y quitar esas insignias, pero si las quitas ¡Nadie estaría a tu nivel para competir contra ti!

  Leer esas palabras provoco que escupiera al instante mi café, no puedo creer que malinterprete aquellas palabras, este chico solo se refería a la mala decisión que tome para jugar, ¡No puede ser! 

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