Tomo mi cartera y me pongo de pie.
—Ash, puedes volver a casa, te veré allá una vez termine la reunión —digo ya que iré con Ignacio.
—No y perderme la diversión, iré contigo, Ignacio me cederá su lugar, ¿no es así querido? —Ash pestañea a Ignacio.
—Tendrás que estar muy pendiente de todo y no me hagas ojitos que no me gustan los chicos—Ignacio le dice y nos hace reír. Se ha enterado del plan de Ash y aunque le parece descabellado ha mostrado su apoyo.
—Por supuesto que lo estaré —Ash entorna los ojos—, morirías por estar con un chico como este —se señala e Ignacio niega con la cabeza.
No tengo problema en ir con Ash es una mujer muy inteligente y sabrá perfectamente que hacer.
Camino para salir de mi oficina mientras Ignacio le da algunas instrucciones a Ash, bajamos al primer piso y ya nos esperan con la puerta del auto abierta.
Subimos y en el camino por fin me doy tiempo para ver la ciudad y recuerdos de mi niñez y juventud me atraviesan, es extraño estar aquí.
La camioneta se deti