Mundo de ficçãoIniciar sessão
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Capítulo 18: No vuelvas a tocarla.
― β ―No sé que ha estado contando Cole durante los últimos treinta minutos, pero que el rumor de que soy su compañera se ha esparcido, pues cada persona que pasa cerca de nuestra mesa se me queda viendo y eso ya está comenzando a irritarme.–¿A qué hora es el anuncio? –le pregunto a Alan, quien acaba de ocupar su lugar nuevamente tras charlar brevemente con otro alfa–Estaba programado para la una –dice tras consultar su reloj –Pero como ha llegado tarde, seguramente lo ha movido para la una y media ––¿Estás nerviosa? –me pregunta Bren, quien ha estado dibujando con Kat los últimos minutos–¿Por qué estaría nerviosa? ––Oh, no lo sé, tal vez porque pronto serás presentada como la compañera del gran alfa Cole Turner –me dice Alan burlonamente–No lo estoy Alan, ni que me fuera a presentar como su Luna –digo apretando los dientes –Mas bien, me está presentando como un problema –Admito que al principio no lo pensé, pero, al recordar que aún debe mantener su compromiso con Danielle, bu
Capítulo 19: El compañero de Raine.
― α ― Ante mi amenaza y mi tono furioso, Danielle comienza a llorar, esta vez, de verdad. –Cole, no seas así –interviene rápidamente Tina, la amiga de Danielle –Sólo fue un accidente, Danielle sólo quería hablar con ella, pero como la ignoró, Dani intentó tirar de su brazo – –¿Sólo quería hablar? –pregunto arqueando una ceja –¿De qué tenía que hablar Danielle con ella? – –Bueno… Dani sólo quería…– Ah, tal para cual, en su intento por defenderla, sólo la ha hundido más. –¿Audrey? –llamo a mi gamma, quien se apresura a entregarme un fajo de billetes antes de llamar a una recamarera, la cual, sale de una de las habitaciones que tienen acceso al jardín –Si sólo querías hablar con Raine, ¿por qué le lanzaste esto? – –¡No lo hice! –se apresura a mentir Danielle –Ni te molestes con eso Danielle, tengo testigos –le gruño furioso Diosa, no sé ni como me estoy controlando para no gritarle. Cumpliendo con su trabajo, Audrey ha seguido a Tina y a Danielle y ha visto claramente todo lo qu
Capítulo 20: Instinto posesivo.
Lo admito, ver como su rostro se descompone, me llena de satisfacción, Raine es sólo mía.¿Cómo se atreve a tocarla así?–Debes estar bromeando…–masculla el hombre frente a mí –Raine ¿es eso cierto? –Confiado en que Raine responderá y confirmará lo que acabo de decir, decido guardar silencio, sin embargo, la respuesta de Raine nunca llega, en su lugar, Alan intercede.–¿Qué diablos estás haciendo aquí Vince? –gruñe un muy furioso Alan –Te advertí que te mantuvieras lejos del área de la casa principal ––Alfa, lo lamento… Estaba esperando por Raine, quería… Quiero hablar con ella…Quiero disculparme por el error que cometí…––Se le llamaría error si tan sólo lo hubieras hecho una vez…–pese a que ha susurrado, puedo escuchar perfectamente el comentario sarcástico de Brenna¿La ha engañado más de una vez? De acuerdo, ahora quiero matarlo, no es de extrañar que Raine esté tan dolida.–Luna Brenna, no diga eso…–pide el lobo al que Raine ha llamado Vince –Sé perfectamente que me equivoqué y
Capítulo 21: Manada Umbra, aquí voy.
― β ― Sentir la mano de Cole en mi cintura me hace sentir escalofríos, unos muy diferentes a los que sentí la primera vez que me tocó. Si bien antes quería estar lo más lejos posible de él, ahora yo quisiera... Ay Raine, ¿en qué estás pensando? Se supone que debes mantenerte firme. Sé que he estado cediendo ante él, pero, no lo sé, me está resultando muy difícil no hacerlo. Estar con él se siente tan natural, tan bien… Además, parece entenderme, algo que ni siquiera yo hago. Sin duda, lo que pasó afuera y lo que le dijo a Vince, definitivamente removió algo en mí. Pensé que Cole sería como todos los alfas que conozco, y que, de alguna manera, faltaría a su palabra de dejarme volver a Terranova una vez que solucionemos su problema, pero creo que me equivoqué. Él parece entender perfectamente lo importante que es para mí ser una beta. –¿Sucede algo? –me pregunta Cole en voz baja –¿De qué hablas? –pregunto frunciendo el ceño –Es que te le quedaste viendo como una loca –dice burl
Capítulo 22: Mi querida Terranova.
No. No. No. Oh, diosa, ¿por qué habré regalado mis vestidos? Desde que Cole le explicó todo al abuelo, han pasado treinta minutos, de los cuales, veinte los he pasado haciendo mi maleta, la cual, está descansando completamente vacía en mi cama mientras que toda mi ropa está desparramada por toda mi habitación. –Vale, suficiente, no puedo sola…–digo tras lanzar mi último pantalón corto al suelo –Hora de llamar a la caballería – Sé que no me va a dejar olvidar esto, pero, si quiero lucir presentable en la manada de Cole, definitivamente no puedo llevar esta ropa… Además… Nadie retaría a una Luna a un combate todos los días, ¿cierto? –“¿Qué hay de la pequeña caprichosa?”–me gruñe Reika –Tienes razón…–susurro antes de revisar mi brazo La herida ha sanado por completo, de hecho, no ha tardado en hacerlo. –“Sin duda va a darnos problemas…”– Reika tiene razón, sobre todo, porque aún me preocupa el hecho de que no fui capaz de sentir a su loba cuando me hizo el arañazo, y es que, p
Capítulo 23: Una verdadera Luna.
― α ― Desde que dejamos el territorio de Terranova, Raine no ha dicho una sola palabra, se mantiene con la mirada fija en la ventana opuesta a mi lado por lo que no he sido capaz de ver su rostro. Sé que ha llorado cuando los guerreros de Terranova cerraron el portón apenas la camioneta salió por el muro que protege el territorio principal, sin embargo, Raine se ha hecho la dura y no tardó en reprimir sus lágrimas, desde entonces, ella no se atreve a mirarme. Al avanzar por el camino, intenté hacerle algo de conversación, pero simplemente ella no parecía muy dispuesta a seguirme el hilo así que dejé de insistir y preferí darle algo de espacio. Desde entonces, han pasado casi cuarenta minutos. No sé que cambió en el rato que nos separamos en la casa de Alan, no sé si tiene que ver conmigo, con el tal Vince o si sólo está así porque se siente nostálgica por dejar su hogar, el cual, según lo que el señor Elliot me ha dicho, ella ama con todo el corazón, pese a que, algunos ingratos,
Capítulo 24: La primer noche juntos.
― β ― –¡Tía Lydia! –exclama Danielle indignada Vaya, la fotografía que me ha mostrado Cole de su madre no le hace justicia, es realmente hermosa, aunque, parece algo cansada. –Por favor, vuelvan a sus deberes –pide Cole con amabilidad –Los que no tienen nada que hacer aquí, por favor, vayan a casa, ah y Michelle, ve a que te revisen ¿vale? –la joven criada asiente y nos dedica una pequeña reverencia a los dos antes de marcharse con los demás empleados La casa es grande, pero no para tanto, no entiendo porque hay tantos criados. –Ven conmigo –me susurra Cole guiándome hacia su madre, quien nos observa con una bonita sonrisa –Mamá, quiero que conozcas a mi compañera –dice con emoción –Creo que papá te escuchó después de todo – –Pero, Cole…–chilla Danielle al tiempo que da un fuerte pisotón –Danielle, ¿puedes venir, por favor? – Y ahí está la responsable de todo, Casandra Rue. Está en el descanso mayor que lleva al segundo piso, diosa, si las miradas pudiesen matar, yo ya estaría
Capítulo 25: No te acostumbres.
–¿No puedes encargarte tú? –escucho una ronca voz –Entiendo, entonces iré para allá… No te preocupes Johan, de hecho, podríamos volver juntos, así, puedo presentártela –Sin entender muy bien que está pasando, suelto la almohada a la que estoy abrazada y me acomodo bocarriba en la cama, sin embargo, al no reconocer el techo del lugar, me levanto bruscamente, lo que me provoca un mareo.–Tengo que colgar, iré apenas mis hombres estén listos ––Carajo…–mascullo sujetándome la frente–Raine, ¿estás bien? –me pregunta Cole al mismo tiempo que se apresura a sentarse frente a míClaro, no estoy en casa…He dormido tan bien, que lo he olvidado…–Sí, sólo fue un momento de confusión… ¿Qué hora es? –pregunto al notar que el sol ya se cuela por una ventana abierta–Son las nueve y treinta –me dice con una sonrisa–¿Has dicho las nueve y treinta? –pregunto incrédulaImposible, con esta, ya son dos veces que me quedo dormida.–Alan me lo ha contado, sueles despertarte siempre a la misma hora –dic
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