El sol del nuevo día llegó con más preocupaciones para la manada de Garvan. Tenían unos tres días antes de que Callum sospechara por la ausencia de Conan. Era el segundo hermano que ellos le mataban, y esta vez no habría piedad. Por eso, los ancianos empezaron los preparativos para el ritual, debía hacerse en un lugar del bosque en específico y allí se dirigieron para ir preparando todo; tan pronto como la luna alcanzara el cénit del cielo, se iniciaría el rito.

Idealmente debía hacerse con luna llena, pero era imposible esperar.

Aidan pasó al centro de salud para visitar a Adara, a pesar de todo, ella era la mujer que le había dado la vida y él tampoco podía sentirse tranquilo sabiendo que estaba gravemente herida. Perdió el aliento en cuanto la vio, estaba casi tan blanca como los vendajes que cubrían su cuerpo. Se veía tan frágil y vulnerable que su pecho le dolió, él tampoco quería esto, no le deseaba ningún mal y mucho menos las heridas que le habían contado que sufrió. Aidan tom