Katherine

No sé si pasaron minutos u horas, porque no controlamos el tiempo y no sé en qué momento nos quedamos dormidos, pero es la primera vez que amanecemos juntos y abrazados uno al otro.

Nos miramos a los ojos sin decir nada, solo con una sonrisa porque sobran las palabras.

-Buen día, ¿Cómo has amanecido?- susurro contra sus labios antes de dejar un tierno beso.

-El mejor amanecer de mi vida, cielo.- dice comenzando a besar desde la comisura de mis labios hasta mi cuello y bajando hasta mis pechos haciéndome gemir de placer.

-¿Cómo me encontraste anoche?- preguntó separándose de mi pezón y volviendo a mis labios.

-Llamé a Alice, ella me pasó tu dirección y me dijo donde guardan la llave de repuesto.- le digo con carita de inocente para que no se enfade conmigo ni con Alice.

-¿Y cómo has logrado burlar a todo un equipo completo de agentes de la CIA?- pregunta levantando una ceja curiosa.

-Uff… No fué nada fácil y tengo que confesarte que golpeé a un