[AKSEL]
Le veo andar por la cocina con una camiseta puesta que apenas llega a sus muslos mientras prepara el desayuno y yo hago mi mejor intento por no cortarme con uno de los vidrios que recojo del suelo; evidencia que ha quedado de la copa que rompimos anoche. —¿Te ayudo?— Me pregunta mirándome con una media sonrisa.
—Yo puedo, no te preocupes. — Indico y después de quedarse mirándome por algunos minutos, ella continúa exprimiendo las naranjas que acompañaran a nuestro café.
Una vez que he terminado de recoger todos los pedazos de vidrio que había en el suelo y que ella termina de preparar el desayuno, le ayudo a llevar la bandeja con todas las cosas hacia la mesa que hay en el jardín y nos sentamos en las sillas uno al lado del otro, casi sin espacio entre nosotros dos. —Eres demasiado hermosa así al natural.— Comento observando la manera