Como era de esperarse, mi padre, mis tíos y el abuelo obligaron a las chicas a quedarse tranquila para que los profesionales pudieran trabajar libremente sin tenerlas a ellas detrás ordenando y exigiendo cosas.

Mientras tanto mis amigos y yo decidimos alejarnos de todo el follón, ellos beben, fuman y bromean, mientras yo solamente les sigo las bromas, tengo miedo de recaer si pruebo el alcohol o la yerba, después de todo no recuerdo haberlo dejado y puedo caer fácilmente.

―Esa fiesta será una locura. ―Román resopla. ―Mi chica me ha dejado en claro que hoy se va a embriagar como nunca, ¿Qué dirá mi suegro de mí cuando no pueda controlarla? ―Yo enarco una ceja, no me gustaría estar en su posición.

―Amigo mío, por lo menos puedes excusarte de que es un Hamann y todo lo puede. ―Luis bromea como siempre siendo un tonto. ―No estaría mal usar su lema para salir de ese apuro. ―Fran y yo nos miramos, realmente desea que papá le dé un disparo en la frente a mi cuñado.

―Yo que tú nomás hago de vi