Capítulo 3

text-align:justify;line-height:115%">Flaca vamos debemos irnos. —escucho que grita mi amiga, tomando mi bolso me apresuro a salir de casa, aseguro todo y al girarme le veo un poco más allá. Han pasado tres días desde que conocí al señor Hamann, hoy debemos ir a lo de las pruebas y eso me tiene un tanto nerviosa. Mamá está desesperada, quiere salir del hospital y no me extrañaría que los doctores y enfermeros quieran lo mismo  ¡La señora es difícil!

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ya estoy aquí vamos. —Sin perder más tiempo nos dirigimos a tomar el autobús.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Nerviosa? —pregunta una vez abordamos el autobús, suspiro pesadamente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El señor Hamann no es fácil. —Le miro. —Además me tienen que revisar... Si sabes que nadie jamás me ha visto ahí abajo ¿Verdad? Joder Carla que tengo vellos...

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Córtatelos. —Ríe, le doy un empujón.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No es broma, el señor Hamann no quiere que lo haga. — descompongo el gesto.  —Es extraño... —susurro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Tan extraño como para pensarlo día y noche? —escuchar eso me llama la atención, le miro inquisidora.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Te conozco desde hace ya un tiempo Marilí y tú no has dejado de pensar en ese hombre, lo que no sé es que si lo piensas por qué te gustó, o solo por qué ha dicho algo que no te gustó, el que no me lo hayas contado me tiene muy cabreada. —Muerdo mi labio y desvío la mirada, no le he dicho nada de lo que pasó en la firma del puto contrato.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No pienso en él Carla, pienso en lo que haré. —Le miro a los ojos. —Puedo ser muy fuerte, sí, pero tengo novio y lo voy a traicionar, voy a venderme. —gruño. —Si no te he contado lo que pasó es porque no lo creí necesario, pero ya que insistes el hombre es notoriamente manipulador, un patán por no decir gilipollas —me encojo de hombros. —El resto ya lo sabes, mintió sobre quién era y ahora debo enfrentarme a un hombre de 1,90 o un poco más, musculoso y gigantón. —Mi amiga suelta una carcajada monumental.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Coño te van a destrozar. —Ríe. Carla al contrario de mí, es de tez trigueña, cabello negro liso, tiene un precioso cuerpo y ni hablar de esos ojazos que tiene, no le falta absolutamente nada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eres una estúpida. —Le digo seria, pero solo escuchar su risa me uno a ella. —Estás loca en serio. —Medio autobús nos está mirando, estar con mi amiga supone locuras siempre.

Al llegar al campus un poco más tarde y no nos salvamos. 

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Buenos días jóvenes —saluda el profesor Gómez. —Como ya saben hoy jueves nos toca dibujar a nuestro modelo— mi amiga chilla.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Nos pondrá a Randon Black ¿Cierto? —Todas las féminas se vuelven locas. Randon Black es el típico chico malo y sexy con un toque de dulzura que las vuelve a todas locas, estudia lo que es el arte de la música, canta hermoso.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Sí, será él... Pero señoritas por favor deben comportarse, aconducten esas hormonas. —El profesor intenta mantener la compostura, pero la risa lo invade y todos en el salón sueltan una carcajada. —No es risa —dice tratando de recuperar la compostura nuevamente. —Lo que hicieron el jueves pasado no fue gracioso. —Frunce los labios pero aun así ríe.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Ya lo ve profesor? Debería considerar seriamente poner más a menudo a las señoritas...

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Aaiiss Donald cállate. —Le interrumpe Carla. —¿Ya olvidaron que pasó la última vez que pusieron a una chica? —el profesor se aclara la garganta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eso jamás lo voy a olvidar. —La voz guasona del profesor es graciosa. —¿Cómo pudieron dejarse llevar? ¿Ustedes saben lo mal que lo paso la chica al verlos a todos con el miembro erecto? —Las carcajadas no se hacen esperar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Debería dar esa clase todos sentados profesor. —Protesta otro compañero.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—De eso nada —se niega. —Cuando uno hace el arte de pie la inspiración surge de manera más rápida y libre —hace un gesto con la mano como si se liberara de algo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Yo lo que digo es ¡Contrólense! Ustedes los hombres no pueden ver un trozo de piel desnuda porque ya están con ganas de tirárseles encima, que poco control mental tienen —les miro a todos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Como si ustedes fueran buenas —bufa Donald. —Lo de ustedes fue peor... Por favor que es eso de "mi amor tas para alimentarte y no de comida" o eso de "¿Esa tableta es de chocolate suizo? —todos abuchean, están en contra nuestra.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Llegaron a escuchar eso de "Amore mio, sei delizioso come una pasta Alfredo"? —esa última es directa para mí.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Oh por favor, ustedes lo que están es celosos ¿Pero ustedes han visto a Randon Black con solo una sábana tapándole lo que de verdad queremos ver? —les pregunto. —A ese hombre no solo le digo que está igual de bueno que una pasta Alfredo, le digo que es caliente, esponjoso y delicioso como una pizza recién salida del horno y tú acento es pésimo. —Los chicos cabreados inician a protestar y las chicas a reír.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Jóvenes vamos —el profesor trata de poner orden sonando sus palmas. —Lo que hay que hacer es lo siguiente, las chicas no pueden estar piropeando a los chicos de esa manera tan vulgar y ustedes caballeros por favor... Hay que controlar la mente no que ella los controle a ustedes.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ufff profesor jamás... Jamás se pide lo imposible. —Dice otra compañera. —Y que conste que no lo digo por nosotras, pero venga que a los chicos les excita todo lo que tenga un par de tetas— las carcajadas resuenan en el lugar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por eso me encanta esta clase en especial. —Randon Black entra por la puerta del taller, lleva una sábana como si fuera un griego.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Señor Black bienvenido —le sonríe el profesor. —Gracias por una vez más ser nuestro modelo. —Los suspiros no se hacen esperar, incluido el mío.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Ahí está! Ustedes son más débiles que nosotros. —Ataca Donald.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Oh cállate... Deja la envidia. —Ríe Carla. —Ya vas a ver tú que nosotras sabemos controlarnos más que ustedes —asegura.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hagamos esto interesante. —Dice el profesor llamando la atención de todos. —Quien mejor lleve la situación gana —todos callamos y le miramos confundido e interesados a la vez.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿A qué se refiere profesor? —pregunto curiosa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El día de hoy les tengo una sorpresa y creo es la justa para ponerlos a prueba. Señorita Julissa pase por favor —entra una chica extremadamente bonita, con el cuerpo de una modelo igual con una sábana envuelta en su cuerpo. —Ella es Julissa Baloy también estará presente pues será una de las modelos, mi primer pensamiento era que la señorita y el señor Black posaran juntos, pero ahora los voy a dividir a los dos, las señoritas con el señor Black y los señores con la señorita Baloy. El juego consistirá en que si escucho un piropo de parte de las féminas los chicos ganan, si veo una sola erección —ríe al decir eso— las chicas ganan. Según el grupo que gane, el modelo será del sexo opuesto por todo el trimestre ¿Están de acuerdo? Chicas si pierden verán solo a chicas posar en este taller, ahora los chicos, muchachos sí pierden, verán al señor Black hasta en sus sueños. ¿Aceptan? —pregunta el profesor con una gran sonrisa dibujada en los labios.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Chica les pido que ganen por favor —pide Randon con su estúpida y sexy voz, nos miramos entre todas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Pero cómo vamos hacer nosotras con tan delicioso pecado y no decir ni un "mi amor estás para chuparte y dejarte en el hueso"? —dice Carla mirando al profesor.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Esto será difícil —acepta un compañero. —¿Usted ha visto a esa chica?— pregunta incrédulo, la cara de guasa del profesor se pone peor.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Está hecho! Suerte chicos, yo que ustedes me esfuerzo a mil. —Se gira y mira a los invitados. —Señorita Baloy por este lado —la sienta en el sofá derecho. —Señor Black —le señala el sofá izquierdo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tengo una pregunta —dice Miguel. —Si nosotros tenemos erecciones perdemos ¿Pero qué hacemos con Laura? Debe recordar que es lesbiana, así que ella es de nuestro bando, o sea que si sus pezones se endurecen ¿Perdemos?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Idiota— gruñe divertida y todos ríen por las ocurrencias de Miguel.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Les he dicho que son la clase más desordenada que tengo? —nos pregunta el profesor divertido.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si. —contesta Carla. —Así como también nos dice que somos los que más inspiración e imaginación tenemos. —El profesor mueve la cabeza dándole la razón.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eso es muy cierto, ahora vamos recuerden que el dibujo vale algunos puntos. —Todos nos ponemos en contacto con los modelos que ya están desnudos simplemente con la sábana cubriendo sus partes. Por lo general soy muy profesional y centrada en mis trabajos, pero esta vez veo a Randon con otros ojos, su cuerpo musculoso y los tatuajes que lleva le hace más interesante a la hora de dibujarlo, su mirada seductora, vuelve la mía invasora, su cabello negro y ojos oscuros me parecen tremendamente sexy.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Por qué tienes que parecerte a él?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿El qué?— pregunta mi amiga.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿De qué?— pregunto yo confundida.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tú has hablado. —Frunzo el ceño y me doy cuenta que lo dije y no lo pensé.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cantaba, no me hagas caso.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lamento haberte interrumpido —ella asiente y vuelve a su trabajo, mientras yo maldigo por pensar en ese estúpido moreno que me hizo pecar de manera rápida y desvergonzada. Sus malditos besos, su fuerte y caliente cuerpo, la manera de tocarme, de acariciarme y de llevarme al límite aun cuando estaba con ropa es desconcertante, esa manera en la que se movía para que nuestros sexos rozaran era deliciosa. Un jadeo sale de mi boca, ocasionando que mi sexo cosquillee y se vaya humedeciendo de manera abundante, las corrientes que sufre mi cuerpo al recordar la manera tan desenfrenada en la que nos buscábamos me ponen cardíaca y resecan mi boca, sin notarlo mi respiración se va agitando.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Estás bien? —pregunta mi amiga. —¿Estás sudando? —Al ser consciente del calor que tengo, asiento.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por esta parte odio los días de talleres, con esta calor es insoportable todo. —Mi amiga sonríe.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Estás sonrojada, muy... muy sonrojada, no será Black quien te pone así. ¿No? Mira que no quiero perder esta competencia, quiero seguir viéndolo y decirle por todo los apodos que se me vienen a la cabeza para cobrarme lo de hoy —me guiña, divertida niego con la cabeza.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tú relaja el culo que lo que tengo es calor. —Tomo mi botellín de agua en mano y la bebo como si estuviera pasando el Sahara. No puedo creer que esté pensando en el señor Hamann, no debería hacerlo, tengo novio... Cierro los ojos con fuerzas <<¿En qué coño me estoy metiendo?>> Es normal que piense mucho en lo que pasará el sábado? ¡Dios! me siento realmente mal por lo que le haré a Ian, soy una hija de mi reverenda madre. —Mi amiga se centra en mí, mira mi lienzo para después mirarme a mí.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Oye lo que te voy a decir pendeja, lo haces por tu madre, Ian no puede darte lo que ese hombre te dará, así que deja de pensar idioteces y céntrate en el trabajo, lo estás haciendo mal y tú jamás fallas a la hora de dibujar. —Resoplo y le hago caso, ella tiene razón, pero lo que no comprendo es por qué coño ese hombre no sale de mi p**a cabeza, se nota que es un tirano. Gruñendo pongo de mí parte y me centro en lo que realmente importa en estos momentos y eso es mi trabajo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Las horas pasan y yo trato de sobrellevar todos los pensamientos que llegan a mí sin aviso, no puedo dejar de pensar en todo lo que estoy a punto de hacer, tengo un extraño presentimiento.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Listo. —Chillo feliz, trabajar desconcentrada no es fácil. —Lo logré— aplaudo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Pues ya era hora, vamos fírmalo y salgamos de aquí quiero ir a beber algo —pongo mi firma, es un trabajo en sombra, solo utilizamos lápiz. Al salir del taller nos dirigimos a la cafetería.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Chicas —la voz de mi novio resuena a nuestra espalda, al girar ahí está mi chico.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mi amor —abro los brazos y él sin pensarlo me alza por los aires.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Cómo te ha ido en tu proyecto de Literatura? —me guiña.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Me fue de maravilla —dice emocionado, no sé por qué se emociona tanto, a él le va bien en todo. —Vaya Carla el amor te hace bien —sonríe mirando a mi amiga.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cállate la jodida boca o te la parto —ella le advierte. —Eres un tonto. —Le gruñe, Ian carcajea empeorando el humor de mi amiga, jamás me lo han dicho, pero sé que no se llevan bien, ellos solo actúan frente a mí.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Vamos amor, deja tranquila a Carla, después no la aguantas y te enojas. —Tomados de la mano compramos algo y nos echamos fuera en el pasto, la universidad a la que voy es pública pero me gusta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Señorita Cook —escucho esa voz gruesa y mi respiración desaparece en el acto, me giro de inmediato, no tardo ni dos segundos en ponerme en pie.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué hace aquí? —pregunto a la defensiva.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El señor Hamann la espera en el auto, debemos irnos. —Miro mi reloj de pulso y al percatarme de la hora le miro furiosa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Dígale al señor Hamann que aún no es tiempo, que si desea se ponga cómodo y me espere, no pienso ir con él, no si aún no es la hora acordada. —Me doy media vuelta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El señor demanda su presencia en este mismo instante. —escuchar eso me hace reír, olvidándome de que mi novio está presente vuelvo a girarme y miro al hombre que no tiene culpa de nada, él solo hace su trabajo, pero todo recadista paga el parto.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Dígale a su jefe que no es mi dueño, las horas y fechas están acordadas, no pienso desplazar mis planes porqué "El señor dueño del mundo" requiere mi presencia, ahora te pediré de la mejor manera que vayas a ese auto y le diga que si desea me puede esperar y si no quiere hacerlo nos veremos en el lugar acordado, yo sé dónde queda y en ningún momento pedí que pasaran a por mí ¿Lo tienes gravado o te lo escribo? —el hombre me mira con seriedad y yo a él de igual manera, a mí no me van a dominar a su antojo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cariño ¿Qué sucede? —la voz de Ian me pone nerviosa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Nada amor, es sobre unas cosas de mamá, nada de que preocuparse. —Le sonrío.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Carla vamos, nos toca historia del arte. —Sin importarme el gesto del pobre sujeto, tomo de la mano a mi novio, quien no dice más y nos alejamos de él. —¿Nos vemos mañana?  —le pregunto a mi chico, me sonríe y dándome un beso en los labios acepta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Será estupendo vernos mañana, es viernes y puedo tenerte para mí todo el día. —sonríe por como lo dice.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Bien vamos, despídete. —Mi amiga tira de mí con fuerza, sé que quiere respuestas y explicaciones. Al llegar al aula de clases está vacía.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Quién coño es ese? —pregunta casi molesta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es el chófer del señor Hamann, el mismo que me pagará por acostarme con él. —Mi amiga abre los ojos con exageración.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡No me jodas! —susurra. —¿Te ha venido a buscar sin tú pedírselo? Mana... Ese hombre quiere traqueteo antes de tiempo... ¿Pero tú eres marica? Tenías que haberte ido con él.  —ruedo los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ese es tu error en las relaciones, eres muy permisiva y siempre haces la voluntad de tu pareja. Carla, en la vida hay que saber con quién ser así y créeme que con ese hombre no se puede, está acostumbrado a tener el control y hacer su voluntad, no me gusta que me ordenen, no me gusta que quieran hacer las cosas a sus tiempos sin pensar en el mío. —Mi amiga tuerce la boca.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Sí, yo pues, la más débil en cuanto a los hombres —dice molesta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No quise ofenderte y tú lo sabes, simplemente no puedo dejarme llevar por qué tiene dinero, o por qué ha tenido la gentileza de venirme a buscar, en estos casos debes pensar bien, analiza lo que te voy diciendo. —Ella asiente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es un hombre que el poder es parte esencial de él, se nota que siempre ha tenido lo que quiere, la manera en la que me habló y quiso jugar conmigo el día que firme el contrato dicen a voz en grito que es un tirano y manipulador, yo no me dejé llevar y le dejé claro que yo podía ser igual o peor que él. ¿No es normal que intente ganarme por otros medios? —Mi amiga lo medita y finalmente me mira y asiente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tienes toda la razón flaca, en ocasiones me das miedo. —No  tardo en carcajear.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mi madre puede ser joven, pero lo que le ha tocado vivir la han hecho sabia, deberías considerar los consejos que nos da y no pasar de ellos. —El bullicio en el pasillo nos indica que la clase va a iniciar. —Ahora venga, vamos a nuestro puesto, nos toca la clase más divertida. —Digo con sarcasmo. La historia del arte es la clase que más odiamos y sé que es por la profesora que la da, la mujer más sosa y aburrida no puede ser.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Las clases inician y medio salón intenta no dormirse, la profesora tiene cuerda y no creo que se le acabe, siempre es así. Tremendamente aburrida ruego para que esas dos horas se pasen rápido.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Profesora Cambell?— todos miramos a la puerta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Maldita sea! —musito en voz baja. —El señor Hamann está en la m*****a puerta de mi m*****a clase. La profesora poniendo una sonrisa se acerca a él, trato de esconderme para que no me vea.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Señorita Cook —llama la profesora, después de unos minutos, no respondo, no voy a salir. —Señorita Cook no se haga la graciosa ya la he visto. —Golpeo la silla con algo de fuerza <<¿Quién se cree ese hombre?>> Levantándome de mi puesto sin dar un paso le miro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Le buscan. —Frunzo el ceño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No estaba esperando a nadie señorita Cambell, no deseo ni pretendo abandonar la clase a la mitad. —Afirmo, aunque la verdad eso es lo que quiero. —Conozco su regla y no estoy dispuesta a quedarme con la información a medias. —La profesora se voltea nuevamente y mira a ese hombre que quiere hacer siempre su voluntad.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tranquila señorita Cook. —Dice la profesora, después de hablar con ese maldito hombre. —Puede retirarse y sus compañeros tienen permiso de facilitarle la información de la clase, tampoco le bajaré puntos. —Todos mis compañeros me miran, le doy una mirada a mi mejor amiga quien se encoje de hombros.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si es así, entonces lo acepto, muchas gracias profesora. —recojo mis cosas y las meto a mi bolso, respiro profundamente y voy a mi encuentro con aquel hombre que se está volviendo una odisea. Salgo del salón y sin esperarlo inicio a caminar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Me has hecho esperar. —Al escucharle me detengo y con una sonrisa le miro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No sé a que se refiere, quedamos a las 16 horas y apenas son las 14 horas, para ser un empresario está muy mal en cuanto a respetar horarios y acuerdos. —Sigo caminando, estar cerca de él supone querer matarlo ¿O querer follármelo?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Estás enojada? —Una risa tediosa se libera de mi boca.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué ganaría con enojarme? Al contrario, le agradezco por haber convencido a mi profesora de no seguir sus reglas. —Su silencio me gusta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tú todo lo haces con un propósito. ¿Verdad?— asiento.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿De qué vale hacer las cosas si no tenemos un propósito al final? Bien pude venir con usted desde que me lo pidió, después de todo es la clase que más me aburre, pero no estaba dispuesta a bajar mis calificaciones y a quedar sin la información de hoy, así pues lo utilicé y como le voy conociendo... Sé que siempre obtiene lo que quiere, fue una buena arma. —Le miro. —Gracias por eso —le digo burlona, su gesto me causa gracia, no le ha gustado nada que lo utilizara <<¿no se da cuenta que miento?>>

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Además de bonita inteligente —asiente varias veces con la cabeza, eso me hace sonreír.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—La belleza sin inteligencia es solo una decoración y yo no soy solo eso —le informo para que lo lleve claro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si sabes que ese era un halago ¿verdad? —asiento.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lo sabía, pero esos halagos a mí no me valen. —Al llegar al coche me abre la puerta, al estar los dos dentro uno frente al otro nos miramos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No sabía que tenía una limusina enana— me mofo divertida.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Te gustan grandes y llamativas ¿Cierto? —su mirada provocadora me indica que lo dice en doble sentido.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Prefiero una pequeña y juguetona, que grande, pendeja y dormilona— me encojo de hombros y aguanto la carcajada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Está usted jugando con fuego señorita. —Acomodándome en mi puesto le miro con seriedad esta vez.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Se dice que las brujas son las mejores aliadas del fuego, así que por eso no se preocupe. Ahora le voy a dejar claro algunos puntos, la puntualidad es lo que más me gusta, detesto los cambios de planes a última hora y odio que quieran jugar a "yo todo lo puedo", no tengo obligación de pasar tiempo con usted, no más allá del estipulado, si usted me indica que nos veremos específicamente a una hora y con ello concerta el lugar, no tiene por qué venir a buscarme y pretender sacarme del campus o de donde sea, solo por qué usted así lo desea. Conmigo no se equivoque señor Hamann, si bien jamás he estado, sexualmente hablando, con un hombre eso no me vuelve una chica tonta que no sabe de la vida ¿Nos estamos comprendiendo? —Mi voz como siempre es dulce, por muy seria o enojada que esté, mi tono de voz jamás cambia. Su gesto serio y las venas que se van hinchando en su cuello me indican que se está conteniendo, su mirada pasea por mi cuerpo y solo ese gesto de su parte me enciende, el calor me invade y mi cuerpo recuerda todos y cada uno de sus contactos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Al parecer no sabes con quién habla. —Termina su recorrido en mis ojos. —He visto que tiene una habilidad de aprender y darle giros a las situaciones y eso me parece impresionante, pero nadie en su sano juicio hace lo que usted. —Su lengua pasa con lentitud por sus labios, paso saliva. —Así como usted tiene habilidades yo también las tengo. —Su rodilla choca con la mía enviando corrientazos por mi cuerpo, el vello se me pone de punta de inmediato.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ayer me dejó con ganas de más. —Me abre las piernas con las suyas, dejando a la vista todo. —Me encanta que estés en vestido —susurra, el corazón se me va acelerando de manera rápida, su mirada de deseo es como si pudiera acariciarme de maneras inimaginable.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Le gusta lo que ve señor Hamann? —pasa saliva con dificultad, desvía su mirada de entre mis piernas y mira mis ojos, a este hombre él sexo lo domina y él debe aprender que puede perder en su propio juego. Me abro más de piernas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿No le gustaría una mejor vista? —su mirada baja lentamente hasta ponerse dónde estaba, su pecho sube y baja y él calor de ambos aumenta, dejándome llevar, meto mis manos bajo mi falda y quito mi tanguita rosa. —Es una pena que solo pueda mirar y no tocar —digo en voz sugerente, su cuerpo se tensa, lo puedo apreciar aun cuando lleva ese saco de vestir.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No sabes lo que haces —susurra con voz ronca, se inclina hacia adelante y casi pegado a mis labios suelta su delicioso aliento, mi sexo se contrae con violencia, se aparta de mí y está vez acerca su boca a mi oído. —La mente humana es tan poderosa que hace cosas realmente increíbles, quizás no te pueda tocar pero si puedo decirte paso a paso lo que desearía hacerte en estos momentos —mi cuerpo reacciona de inmediato, mi respiración se vuelve entrecortada y el calor se intensifica. —Lo primero que haría es desnudarte lentamente y en el proceso ir despertando tu deseo con el contacto de mis dedos deslizándose sutilmente por tu suave y delicada piel, mis ojos contemplando como tu cuerpo se va descubriendo poco a poco y sentir ese placer por verte completamente desnuda, mis labios sobre los tuyos reclamándolos con desesperación, mis manos recorriendo tu cuerpo, conociéndolo y acostumbrándolo a mi contacto, el calor de mi cuerpo invadiendo el tuyo mientras tu sexo se va humedeciendo como se está humedeciendo ahora mismo. —Pasa su lengua alrededor del lóbulo de mi oreja, vibro al sentir eso. —Mirarte a los ojos mientras la sensación de la excitación nos va embargando a ambos, solo para comprobar lo deseosa que estás por mí, mi lengua degustando tu dulce sabor hasta llegar a la fuente de el, besarte, saborearte y disfrutar de tu elixir, ese que me brindarás a cambio del placer que te doy, sentir tu cuerpo retorcerse bajo mi caliente boca, ser testigo de cómo él calor y la presión invaden tu cuerpo hasta llegar a tu sexo y con ello te muevas en busca de más con desesperación porque estás a nada de alcanzar el cielo y solo te queda exigir que devore tu coño con más devoción y cuando finalmente te tenga enloquecida, darte certeros lengüetazos en el centro de tu placer hasta escuchar ese grito que me indica tu orgasmo. —Se aparta de mí dejándome totalmente agitada y excitada, no comprendo porqué solo al escuchar decirme esas cosas, mi mente se empeña en recrearlas. —¿No es el cerebro la parte más increíble de nuestro cuerpo? —Su sonrisa y la dureza que se alza bajo su pantalón de vestir me hacen dar un jadeo de desesperación, abriéndome de piernas con descaro me llevo la mano a mi mojado sexo, experimenté un orgasmo y no me di cuenta, inicio a frotar mi sexo, escuchar su gruñido me da más placer.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Aaahhh— jadeo por la sensación tan exquisita que supone darme placer sola.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Para— me pide con voz ronca. —¡Que pares! —me exige, pero su voz solo aportan más a mi excitación. —Joder Marilí. —Me aparta la mano, agitada, sudorosas y muy excitada le miro a los ojos. —No quiero que lo hagas. —Frunce el ceño —¿Cómo puedes masturbarte? —le miro extasiada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Soy humana y siento, quizás no me le he entregado a mi novio, pero sé darme placer sin tener que meterme algo dentro, o ser follada. —Guía la mano con la que me estaba masturbando y se la lleva a la boca, ese gesto es tremendamente erótico y la lujuria crece en mí.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eres excepcional Marilí y tremendamente deliciosa, verte masturbar supone un morbo increíble, pero tú castigo será este, no podrás llegar a tu orgasmo, no en mi presencia, tendrás que aprender a hacer mi voluntad y acatar órdenes. —Sonrío de lado y sin esperar nada, tiro de su saco para besarle, este hombre saca mi lado depravado y candente. Me sienta a horcajadas sobre él, su dureza roza con mi sexo desnudo y mojado, su beso solo me llevan a un punto dónde creo que me voy a derretir por el intenso calor, mi sexo lo pide una y otra vez, a tal punto que desearía introducirlo en mí, aún con ropa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es usted muy débil señor Hamann. —Digo separándome de él. —Ahora quedará igual de frustrado que yo— haciendo uso de mi autocontrol me alejo de él para poder ponerme las bragas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El sexo lo domina siempre y no lo dejan ver más allá. —sonrío. —Lo he utilizado todo este tiempo para dejarlo justo donde está. —Mi sonrisa se ladea.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Van dos veces que me dejas así —gruñe y me arrebata la tanguita. —Esto será mío —se la guarda en su saco.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Serás canalla. —Le miro incrédula. —¿Qué puede hacer usted con esa braguitas? —las vuelve a sacar y las huele como demostrando lo que haría.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">— Una buena masturbación no estaría mal. —La boca me llega a las rodillas por su descaro.<<¿De qué me asombro, si yo he sido igual de descarada?>> Me llamo una y otra vez estúpida. Cuando estoy con este hombre mi lado sexual se despierta de manera hambrienta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Está bien, estamos a mano, así que no me preocupo. —Me cruzo de piernas. —Una vez más le he recordado que no solo usted sabe jugar —le sonrío como la primera vez triunfadora y él me mira serio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Las pruebas fueron hechas y el nerviosismo por qué me vieran mis partes íntimas se ha ido, no fue tan malo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Te enviaré los resultados de las pruebas, nos veremos el día acordado ¿De acuerdo?— asiento antes de bajar del coche.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Gracias por traerme señor Hamann. —Le sonrío, estoy a nada de bajar y él tira de mí, sin previo aviso me besa, me devora los labios con los suyos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Fue un placer señorita Cook y le aconsejaría que dejara a su novio. —Escuchar eso me hace fruncir el ceño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Usted podrá meterse entre mis piernas, pero no se meta en mi vida personal, eso no se lo voy a permitir —no cambia su gesto osco.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es lo mejor, él no merece esto que le harás —perpleja por lo que dice decido bajar del auto, es un animal, ahora me quiere hacer sentir culpable.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si no sabe mis razones, no cuestione los motivos. —Dicho eso cierro la puerta para adentrarme al hospital. Al subir a la planta dónde tienen a mamá escucho a los doctores reír en el pasillo, les paso por el lado y al entrar a la habitación de mamá ella está riendo. —Buona notte mamma —la saludo con un beso.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Buenas noches hija mía —su humor es mucho mejor que días atrás —¿Cómo te ha ido hoy? —se interesa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ha sido un día pesado. —Digo pensando en lo agotador y excitante que es pasar tiempo con el señor Hamann.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Figlia. —Sonrío al escuchar eso, amo que mamá me diga hija en italiano. —¿Puedo preguntarte algo?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Claro que si mamá ¿Qué sucede? —Mi madre se sienta a mi lado en el sofá.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Estos últimos días te he notado bastante extraña ¿Has discutido con Ian?— sonrío con cariño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No mamá, tranquila, no debes preocuparte, todo está bien, es solo que tú estás aquí y extraño estar juntas en casa viendo pelis las dos abrazadas —mi gesto se entristece.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Puede que me extrañes, pero tu comportamiento no es por eso, confía en mí, dime qué sucede, ¿acaso tu jefe se propasó contigo para darte el dinero? —Niego esta vez con seriedad.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mamá todo está bien, te he dicho que no tengo nada, solo es que te extraño, no es fácil para mí tenerte aquí. —El malhumor me va invadiendo, odio mentirle pero esta vez es necesario hacerlo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Vale... Tampoco me saques ese genio. —Se aparta de mí y va a su cama.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿De quién lo abre sacado? —pregunto con mofa. —Muero de hambre, no tardo. ¿Quieres algo? —mi madre niega con la cabeza. Salgo de la habitación y me dirijo a la cafetería.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">¿Nos divertimos mañana después de clases? 

PD: Ian estará.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Le escribo a mi amiga, su respuesta no tarda en llegar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Por supuesto que sí mana, por ti soportaré al imbécil de tu novio ¿Cómo te fue con el señorón buenote que te va a follar?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Sonrío al leer su mensaje.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">De la m****a, es un pesado ¿Puedes creer que me pidió terminar con mi novio?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">El mensaje tarda unos minutos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Pues deberías hacerle caso, yo opino igual que él.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Descompongo la cara al leer aquello.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Pues no lo voy a dejar, lo quiero y eso no va a cambiar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Pasan los minutos y no responde, se habrá molestado pero a mí no me importa. Al terminar lo que comía me dirijo al ascensor, mi móvil suena y sin mirar quien es lo descuelgo, sé que es ella.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Me llamas para pedirme perdón o contarme tus penas? — digo burlona.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Para ninguna de las dos. —Escuchar aquella voz me dejan de piedra. —¿Aún estás con tu madre? —pregunta cómo si fuera mi novio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Sí, si estoy con ella. ¿Para qué llama? —respondo tajante.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Una pregunta que ronda mi cabeza no me deja estar. —Su voz gruesa pero tranquila me hace saber que está en un lugar tranquilo, quizás en su cama ¡Dios su cama!

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Pues venga dispara y veremos si puedo ayudarte. —Se hace un silencio algo incómodo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Cuál ha sido tu peor pecado? —su pregunta me pilla por sorpresa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿A qué ha venido eso? —pregunto de vuelta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Solo responde Marilí, ¿cuál ha sido tu peor pecado? — suspiro y lo pienso bien, jamás he hecho nada malo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Mi primer pecado? Tú has sido el primero y el peor que he podido cometer —me sincero, él me hace pecar con esas ganas infernales que me dan de ser follada por él cuando está cerca de mí, el silencio no se llena y al revisar mi móvil la llamada está cortada, extrañada por aquella pregunta y por el corte que me hizo sin despedirse, subo con mamá y dejo de pensar en todo.


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