—Dijiste que me amabas, el amor incluye decir las verdades al tiempo y no guardarlas para el final, te dejaste llevar por ella y eso te llevó a perderme, porque eso has hecho Kahin me has perdido, no me importa que solo haya sido una noche, pero te follaste a mi madre y también a mí. ¿Cómo se puede ser tan enfermo? —Sin sentir el dolor por todos los golpes que le he dado me alejo de él. —Si me sigues juro que soy capaz de decir que me violaste para que te metan a una maldita cárcel y te pudras ahí. —La mirada de Kahin es de sorpresa.
Sin verle la cara a ninguno, me dirijo a la parada, la noche está oscura y fría, sacando mi móvil llamo a un Uber, cuando este llega, me apresuro a montarme en el coche que me estaba esperando.
—¿A dónde? —pregunta.
—A dónde pueda dejarme morir en paz. —Le miro. —No puede
—Solo los voy a escuchar porque no me puedo ir así, necesito saberlo todo con detalle. —Miro a mi madre. —Tú has sido la que peor has hecho, inicia tú. —Mi madre me mira, sus ojos están hincados igual a los míos.—Nunca fue mi intención lastimarte de esta manera, creí que esperar el tiempo adecuado...—¿Y crees que ese tiempo adecuado era cuando ya estaba tan enamorada? —La interrumpo y mi madre baja la mirada.—Por supuesto que no, cariño eras feliz —me mira— .Si trataba a Kahin mal era porque creí que estaba tomando venganza contra mí, como ya te lo dije, pero también sabía que si contaba la verdad tú serías infeliz y me odiarías. —Limpia sus lágrimas.—¿Entonces solo pensaste en ti? —pregunto con frialdad.—Porque la úni
Melanie Fraser nace en Panamá y su interés en la escritura inicia a los 15 años, cuando escribió una obra para su clase.Ya tiene más de 7 libros publicados en la plataforma de Buenovela: “¿Virginidad? ¡Vendida! Libro 1” “¿Corazón? ¡Ganado! Libro 2” “Un cliché” “Eligeme a mí, eres mí vida” “¿Cupido? ¡Que se joda! Yo todo lo puedo, libro 1” “¿Cupido? ¡Que de joda! yo todo lo puedo, libro 2” “Mr. Meyer (Mi posesivo y controlador) “Mi Duquesa” “Libertad En Cautiverio”En sus historias siempre se encontrará realidad aunque sea ficción, le gusta dejar siempre un mensaje positivo y de reflexión.A Melanie le gusta explotar mucho a sus personajes, a quienes los trata de ahondar en los más profundo de
Mi vida jamás ha sido fácil, sin embargo, siempre he sido feliz, quizás no tenga todo lo que he querido en la vida, pero mamá se esforzaba por darme todo lo que yo necesitaba. He crecido sin padre, sin lujos, sin muchos amigos y en una casa que está a punto de caernos encima, pero lo que nunca ha faltado en mi vida es amor y una buena crianza. Mi madre me ha preparado para el mundo, este mundo que es cruel y despiadado, también me ha advertido del peligro que representan las personas, para ser sincera, jamás creí que sus advertencias se pudieran dar, pero me he topado con ellas, ahora debo decidir si seguir los concejos de mi madre, o arreglármelas por mí misma.
Las historias siempre inician con un suceso en lo general fatídico o de aparente felicidad o de total felicidad. ¿Por qué no? Pero para mí suerte iniciará fatídico y esto de aparente no tiene nada. Me encuentro en la sala de espera del hospital Punta Pacífico a la espera de cualquier información que me saque de este estado de desesperación y angustia en el que me encuentro. Mi madre, la única persona que tengo en el mundo, la única que cuida de mí, está en estado crítico y estoy a nada de perderla, ella me enseñó a ser fuerte ¿Pero cómo mantenerme en pie, si todo está a punto de tornarse peor?&nb
Esta vez desperté mucho más temprano, no pienso irme sin bañar nuevamente. —Debo irme mamá, por favor por todo lo que más quieras y por la paz mundial... Pórtate bien ¿Capisci? —Le imploro. —Vale... Lo haré hija, estaré bien, con la explicación que me han dado ahora sé que corro peligro y no puedo desobedecer, no quiero dejarte sola. —Le sonrío con cariño, acercándome a ella le doy un abrazo y un beso.
Flaca vamos debemos irnos. —escucho que grita mi amiga, tomando mi bolso me apresuro a salir de casa, aseguro todo y al girarme le veo un poco más allá. Han pasado tres días desde que conocí al señor Hamann, hoy debemos ir a lo de las pruebas y eso me tiene un tanto nerviosa. Mamá está desesperada, quiere salir del hospital y no me extrañaría que los doctores y enfermeros quieran lo mismo ¡La señora es difícil! —Ya estoy aquí vamos. —Sin perder más tiempo nos dirigimos a tomar el autobús.
Despertar después de una noche de juerga es lo peor del mundo, el apestoso olor a alcohol se percibe en el ambiente, el dolor de cabeza es considerable pero nada de que preocuparse, poniendo mi mejor cara me miro al espejo y sonrío, estoy fatal. Lista y desayunada espero a mi amiga en mi casa, hoy es el gran día, el señor Hamann pondrá más que sus manos sobre mí, hoy me desvirgan por un millón y medio de dólares, si... por un millón y medio de dólares, es increíble mi locura.
El agua cayendo sobre mi cuerpo solo aportan más al deseo irracional que ese hombre me hace sentir, sus caricias son como pequeños tirones en mi piel, tirones deliciosos y placenteros, sus besos son ese afrodisíaco que me hacen perder la cordura y elevar mi libido. —Cada rincón de tu cuerpo me recordará —dice con voz tremendamente bronca. —Tus labios tendrán la sensación de los míos sin posibilidad de que puedan olvidarlo. —Lleva sus manos a mis caderas y me presiona más a él, su gigantesca erección se hunde en mi vientre y con cada respiración agitada que doy se hunde un poco. —Seré dueño de tu piel, de tus besos, de tus gemidos y de tu cuerpo— nos miramos a los ojos. —Serás mía— mis manos recorren cada línea de sus músculos, estos se contraen ante mi contacto. —Seré el primer hombre en tu cama, seré el dueño de tu primera vez— me besa con pasión, con esa pasión que me hacen desearlo más. —Eso me dan esperanzas de que su cuerpo y sus sensaciones también serán míos.