Capítulo 4

text-align:justify;line-height:115%">Despertar después de una noche de juerga es lo peor del mundo, el apestoso olor a alcohol se percibe en el ambiente, el dolor de cabeza es considerable pero nada de que preocuparse, poniendo mi mejor cara me miro al espejo y sonrío, estoy fatal.

text-align:justify;line-height:115%">     Lista y desayunada espero a mi amiga en mi casa, hoy es el gran día, el señor Hamann pondrá más que sus manos sobre mí, hoy me desvirgan por un millón y medio de dólares, si... por un millón y medio de dólares, es increíble mi locura.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mana... —Grita mi amiga entrando como si fuera su casa, en realidad lo es. Nuestra amistad lleva más de quince años, somos amigas desde que llegué a Panamá con tan solo tres años.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mani...  —respondo el saludo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Preparada pa' tu rica tanda? —pregunta moviendo las cejas, su gesto me hace reír.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Estoy tratando de no pensar en ello ¿Saldremos hoy nuevamente? Mamá está con eso de "debes salir más, no puedes estar aquí conmigo siempre". —Mi amiga ríe por mi mala imitación.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por supuesto que saldremos hoy aunque deba soportar al estúpido de tu novio. ¿Cómo puedes estar con una persona tan aburrida?, o bueno, eso hace creer él. —Frunzo el ceño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Carla no quiero iniciar nuevamente con eso, venga vamos mamá ha de estar esperando nuestra visita.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Venga vámonos. —Grita como si le siguiera una caballería ¡Está loca!

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Al salir de casa nos vamos directo a tomar el autobús. —¿Has hablado con el señor Hamann? —pregunta mi amiga revisando su móvil. —Hay otros tantos interesados por tu virginidad. —Le arrebato el móvil de la mano y lo reviso, es cierto, hay muchos hombres incluido mujeres.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No, no he hablado con él, ayer solo me envió los resultados de las pruebas y nada más. —Miro el aparato y estoy incrédula.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por favor... ¡hasta extranjeros!.. —flipo por lo que veo. —Si no me hubiera adelantado quizás uno de esos no fuera tan soberbio como el señor Hamann. —Frunzo los labios.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Sabes algo? —Me quita su móvil —Tú eres dulce y siempre ves lo bonito de las personas aunque estas sean una m****a con el mundo, pero con el señor Hamann le das durísimo, simplemente lo atacas. —Lo pienso, ella tiene razón.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No lo había notado, quizás sea que el hombre no tenga nada bueno. —Me encojo de hombros. —Mi amiga solo ríe, no le presto atención.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Al llegar al hospital vamos directo a la planta dónde está mi madre, como siempre los doctores salen sonriendo de la habitación.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cuantos amorosos. —Se mofa mi amiga— A tu madre si que la quieren, siempre es así. —Ella lleva razón, cuando no está alejando a las personas se comporta de manera amable.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Que te puedo decir...—Sonrío, al entrar está mamá con un lienzo y varias pinturas. —Mamma ¿qué haces? —pregunto sonriendo, ella nos ve entrar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mis niñas— se separa del lienzo y nos abraza a cada una.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Estaba pintando al doctor Harry. —Frunzo el ceño, no se de quien habla. —El doctor gordito y chaparrito, el que ha estado cuidando de mí. —Sonrío al recordarlo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Quiero ver eso. —Se apresura Carla, al llegar frente al trabajo de mamá se queda con la boca abierta. —Debe enseñarnos todo lo que sabe, está precioso. —Sin esperar a nada me coloco al lado de mi amiga.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Mía mamma! ¿Qué técnica es esa? —pregunto sorprendida, el hombre guapo, guapo no es, pero el trabajo de mamá es extraordinario como siempre.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es con acuarela niñas, simplemente es mezcla para sacar los tonos precisos, trabajo muy peligroso por cierto, pero ustedes son buenas en lo que hacen, con los años irán adquiriendo más experiencia, por eso les digo, cuando tengan novio dibújenlo dormido. —Ríe, mamá es bastante liberal, se podría decir que es una hippie.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eso... así me gusta, esos consejos son los mejores. —Ruedo los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por eso estamos como estamos, tú tomas los consejos malos y yo los buenos, deberíamos cambiar roles de cuando en vez ¿No crees? —Mi amiga niega de inmediato.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Jamás podría llevar esos consejos con sutileza e ingenio como tú. —Descomponiendo el gesto me cruzo de brazos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Y por qué no? Mamá era igual a ti y mírala, ahora es todo una experimentada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ella tiene razón Carla, deberías iniciar a ver las cosas con otros ojos y no esperar a que la vida te dé de hostias para que cambies, somos mujeres y nosotras somos capaces de todo, jamás lo olvides— mi amiga deja caer los hombros.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lo sé... lo sé, pero es que cuando quiero decirle algo a una persona me sale a lo bestia no como a ustedes— mi madre sonríe y acaricia su mejilla.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Todas somos distintas y tenemos nuestro estilo, ese es el tuyo y está bien. —Besa su mejilla.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Buenas... buenas... —Las tres miramos a la puerta, ahí está mi precioso novio, a ese que en unas horas lo traicionaré como no se lo merece.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mi amor. —Corro de inmediato a sus brazos, me envuelve con ellos y como siempre me alza por los aires.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Cómo está mi italiana preciosa? —Sonrío.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Amore meravigliosamente —Se aparta de mí y va con mi madre, quien lo recibe con un abrazo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hola guapo —saluda mi mamá. —Creí que vendrías con mi favorito. —Enarca una ceja y mi novio cierra los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Por Dios, que tonto soy! Ya mismo voy a por su frappé. — sonriendo sale de la habitación.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mal, él simplemente me cae mal. —Escuchar a mi amiga me hace resoplar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Aún no se llevan bien? —pregunta mi madre asombrada. —Pero que manía le tienes al muchacho. —Sonríe esta vez. —¿Por qué te cae tan mal? —Mi amiga frunce el cejo y se acomoda en el sofá.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No creo que él sea hombre para Marilí, ella es inteligente, es ingeniosa, capaz de todo y él... pues él es insípido, aburrido, no tiene esa chipa que necesita ella, joder que la flaca merece a alguien que la ponga a prueba, que lleve su ingenio a otro nivel, que sea igual de inteligente y vivás que ella. ¿Me doy a entender? —Mi madre se sienta a su lado.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Opino como tú —le da la razón mi madre y mi cara de incredulidad no tiene precio. —Pero a ese es el que ella quiere, ya es un año de relación y nada podemos hacer ¿Lo comprendes verdad?— mi amiga mira a mi madre directo a los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No, no lo comprendo y nunca lo voy a comprender ¿Por qué no le hizo caso mejor a Randon Black? ese hombre si que merece todo lo de este mundo. —Bromea provocando nuestras risas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ustedes están locas. —Mi madre se aleja de nosotras.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Joder con Randon Black —susurro y mis pensamientos me llevan directo al señor Hamann, maldigo por mí estupidez <<¿Qué hago pensando en él?>>

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿A dónde irán hoy? —pregunta mi madre guardando las pinturas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Al karaoke— responde Carla —tenemos tiempo de no ir y ya lo extraño —Suspira. —Aunque ayer nos pasamos de copas. —Ríe.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Vaya... les fue bien por lo que veo ¿A dónde fueron? — pregunta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—A calle Uruguay, esas discotecas me matan... —Digo feliz. —Y ¿adivina a quién vimos? —Digo algo emocionada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿A quién? —Mi madre enarca una ceja curiosa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—A Dubosky... ¡Dios! ¿Puedes creerlo?— mi madre odia al cantante, pero tengo ganas de hacerla rabiar un ratito.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por Dios... mi hija es inteligente para algunas cosas pero brutísima para otras tantas. —Chilla desesperada, mi carcajada no se hace esperar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Vamos calma, solo bromeaba, pero si lo vimos. —El cabreo a mamá como siempre se le quiere subir a la cabeza y no lo permito, Ian al traerle su bebida la deja como una niña feliz.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Hablamos por horas con mamá hasta que decidimos irnos o bueno la verdad que ella nos echó, no le gusta el hecho de que la esté cuidando como a una convaleciente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Joder extrañaba esto. —grita Carla entrando al karaoke.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Chicas— saluda Lenín, un trabajador del lugar. —Ya las extrañábamos. ¿Cerveza?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por supuesto —respondo, después de saludarnos nos vamos a una mesa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Podemos hablar?— pregunta Ian a mi oído, sonriendo le guiño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No tardamos Carla —Mi amiga que está hablando con un chico solo hace un gesto con su cabeza, mi novio me toma de la mano y nos vamos a un lugar más apartado. —¿Qué pasa cariño?— pregunto riendo por sus besos en mi cuello.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Nada, solo quería sentirte —Sus manos van a mi culo y me presionan contra su erección, su beso en la boca me toma por sorpresa pero lo correspondo, mis manos van a su cuello y tiro de sus rizos, siento su erección y la urgencia con la que me toca, el calor en el ambiente se va aumentando, pero es como si todo lo que él hiciera fuera insuficiente, me siento tentada pero no al punto que me pone el señor Hamann.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Joder —gruño en voz alta por pensar en ese hombre estando con mi novio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué pasa? —Ian frunce el ceño y suena casi molesto, no le gustó que me apartara de él, miro sus ojos y muerdo mi labio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Estamos en un lugar público y...

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Nadie nos ve Marilí. ¿Por qué aún no quieres estar conmigo?— su tono de voz no me está gustando.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ya llevamos un maldito año y no puedo creer que cada vez me dejes con la p**a polla doliendo por la excitación. —Frunzo el ceño, tiene razón pero no debe hablarme así.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cambia tus palabras y baja tu tono o no solo tendrás dolor en tu polla, no estoy lista para esto. —Le miro seria aunque el corazón se me acelera por segundos y la culpa me carcome de manera increíble, se me va creando un ardor en el estómago por la carga de conciencia, estoy a nada de jugarle una muy mala pasada a mi novio. —Desde que nos hicimos novios quedamos en algo ¿verdad?— él asiente de mal humor.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">

–Entonces, ¿por qué desesperas? —Pasa la mano por su cabello

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Soy hombre Marilí, yo siento y tengo necesidades, esas que tú no atiendes y te niegas a hacerlo, recuérdalo preciosa... El que tiene tienda que la atienda si no que la venda. —Escuchar ese refrán quita toda culpa y sonriendo le miro a los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Pues la vendo! ¿qué crees? ¿qué por tú decirme algo así me voy a poner histérica y voy a temer que me engañes? —Una risa burlona sale de mi garganta. —No necesito a un hombre a mi lado para sentirme realizada, ni mucho menos necesito entregarme a alguien para sentirme amada, así pues has lo que te parezca mejor, pero a mí jamás... ¡Jamás!... me des a entender cosas, recuerda que las capto todas— su mirada se enfurece.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Odio cuando te pones plan feminista. —Me brama.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ah no... no mi cielo, esto no es feminismo. ¿O sea que por una mujer no dejarse manipular ya es feminista? ¿Desde cuándo el amor propio es feminismo? No confundas las cosas guapo, no conmigo. —Su respiración se va agitando, la dulzura desapareció por completo de él.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Me largo de aquí. —Masculla con la mandíbula presionada. Pasándome por el lado le veo alejarse de mí, cierro los ojos por un momento. <<¿Está mal que siempre sea así? ¿Debería considerar cambiar mi manera de ser?>> Me cuestiono a mí misma, puedo ser una persona decidida y jamás cambiaría mi personalidad, pero como cualquier ser humano en muchas ocasiones tengo dudas sobre mí y sobre todo lo que me rodea. Tragándome todos mis problemas y mis confusiones, abro los ojos y dibujo una sonrisa en mi rostro como siempre para ir con mi amiga. Mi sonrisa es mi mejor arma, cuando estoy enojada, triste, cansada, o cual quiera que sea mi estado de ánimo sonrío, me funciona muy bien como autodefensa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué ha pasado? —pregunta Carla antes de que diga nada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hemos discutido es todo —Mi amiga frunce el cejo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—En serio ¿qué coño haces con él?— pregunta molesta. —Marilí tú necesitas a un hombre inteligente al igual que tú. —Aquí vamos nuevamente.— Que te ponga a prueba y te enseñe más de lo que tú sabes, debes estar con alguien que día a día te haga utilizar todo lo que sabes y de esa manera ver tú misma de lo que eres capaz, tú necesitas a alguien que desprenda respeto, curiosidad, alguien que verdaderamente sea un reto, alguien como el señor Hamann. —Escuchar ese apellido me atraganta con la cerveza, tosiendo trato de recuperarme rápidamente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eres una estúpida, por ese imbécil discutí con mi novio... No sé que coño estoy haciendo. —Me desespero como pocas veces lo hago. —Nunca debí firmar ese maldito contrato. —Mi amiga me zarandea de manera busca.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Cálmate o te cruzo la cara de un vergazo. —Me espeta de mal humor.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lo que haces es por tu madre y para tener una mejor vida. ¿Cómo vas a decir que no sabes lo que estás haciendo? Ian te puede dar un revolcón, pero no dinero y eso es lo que tú necesitas ahora mismo, deja la m*****a estupidez que verte así me llena de impotencia... ¿Qué  vas a vender tu virginidad? Pues sí... ¿Y sabes por qué? porque eso es lo que deberíamos hacer todas las mujeres para sufrir y arrepentirnos menos. —Nos miramos a los ojos, cada una con la seriedad instalada en su rostro, las verdades que ha dicho mi amiga me ayudan.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tienes razón... debo hacerlo por mi madre, ya veré que hago con Ian. —Le doy un trago a mi cerveza. —Quizás lo emborrache el día que me le entregue para que no note la diferencia. —Mi amiga suelta una carcajada y yo le acompaño, alza su botellín.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por esa mente prodigiosa que tienes. —Se la choco y brindamos, bebo el resto de mi cerveza de un trago.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ahora a disfrutar para olvidar. —Nos pedimos más cervezas y me olvido del mundo, quizás no lo quiera aceptar pero la discusión con mi novio no me afecta tanto como el saber que en unas horas el señor Hamann estará a solas conmigo, el calor que recorre mi cuerpo y se deposita en mi sexo cada vez que pienso en él es tremendo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puedes darme un consejo? —Pregunta mi amiga mirando a un chico que está unas mesas más allá.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ok ¿lo quieres con honestidad o con educación? —Mi amiga me mira de inmediato.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Serás perra. —Carcajea.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Yo solo pregunto para que sea responsabilidad tuya y no mía si te llego a ofender. —Alzo las manos y le muestro las palmas para quitarme toda culpa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué sería de mi vida con ese chico? —Sigo su mirada y ante mí hay un hombre unos años mayor a nosotras, de tez blanca, cabello negro, ojos saltones, alto y con unos tatuajes en sus brazos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tiene novia, quizás tenga hijos y es un patán, su forma de vestir me dice que trabaja en la construcción y si... hoy es día de pago —afirmo— está con cinco de sus compañeros y cada uno paga una ronda, o sea que se están gastando el dinero que quizás necesiten para otras cosas más importantes. ¿Qué cómo deduzco que tiene novia y quizás hijos? solo mira la manera en la que ve su móvil y sus amigos se mofan de él, el hombre hace creer a todos que él manda cuando las cosas no son así. —Desvío la mirada y miro a mi amiga. —La mujer de la mesa contigua a la de ellos y su amiga los están mirando, quizás para llevárselos a la cama y robarles o simplemente, para buscar quien les pague el consumo —mi amiga me mira y yo sonrío. —Puedes acercarte, hablarle y de paso embarazarte ¡Es genial! —Digo con sarcasmo, mi amiga carcajea.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Voy a confirmar lo que me has dicho. —Acepto, mi amiga se levanta y va con los hombres, al llegar todos les saludan y segundos después me miran y desvían la mirada de manera inmediata, no les presto más atención.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lenín...— llamo a mi amigo. —¿Lista la tanda de Disney?— le sonrío divertida.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Ya están en el punto?— pregunta él de vuelta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Llevamos más de cinco cubetazos, estamos como unas cubas —carcajeo. —Una vez Carla venga lo pones. ¿Vale? —Mi amigo me guiña.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por nada del mundo me perdería ese show. ¿El rey león?

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Oh... Si... Hakuna Matata— muevo los hombros y mi amigo se va partido de la risa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Te has equivocado— dice mi amiga sentándose. —No tiene hijos... Pero si novia —bufa. —¿Cómo puedes tener tan buen ojo? — me encojo de hombros.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Supongo que soy muy observadora, no sé. —Escucho los acordes de la canción que pedí y me levanto de inmediato, todos quedan en silencio por la ridícula canción que ha de ser para ellos. —Hakuna Matata una forma de ser... —Mi amiga ríe y le tiendo la mano para que se ponga en pie, ya estamos algo ebrias así que la vergüenza pasó a segundo plano, aunque esa jamás existe en nosotras.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hakuna Matata —me sigue ella. —Nada que... temer... sin preocuparse es como hay que vivir... A vivir así... Yo aquí aprendí... 

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hakuna Matata —Sonriendo y cantando como si fuéramos unas niñas nos ganamos todas las miradas, con un drama total la interpretamos y al terminar las risas y los aplausos no se hacen esperar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Joder amo estás locuras contigo. —Me abraza mi amiga. —Pero creo que ya deberíamos parar, no quiero que pierdas la virginidad ebria. —Ella lleva razón pero ebria ya estoy, es lo mejor así no pienso demasiado a la hora que el señor Hamann esté preparando mi cuerpo para él. Voy a contestarle a mi amiga pero esta me calla por la canción que inicia. —Solo Elsa nos devolverá el verano. —Riendo por nuestras locuras le sigo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿El verano? —pongo la voz de Olaf— Oh... No sé por qué pero siempre me gustó la idea del verano y el sol y cosas calientes...— sin más iniciamos a interpretar "Verano" de Frozen, la carcajada que soltamos al terminar es acompañada por los demás, somos unas payasas cuando estamos con alcohol en la sangre.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Señorita Cook. —Escuchar esa voz me deja sería en el acto, me levanto rápidamente.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hola... usted —contesto dibujando una sonrisa torcida, no estoy nada bien.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es hora de irnos. —Miro la hora y ya son las 21 horas, no noté que se estaban yendo así de rápido.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Cómo me ha encontrado? —Pregunto entrecerrando los ojos, el hombre se aclara la garganta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Por su GPS —Frunzo el ceño y al sacar mi móvil en efecto está encendido y yo ni enterada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puede darme un momento? —asiente y se aparta unos paso, miro a mi amiga bastante nerviosa. —Dime qué debo hacer, como debo comportarme, tienes que aconsejarme para no parecer una tonta en la cama. —El nerviosismo se nota, estaba aparentando normalidad pero ahora llego la hora, el corazón me va muy deprisa.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Oye tranquila —se levanta mi amiga y me da un abrazo. —A la hora del placer tu cuerpo dirá lo que debes hacer, tú solo hazle caso y por supuesto deja la vergüenza a un lado, eso solo te haría ver ridícula. —Sonrío.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—El alcohol de seguro ayudará en eso. —Suspiro profundamente. —Gracias cariño mío. —Nos damos un beso en la mejilla como despedida. —¿Quieres que te acerque a casa? —Ella me guiña.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Tú ve tranquila, yo me quedaré un poco más, tendré el móvil siempre cerca por si te sientes insegura. ¿Vale? Confía en ti y por favor... no demuestres lo ebria que estás. —Me pide, sonriendo le doy otro beso y voy con el hombre, no creo que pueda disimular mi estado.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">Una vez en el auto quedo totalmente muda, es el gran día, hoy el señor Hamann me hará suya. Pensar eso me hace sentir cosquilleos en todo mi cuerpo, la respiración se me acelera solo de imaginar sus besos, sus caricias, su caliente y fuerte cuerpo contra el mío ¡Jesús! Lo que me dijo en aquella limusina al oido aún me afecta muchísimo. Presiono mis piernas y siento mi sexo humedecerse.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">El camino es algo largo, no era para menos, estamos en Clayton uno de los lugares más pijos de Panamá, lo veo todo con curiosidad, está cubierto de muchos árboles. Siento que detienen el coche y mis nervios van en aumento, puedo jurar que lo ebria se me está quitando.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Hemos llegado señorita. —El gigantón me habré la puerta, al bajar me quedo parada a su lado mirando la imponente mansión que se alza frente a mí. —La guiaré. —Se ofrece al ver que no doy un paso, mirándole le sonrío.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puedes decirme cómo te llamas? —El hombre me sonríe de manera sincera.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Soy Malcolm. —Sonriendo le tiendo la mano y este la toma.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Mucho gusto Malcolm, soy Marilí. —Al soltarle la mano le sonrío aún más, los nervios me quieren dominar. —Ahora que sabes mi nombre, espero que antes de dejar de vernos me llames por mi nombre —él asiente— ¿Se me nota lo ebria? — pregunto sin miramientos, una carcajada sale de su boca, es tan fuerte que provoca temblores en el lugar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si, se nota y mucho, ahora vamos, le esperan. —Dice burlón <<¿Por qué le causa tanta gracias esto?>> Sin decir nada más y caminando lo más segura y lo más correcta que puedo le sigo. Al entrar a ese enorme lugar no puedo creerlo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Oh mío dio! —casi grito.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lo sé, es impresionante —Le escucho, de inmediato le busco con la mirada hasta llegar a las escaleras que es donde está, le veo bajar por el lugar con un estilo y una sensualidad única, esos vaqueros a la cadera le quedan de muerte, joder con su franela pegada al cuerpo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Impresionante dices? Esto da tristeza... No tienes ningún cuadro o foto —Sigo recorriendo el lugar con la vista. —¿Quién pinta su casa de chocolate m****a? —La carcajada de Malcolm llama mi atención y le miro. —¿Qué? ¿Acaso no es verdad? juro que deduje que su vida era una completa desgracia ¿pero al punto de tener una casa tan insustancial, vacua, trivial? —Ok, esto está muy mal, he dicho tres palabras que describen lo mismo y eso casi no me sucede. Sé que me estoy pasando con lo que digo, pero no había visto algo tan deprimente en vida. Los nervios y el alcohol no me están ayudando en nada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puedes callarte? —pide a mis espaldas, no me di cuenta que ya estaba tan cerca de mí, el solo sonido de su voz despierta la pasión de mi cuerpo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Lo siento... pero jamás creí que...

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Estás ebria? —Callo de inmediato y desvío la mirada a Malcolm, este alzando las cejas y mostrándome las palmas se retira ¡Cobarde!

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No estoy ebria... solo estoy en la parte que se me suelta la lengua y digo lo que pienso. —Me encojo de hombros.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Acaso no dices sobria todo lo que se te pasa por la mente?— frunzo el ceño.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Créeme que si dijera todo lo que pienso ya estaría en una cárcel o en un loquero, me tendrían catalogada como a una psicópata –Sonrío divertida, alza su mano y me tenso, al sentirla en mi cabello suspiro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Pasaré de todas las locuras que estás diciendo— me lo suelta. —Cuando estés conmigo siempre lleva tu cabello suelto— sin pensarlo acepto, solo será hoy.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Necesito con urgencia el baño— debo alejarme de él un momento, su olor, su presencia y su estúpida voz ya me están encendiendo y aún ni siquiera me toca.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Vamos, aprovecharé para alistarte— escuchar eso me hace fruncir el ceño, le miro a los ojos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puedo prepararme yo sola?— pido con esperanzas de que ceda pero su gesto serio me responde.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—De acuerdo...— tomándome de la mano me guía a la segunda planta, al poner el pie en el primer escalón piso mal y me caigo, una carcajada descomunal llenan el silencioso lugar. —¿Quién puso eso ahí?— pregunto aun riendo.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Joder— le escucho gruñir al tomarme en brazos. —Marilí me estás tocando las narices, no deberías ponerte de esta manera, no quiero que bebas más alcohol— me ordena, sin dejar de reír le miro, es precioso cuando está serio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Señor, le recuerdo que usted solo obtendrá de mí la bendita virginidad, después de 24 horas no nos volveremos a ver nunca más, así pues solo tendrá que soportarme hoy— se detiene.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Serás mía— su contundencia y seguridad un poco más y me dejan sin habla.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Obvio seré suya, por esta noche— le sonrío, él a mí no.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Será más que una noche Marilí— inicia a caminar hasta llegar a una impresionante habitación igual de opaca y triste que el resto de la casa, al ponerme en el piso miro la estancia ¡Este hombre no tiene estilo!

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Para usted será más que una noche, para mí será una noche como cualquier otra, recuerde tengo novio— al mirar con determinación la cama descompongo el gesto. —¿Podríamos hacerlo en otra habitación que no haya utilizado con otras?— le miro.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Ninguna mujer antes ha entrado a esta casa— se encamina al baño y yo tras de él.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eso es tan cierto como que usted tiene 70 años— le cuestiono.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Marilí por favor— me habla con firmeza, está enojado.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Puedes dejar de estar tan serio?— me mira. —Me incómodas— protesto.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eso debiste pensar antes de llegar aquí ebria... Se supone que deberías estar en tus cinco sentidos... No así— deja la llave de la tina abierta y se pone en pie ante mí. —Te mereces un castigo— lleva su mano a mi cuello y lo acaricia con sutileza hasta terminar en mi hombro, su contacto me eriza la piel y me encienden, pero mi mente no deja de trabajar y pensar que tipo de castigo me dará. —Te voy a follar tan duro que tendrás que quedarte aquí por mucho más tiempo del que planeé porque no vas a poder caminar— susurra con su voz ronca, mi cuerpo se sacude y mi cavidad se contrae de inmediato. —Vas a chillar mi nombre una y otra vez suplicándome que pare, que me detenga porque el orgasmo que estás teniendo pareciese que te va a desmayar— baja su mano y la pasa por mi cintura, de un tirón me pega a él, impactar contra su firme y duro cuerpo me hacen dar un jadeo, su perfume BOSS y su aliento ambos mezclados me recuerdan el día que lo conocí, nuestras miradas como siempre que estamos juntos no se despegan una de la otra.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Si supiera su nombre quizás le suplicaría, pero créame que no le diré “señor Hamann deténgase"— sonrío a pesar de que quiero gemir por su erección presionada en mi vientre.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Recuerdo muy bien que en el contrato ponía que le llamara señor o Amo— sin poder soportarlo más y como si no me interesara paso mis manos por su pecho y le acaricio <<joder que bien se siente tocar a este hombre>> pienso demasiado deseosa de él. —Así pues, me aguantaré todo lo que pueda— sonrío con chulería y como era de esperarse a él no le gusta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Por qué siempre haces eso?— pregunta confundiéndome —actúas como si no te importara nada cuando no es así, mueres de deseo por mí, te gusta estar conmigo y aún así siempre buscas las palabras correctas para darme contra o simplemente darme un cortazo— me encojo de hombros y sonrío para disimular.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Usted me lo pone fácil señor Hamann— mis manos van a su cuello y lo masajeo. —No actúo, así soy —miento. —No puedo evitarlo —muerdo mi labio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Has desviado la mirada —vuelvo a mirarle. —Deja la chulería de lado Dulce. Sonrío al escuchar ese apelativo. —Eso no te funcionará mientras estemos en la cama —se acerca más a mí, dándole paso nuevamente a la calor y al deseo. —Estoy deseoso por tenerte acostada sobre mi cama, abierta de piernas y deleitándome con las vistas que me ofrecerás. —Mis bragas se pueden torcer por lo empapada que están. —Acariciar cada rincón de tu cuerpo y no con mis manos —su respiración se vuelve pesada y la mía entrecortada, para ser sincera no creo respirar en estos momentos. —Lo haría con mi lengua para saborearte y nunca más olvidar lo deliciosa que eres— mis pezones se ponen como rocas, este hombre me lleva a un punto donde no hay retorno, solo hay un camino y ese me lleva hacía el pecado y el deseo. Su mano va a mi culo y lo aprieta. —Joder te voy a coger como un maldito animal— dice pasando de lo erótico a lo desesperado y por increíble que parezca verlo así me pone.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Recuerde más se consigue con miel que con hiel —le recuerdo, aun cuando esté loca de pasión y deseo por él no puedo pasar por alto el hecho de que soy virgen y si él pierde el control puedo salir lástima.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Es increíble como coño me quitas las putas ganas de follar— se aleja de mi frustrado.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué quiere que haga? ¿Qué sucumba a todo lo que usted desea y pasar de lo que pueda sufrir yo? Soy virgen señor Hamann, no puede olvidar ese importantísimo detalle, es mi primera vez y aunque no sea con amor me gustaría ser tratada como merezco— le digo muy enojada y casi con rabia, un calor intenso me recorre el estómago, ese hombre me pone de todas las manera y cada una de ellas terminan como excitación.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¡Nunca he desvirgado a una mujer¡ —escucharle decir eso me deja de puerta abiertas para las moscas.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Pero... yo creí que...

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Creíste mal. —grita. —Jamás me acuesto con inexpertas porque suelen enamorarse a lo tonto de mí y yo no puedo dar amor, lo mío es follar duro, con azotes, mordidas, con ataduras y salvajismo. —Escuchar eso me hace temblar.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Pues aténgase a las consecuencias porqué si me llega a marcar o a dar un azote le parto la cara. —Nos miramos, nos hablamos con nuestras miradas y comprendemos que ninguno de los dos se dará por vencido.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No haría algo que tú no quieras —dice esta vez más tranquilo sorprendiéndome, se acerca a mí. —Lo mío es dar placer y recibir placer a cambio —acaricia nuevamente mi mejilla. —Si estar contigo supone mimos, delicadeza y sutileza lo haré —roza sus labios con los míos, su gesto me desespera, quiero besarlo y lo hago, tiro de él hacía mí y nuestros labios se unen en uno solo, nuestras lenguas van en busca una de la otra y al encontrarse se envuelven en un sensual baile. Me separo por falta de aire, mi pecho sube y baja por lo pesado de mi respiración, mi cara arde por el deseo que siento, sé que estoy muy sonrojada. —Vamos a desvestirte ¿Recuerdas lo que te dije en la limusina? —Sonríe y me da un rápido beso. —Te desnudaré de manera lenta y en el proceso mis dedos acariciaran tu cuerpo para ir despertando ese deseo que demuestras por mí— me habla con sensualidad, mi boca se reseca y mi piel se eriza, va desnudándome poco a poco y cumple todo lo que dice, sus dedos pasean por mi cuerpo de manera deliciosa, los corrientazos y los espasmos que siento por su contacto van a dar justo a mi sexo haciendo la presión que ahí tengo más grande y menos soportable.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Aaaahhh —jadeo casi en un susurro, su sola mirada me pone cardíaca, admira mi cuerpo y lame sus labios.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Eres perfecta. —Traga con dificultad, su voz es más ronca por el deseo que tiene. Se acerca a mí y lleva su mano a mi cabello, lo acaricia y va a mi rostro, con una delicadeza que me derrite acaricia mi cuerpo, desde mis labios hasta la punta de los pies, sus besos son como pequeñas y adictivas caricias, su lengua recorre mi vientre hasta el valle que separa mis pecho dónde deposita un lento y sensual beso, un gemido ahogado sale de mi garganta. —No te reprimas, quiero escucharte, quiero saber que tan deseosa estás de mí. — Cierro los ojos y paso saliva casi me es imposible tragar por la resequedad de mi boca. —Vamos siéntate —me guía a la bañera y me sienta al borde de esta.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué harás?— pregunto con voz profunda y a la vez ahogada.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—No temas —se aleja de mí —Te voy a depilar —me muestra lo que ha tomado del lavamanos.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Estás seguro que sabes hacerlo? —No puedo evitar preocuparme, el deseo es tan grande que mi desnudez no me causa pudor, pero que él me depile si me causa temor.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Quiero que confíes en mí ¿De acuerdo? —Mirándolo a los ojos y sintiendo la llama que se enciende en mí, asiento. Se sienta frente a mí, me aplica algo que huele verdaderamente delicioso y siento como pasa la depiladora con sumo cuidado, su contacto me vuelven loca, respiro agitada, de manera descontrolada, cada vez que me limpia para retirar el vello púbico mi cuerpo reacciona a él, tiembla y lo pide desesperadamente, esto jamás lo había sentido, el placer va más allá de mi entendimiento. —Estás lista —susurra pasando sus dedos por mi hendidura, un gemido sale de mi boca y un orgasmo me alcanzó con solo su tacto. —¡Mierda! —gruñe mirando mi sexo, puedo ver cómo se muerde con fuerza su labio.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—¿Qué sucede? —pregunto en pausas por mi respiración caótica, sin responder me pone en pie y sujetándome me guía a la ducha.

text-align:justify;text-indent:14.2pt;line-height:115%">—Me tienes tremendamente excitado— su voz ronca me extiende el orgasmo, le veo desnudarse, con lentitud va dejando su perfecto cuerpo bronceado a la vista, sus músculos están cada uno bien definidos, se tensan con cada movimiento que hace y eso me llevan a desearlo aún más, cada movimiento que practica es una invitación a querer tocarlos, recorro su cuerpo desnudo sin restricciones pero al llegar a su erección retrocedo un paso y frunzo el ceño, esto no es posible. —Tranquila, no te haré daño —me asegura, muerdo mis labios y no respondo <<¿Entre nervios y alcohol? ¡Perfecta sensación!>> pienso muy excitada al ver que se acerca a mí. Sentir su cuerpo desnudo contra el mío llena mis expectativas, es mucho mejor de lo que imaginé, es caliente, duro y su piel tremendamente suave, me abrazo a él y besa mis labios con vehemencia, me reclama y me exige, el calor nos invade, la excitación nos embarga y el deseo nos ciega, ahora no pienso, ahora no me preocupo, ahora solo estamos él, yo y el placer que supone ser presa de sus actos.


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