Después de un par de rondas de tragos, parecía que el trío de hombres comenzaban a estar un poco ebrio.

Héctor se sentía emocionado ya que le seguía insistiendo a ambos, Boyle y Huntley, a que continuaran bebiendo con él mientras agarraba su copa. Él exclamó: "¡Nadie se irá a casa esta noche hasta que todos estemos completamente borrachos!".

Huntley lo molestó: "Oh, Héctor, no sabía de que eras tan alcohólico".

Héctor respondió con una risa: "Oh, eso es todo del pasado. Ahora estamos aquí, siete años después y yo, para poder sobrevivir, no tenía más remedio que beber cada vez que tenía reuniones con clientes".

Boyle le respondió: "Oh, sabes que siempre hay un puesto adecuado para ti en el Grupo MO. Si estás dispuesto, siempre puedes venir".

Héctor dijo en broma: "Entonces, ¿puede darme el salario que yo quiera, presidente Lawson?".

"Claro, estaría completamente bien con cualquier cantidad siempre que no sea más que las tarifas normales del mercado".

Héctor lo señaló y le dijo: "