Cap 62 Mis demonios…— Hola Wayne ¿Cómo estás? ¡Clara, te ves endemoniadamente bella!— fueron las palabras de Nicolás.Clara se descompuso por escasos segundos, pero luego puso la mejor expresión en su rostro para responder:—¡Hola querido, me encanta verte! Y sí claro que estoy bella, me acompaña mi amor— dijo ella muy dueña de sí.Wayne dijo:— ¿Cómo estás mi amigo? Es un placer volver a verte.Nicolás sin inmutarse respondió:— ¡Muy bien, estoy muy bien! Clara, deberías empezar por presentar a Wayne a los novios, creo que no esperaban su presencia.Ella lo miró con ojos llenos de fuego por ser tan insolente al saludarla; Nicolás pensaba: —«Nadie te manda a venir con un extraño a una fiesta familiar, querida» Sonrió alejándose, no sin antes lanzar un beso al aire hacia Clara cuando ella lo miró. Samara, Rachel y Alvarito sonreían, estaban divertidos, al ver cómo Nicolás había abordado a su madre de manera tan osada.Todos esperaban para sentarse cuando diera comienzo la ceremo

Cap 64¿Qué quieres ahora?…—¡Lo hice para herir su ego, deseo castigarlo; que sufra lo que yo sufrí, cuando me humilló! ¿Me entiendes?— dijo ella con voz suplicante.Él la miró y movió su cabeza de manera negativa diciendo:— No Clara, no te entiendo, tampoco estoy de acuerdo, Nicolás más que mi socio, es mi amigo; entiendo que estés herida por lo que te hizo ¡Pero te está pidiendo perdón! ¿Quién eres,para permanecer fría e impávida? ¡Todos merecemos una segunda oportunidad! Lamento no estar de acuerdo contigo, por eso me voy, no deseo ser parte de tu absurda venganza.Clara se sintió por unos momentos desnuda ante lo que Wayne le decía, pero luego respiró profundamente,como para tomar un segundo aire, entonces su rostro se transformó nuevamente en la mujer que tiene todo bajo control.— Querido, a mi nadie me va a pisotear de nuevo, soy diferente, la tímida a quien le decían frases hirientes, salió para siempre de mi cuerpo— dijo ella muy erguida y llena de seguridad.— Entonces l

Cap 66Una magnífica descripción —No te preocupes, tengo tiempo para escuchar todos los argumentos que tengas para convencerme de que es así— dijo ella con muchas expectativas.Miguel se arrellanó en su silla, pues aquella conversación prometía ser larga, cuando ella lo llamó; él pensó que era para entregar su renuncia a su trabajo del hotel, pero se había equivocado; no sabía qué se traía Clara entre manos, o qué se proponía al conversar de algo que no había querido escuchar la última vez.— ¿Sabes? Cuando te conocí, mi esposa quien es tu amiga del alma y yo, hablamos mucho de ti, de tu vida de cuando fuiste adolescente — empezó diciendo él— de cómo decidiste convertirte en la esposa de Álvaro, ser la madre de sus hijos,a pesar del trato que te daba, luego te ví cada día en tu desempeño cómo mi empleada en este hotel como organizadora de eventos, luego al frente como regente, una responsabilidad aún mayor; allí pude ver el tipo de mujer que eras, conocerte un poco más.Miguel