Finalmente, me dieron el alta; sin embargo, debo permanecer en mi casa, en mi cama. Papá y Noah han estado increíblemente sobreprotectores conmigo. Noah prácticamente trabaja desde casa, y han contratado a una enfermera para que esté pendiente de mí.En este momento, me encuentro inmersa en una reunión familiar, donde se han congregado mis amigos Alondra y Elliot. También están presentes el hermano mayor de mi amigo Philips, su esposa Maritza y, por supuesto, Lorenzo. Además de la doctora Mónica y todas las personas que me quieren están a mi alrededor, celebrando mi regreso sano y salvo.—Nicole, ¿has notado que Noah no deja de mirarte?— Pregunta mi amiga Alondra.—Sí, lo he notado, pero no me importa. Hay cosas más importantes en las que pensar ahora.— Respondí —¿Qué cosas más importantes podrían haber que no sean el guapísimo Noah fijando sus ojos en ti?... Tiene una tremenda cara de enamorado.— Bromea ella.—Alondra, en serio. No estoy de humor para eso. Además, estoy tratando de
Leer más